Luego de tres años de la publicación de las recomendaciones de la Misión Internacional de Sabios de 2019, el comité conformado por expertos encargados de trazar una hoja de ruta para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación en Colombia, Minciencias dio a conocer los nombres de los diez miembros del nuevo Consejo Científico Nacional, una de las tareas encargadas por la misión.
Según el decreto 1666 de 2021, los integrantes del consejo deberán asesorar al gobierno nacional y al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación sobre temáticas coyunturales, aportar evidencia científica sobre temas de interés, y dar lineamientos para realizar planeación a mediano y largo plazo en temas de ciencia, tecnología e innovación. Así mismo, tendrán que sugerir modalidades y criterios de evaluación científica y tecnológica en los programas y proyectos de investigación y desarrollo, incluyendo la evaluación de los resultados; además, recomendar acciones para el cambio tecnológico y promover sinergias y enlaces entre el gobierno y la comunidad científica.
Aunque los comunicados de prensa y algunas noticias lo registren de esa manera, este Consejo Científico Nacional —instaurado según el Decreto 961 de 2022— no es el primero de este tipo en Colombia. Por ejemplo, en la Ley 1286 de 2009, por la cual se transformó a Colciencias en departamento administrativo, hoy Ministerio, ya se hablaba de un Consejo Asesor de Ciencia, Tecnología e Innovación con funciones muy similares al instaurado en la mañana del 18 de julio de 2022.
María Fernanda Gutiérrez, bacterióloga, doctora en Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Javeriana, donde fue profesora durante 35 años, y uno de los miembros del consejo, explica que “se busca una política que tenga continuidad. Es una estrategia para que el nuevo gobierno use y aproveche [lo que está en marcha]. Habrá reuniones periódicas para tener un poco más de fuerza y no dejar que el consejo sea una figura que termine con el gobierno que está finalizando, sino que se pueda mantener”.
¿Quiénes conforman el actual Consejo Científico Nacional?
Son diez investigadores que tendrán un periodo de dos años —con la posibilidad de extenderse máximo durante dos más— y que se reunirán, por lo menos, dos veces al año —o cuando sean llamados de manera excepcional por el gobierno—,y sus perfiles responden a los ocho focos o ejes de conocimiento propuestos por la Misión de Sabios.
Elena Stashenko, directora del Laboratorio de cromatografía y espectrometría de masas de la Universidad Industrial de Santander y una de las integrantes del consejo, valora la multiplicidad de saberes en este consejo. “Hay ciencias sociales, cultura, energía, océanos, ciencias básicas. Yo represento biotecnología, bioeconomía, biodiversidad. Somos de diferentes áreas del saber. Cada uno es experto en su área y por eso digo que la primera palabra —el primer reto— es estudiar, porque también, sabiendo los problemas de ciencias básicas y biodiversidad, descubro retos interesantes en ciencias sociales y desarrollo de la cultura. Necesito estudiar de otras materias para poder armonizarnos, trabajar juntos y entender al otro”.
A continuación, presentamos los nombres de los diez investigadores que conforman el Consejo Científico Nacional:
Jesús Francisco Vargas, para el área de tecnologías convergentes (nano, info y cognotecnología) Industrias 4.0: ingeniero electrónico con máster en Automatización Industrial, doctor en Cibernética y telecomunicaciones de la Universidad de Las Palmas. Es decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia.
Bianca Liliana Suárez, industrias creativas y creativas: diseñadora gráfica, magíster en Antropología social y doctorado en Semiótica de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Es profesora de la Universidad Nacional de Colombia y de la Pontificia Universidad Javeriana.
Martha Isabel Cobo, energía sostenible: ingeniera química y doctora en Ingeniería Química de la Universidad de Antioquia. Es profesora titular y decana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la Sabana.
Elena Stashenko, biotecnología, medioambiente y bioeconomía: química y doctora en Química Orgánica Instrumental. Es directora del Centro Nacional de Investigaciones para la Agroindustrialización de Especies Vegetales y Medicinas Tropicales -Cinevam-.
Andrés Fernando Osorio, océanos y recursos hidrobiológicos: ingeniero civil con magister y doctorado en Ciencias y tecnologías marinas de la Universidad de Cantabria. Es director ejecutivo de la Corporación Centro de Excelencia en Ciencias del Mar -CEMarin- y director del Departamento de Geociencias y medioambiente de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín.
Héctor Olasolo Alonso, ciencias sociales y desarrollo humano con equidad: licenciado en Derecho con segundo pregrado en Teología y Ph.D. en Derecho en la Universidad de Salamanca, España. Además, es presidente del Instituto Iberoamericano de La Haya para la paz y director de la maestría en Derecho internacional de la Universidad del Rosario.
Carlos Arturo Álvarez, ciencias de la vida y la salud: médico y magíster en VIH y Epidemiología clínica, especialista en Infectología y Ph.D. en Ciencias Biológicas. Vicepresidente de salud de la clínica Colsanitas y profesor de Medicina en la Universidad Nacional de Colombia.
Jairo Alexis Rodríguez, ciencias básicas y del espacio: físico, magister y Ph.D. en área de Física de Partículas Elementales de la Universidad Nacional de Colombia. Es profesor del departamento de Física de la misma universidad.
Hay otros dos nombres que se suman al listado y tienen funciones enfocadas en el relacionamiento y la gestión del conocimiento.
La primera es Dolly Montoya, actual rectora de la Universidad Nacional de Colombia, para procesos de ciencia, tecnología e innovación en el sector productivo-empresarial; y María Fernanda Gutiérrez, directora ejecutiva de la Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, con la misión de liderar el relacionamiento cercano con comunidades u organizaciones sociales o en procesos de apropiación del conocimiento.
“Tengo mucho interés en las regiones, tienen bases científicas y culturales importantes para fortalecer al país. Hay que trabajar mucho por eso. Me encanta lo que hacen por mantener la biodiversidad, que nosotros no lo conocemos. Hay que saber hasta dónde llegan los trabajos del gobierno y si son apropiados o no. También voy a seguir trabajando por la divulgación. Me parece que es otra de las estrategias fundamentales para fortalecer la ciencia y la apropiación”, describe Gutiérrez sobre su rol en este comité.
Por su parte, para Elena Stashenko, así como la conformación del consejo es un reto en sí mismo, también lo es para ella y los demás integrantes, pues luego de la primera reunión sienten la obligación de “no defraudar, de cumplir, de no decepcionar. Cada uno habló de la necesidad de su área, pero el reto sería no solamente hablar, sino escuchar, porque puede ser que los problemas de salud, océanos, cultura, de alguna manera, tengan una solución desde otra área del saber. Me resulta interesante esta amalgama de saberes en este consejo”.
Para la investigadora de la UIS, las dos reuniones al año le resultan insuficientes, sobre todo cuando hay grandes desafíos a los que la ciencia quiere aportar. “Retos hay muchos, solo que hay que aterrizar y diferenciar lo que podemos hacer de lo que soñamos, revisar presupuestos, los recursos de los ministerios y el reto es convencer al nuevo presidente de la necesidad de mayores inversiones en la ciencia”, añade la investigadora Stashenko.
Por ahora los integrantes del Consejo Científico Nacional no cuentan con un equipo de asesores que puedan fortalecer sus distintas apuestas, pero María Fernanda Gutiérrez dice que esa será una de las propuestas que le llevarán al gobierno entrante, de Gustavo Petro, para saber hasta dónde recibirán apoyo en el funcionamiento del comité.