La diabetes es una de las enfermedades crónicas que impone uno de los mayores desafíos sanitarios del siglo XXI. La Federación Internacional de la Diabetes (FID) calculó que en 2019, 9,3% adultos de entre 20 y 79 años sufrían este padecimiento, lo que significa alrededor de 463 millones de personas.
Para 2030, la FID estima que 578 millones de adultos vivirán con esta afección mientras que para 2045 se alcanzarán los 700 millones. Esto equivale a la ocupación de 6.140 estadios como el Rungrado Primero de Mayo (Corea del Norte), que es el más grande del mundo con una capacidad de 114.000 espectadores.
En Colombia, el Ministerio de Salud reportó 1’294.940 personas diagnosticadas con diabetes en 2019. La prevalencia de esta enfermedad crónica e incurable tiene múltiples causas que interactúan con factores socioeconómicos, demográficos, ambientales y genéticos. Sin embargo, los principales riesgos incluyen los niveles crecientes de obesidad, las dietas poco saludables y la inactividad física.
Para Pablo Jaramillo, residente de medicina interna de tercer año y uno de los líderes del Semillero de investigación en Diabetes y Obesidad, nuevas tecnologías, de la Pontificia Universidad Javeriana, “todo el tema de la obesidad tiene un trasfondo inflamatorio crónico. Esto produce que haya una mala respuesta o una resistencia a una hormona tan importante como la insulina”, explica.
La diabetes se origina cuando el páncreas no produce suficiente insulina o cuando el organismo no la utiliza eficazmente. Esta hormona se encarga de hacer que la glucosa (que funciona como combustible) ingrese a las células para que la puedan utilizar y producir energía. Por eso, la obesidad va de la mano con la diabetes. De hecho, es previa a muchas otras complicaciones como la enfermedad renal. “Más allá de una relación dicotómica, es un ciclo vicioso, en el cual todo empieza por algo muy cultural y de costumbres, que son los hábitos de vida poco saludables, y termina en enfermedades graves que comprometen la vida de los pacientes”, expone Jaramillo.
Endocrinología: especialidad médica y una rama de la biología que se encarga del estudio de las glándulas de secreción interna, como la insulina.
Dicho semillero, que colidera la endocrinóloga e investigadora Ana María Gómez Medina investiga y formula proyectos enfocados al mejoramiento de la calidad de vida de estos pacientes, con el uso de nuevas tecnologías. Actualmente, estas herramientas están enfocadas en pacientes con diabetes tipo 1, que tiene una causa autoinmune y genética difícil de controlar, al contrario de la diabetes tipo 2, que se relaciona con hábitos de vida poco saludables.
Por eso, el reto para los endocrinólogos es tratar la de tipo 1; es allí donde las nuevas tecnologías como la bomba MiniMed 670 entran en escena. Estas bombas de insulina se encargan de reemplazar la función del páncreas por medio de una infusión continua de la hormona. Sin embargo, no sustituyen todo el funcionamiento y producción hormonal de este órgano.
Actualmente, el Hospital Universitario San Ignacio (HUSI) cuenta con pacientes que usan este tipo de tecnologías, lo que permite que se perfeccione y se adapte a las necesidades de quienes la usan, además de generar propuestas y proyectos de investigación avalados por el Comité de Ética.
¿Qué hace el Semillero de investigación Diabetes y obesidad, nuevas tecnologías?
Este grupo realiza múltiples investigaciones. Una de ellas es exponer a los pacientes que usan bombas 670 a diferentes tipos de ejercicios físicos para observar cómo se comporta la glicemia durante estos procesos. “Básicamente, todos los proyectos que se están realizando giran en torno a la diabetes, a la tecnología y a la obesidad. Específicamente, abordando la enfermedad desde temas como el ejercicio, complicaciones renales o la anemia. Todo está encaminado a cómo mejorar la calidad de vida de estos pacientes y aportar conocimientos”, expone el internista Jaramillo, que está próximo a convertirse en estudiante de endocrinología.
Uno de los mayores aportes que han dejado las investigaciones y las múltiples publicaciones del semillero ha sido el reforzar la seguridad y la eficacia de los protocolos para el manejo de insulina del Hospital San Ignacio. Para Jaramillo, “uno de los protocolos más importantes es el manejo de insulina. Cuando uno tiene pacientes que necesitan esa hormona, existe el riesgo de producir efectos adversos como la hipoglicemia o la hiperglicemia”. Este ‘saber hacer’ es seguro y produce bajas tasas de hipoglicemia en comparación con hospitales de otros países, afirma el médico.
Este 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes. El tema de la campaña de este año es “El personal de enfermería y la diabetes”, con la cual se busca crear conciencia sobre el papel crucial que juega el personal de enfermería en la vida de los pacientes.
Esta conmemoración fue creada en 1991 por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de la Diabetes debido a la creciente preocupación del aumento de casos diagnosticados. Las nuevas tecnologías e investigaciones contribuyen a restar los impactos de una enfermedad como esta, que en el 2017 causó cuatro millones de muertes.
Publicaciones del Semillero (en inglés):
Reduction of glycemic variability with degludec insulin in patients with unstable diabetes.