Profesores del Departamento de Física de la Pontificia Universidad Javeriana recibieron, de manos de la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, el reconocimiento de patente por su tecnología OLED/cristales coloidales, investigación que viene desarrollándose desde 2010 y que utiliza la nanotecnología, para favorecer procesos ambientalmente amigables. Este trabajo se enfoca en el modelamiento, diseño y fabricación de dispositivos electroluminiscentes basados en moléculas orgánicas y partículas coloidales (microscópicas, de origen orgánico).
Esta innovación javeriana, denominada OLED, pretende mejorar la tecnología LED que actualmente se utiliza para sistemas de iluminación y en pantallas de alta definición, principalmente en televisores. Al utilizar material orgánico con propiedades de semiconductor de energía, este sistema puede consolidar ventajas competitivas clave, como un bajo costo de producción, un gasto limitado de energía y una mayor emisión de luz.
Su proceso de patente inició en 2014, cuando el grupo de investigación de Películas Delgadas y Nanofotónica (GPD&NF), con la certeza de que la investigación cumplía con el nivel inventivo mínimo como para aspirar a una patente de invención, inició el respectivo trámite de la mano de la Dirección de Innovación, de la Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Javeriana.. Un análisis preliminar definió que, efectivamente, existía un desarrollo científico-tecnológico que debía ser protegido, por lo cual se realizaron estudios de novedad y de patentabilidad para tramitar la solicitud de patente nacional ante Superintendencia de Industria y Comercio, con el título “Método para la fabricación de una película delgada formada por un cristal coloidal infiltrado con el polímero luminiscente MDMO-PPV formado a partir de esferas de sílice (SiO2) con estructura cúbica centrada en las caras (FCC)”.
En diciembre de 2015 la investigación recibió la patente en Colombia y, en ese mismo año, la Dirección de Innovación hizo la solicitud PCT (Patent Cooperation Treaty) de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, la cual busca la protección en otros países ahorrando costos. Después del correspondiente estudio de mercado, se presentó la tecnología en Estados Unidos y Corea del Sur, considerando que una posible transferencia tecnológica sería más probable en lugares con una destacada infraestructura para la fabricación de dispositivos como celulares, tabletas, televisores, computadores y, en general, en la industria de iluminación. Luego de esas valoraciones, la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos aprobó la solicitud; aún se está a la espera de la respuesta de Corea del Sur.
Juan Carlos Salcedo, postdoctor en física y nanotecnología, profesor asociado del Departamento de Física de la Javeriana y líder de la investigación, plantea que este logro “pone de nuevo sobre la mesa el problema del rezago científico-tecnológico de más de 200 años que tiene el país. Ni las instituciones financiadoras nacionales, ni los centros de investigación o desarrollo tecnológico ni la comunidad científica, ni la sociedad en general, tienen claro qué es la ciencia, particularmente las llamadas ciencias físicas, exactas y naturales, ni mucho menos para qué sirve. La posición generalizada es que la ciencia es importante en la medida en que genera beneficios económicos a sectores empresariales bien definidos, lo cual no garantiza efectos necesariamente positivos en el desarrollo de procesos de conocimiento científico que corran, efectivamente, las barreras del conocimiento con independencia de su aplicación inmediata o determinada”.
Por su parte, Helena Jiménez, asesora de la Dirección de Innovación, reitera que el compromiso institucional sobre el desarrollo de procesos de protección intelectual y tecnológica se centra en los procesos de transferencia del conocimiento desde la académica hacia los diferentes sectores de la sociedad. “Desde esta oficina se hacen los esfuerzos necesarios para la búsqueda de aliados estratégicos con el fin de transferir la tecnología, ya que su misión más importante es lograr impactar el sector productivo a nivel nacional o internacional con las investigaciones que se generan al interior de la Universidad”. Asimismo, explica que, debido a las limitaciones de la industria colombiana, se buscaron mercados externos para consolidar esta transferencia.