¿Alguna vez ha pensado de dónde proviene el limón de su aguapanela, el plátano de su sancocho o el aguacate de su ensalada? Que el aguacate es ‘oro verde’ por su potencial de exportación, dicen algunos, que podría reemplazar el petróleo, señala el presidente. Pero ¿qué hay detrás de estos productos? ¿dónde y quien los cultiva? Los pequeños y medianos productores frutícolas de la región del Pacífico son los protagonistas del proyecto que le apuesta al fortalecimiento del agro colombiano.
AgroInnova es una alianza conformada por la Pontificia Universidad Javeriana, seccional Cali, la Gobernación del Valle del Cauca, el Instituto de Educación Técnica Profesional de Roldanillo (INTEP), la empresa Buxtar y Corpovalle. Academia, gobierno, industria y sociedad civil, con financiación del Sistema General de Regalías, han unido sus potencialidades para aportar a la sostenibilidad agrícola de la Región Pacífico de Colombia. Su meta es incrementar los niveles de innovación y uso de tecnologías en los procesos productivos y transformación de pequeños y medianos productores frutícolas de Valle del Cauca, Chocó, Nariño y Cauca, para mejorar su productividad y sostenibilidad.
El profesor Alexánder Martínez, doctor en Automática y Robótica e investigador principal del proyecto, señala que la apuesta de AgroInnova es desarrollar capacidades de los productores agrícolas y sus respectivas asociaciones, acompañándolos en la implementación de procesos, tecnologías y herramientas novedosas para su fortalecimiento. Se espera generar impacto directo sobre 807 productores frutícolas de 11 asociaciones campesinas ubicadas en 14 municipios de los cuatro departamentos.
AgroInnova está trabajando en diferentes frentes para alcanzar su meta. Primero, diagnostican y caracterizan las capacidades de innovación y el uso de tecnologías por parte de los productores. Segundo, ofrecen acompañamiento en temas de medición, fortalecimiento socio empresarial y uso de dispositivos electrónicos. Tercero, apoyan en la transformación de los productos y, finalmente, están desarrollando una solución tecnológica para el acompañamiento técnico de los procesos productivos en los cultivos.
¿Cómo están las capacidades de innovación y tecnología del agro?
El proyecto AgroInnova comenzó con una inmersión en el corazón de las comunidades campesinas. Durante los primeros meses, el equipo visitó a las 11 asociaciones para conocer cómo trabajan y qué tan preparadas están para incorporar nuevas ideas y tecnologías. Más que imponer soluciones, se trata de escuchar y construir juntos.
Según la Encuesta Nacional Agropecuaria de 2019 solo una pequeña parte de los productores (el 5.2%) está aplicando algún tipo de innovación en sus procesos agrícolas. Esto indica que hay un gran camino por recorrer en términos de apropiación tecnológica. Sin embargo, este diagnóstico no fue solo un ejercicio de medición, sino una herramienta para acompañar a las asociaciones en su propio camino de fortalecimiento.

Fortalecimiento de habilidades y procesos de los productores
A partir de la caracterización y diagnóstico inicial realizaron talleres con enfoques diferentes. Entre estos talleres algunos resaltan la importancia de medir para mejorar los procesos, ofrecen capacitaciones enfocadas en la Agricultura 4.0 — aplicación de tecnologías digitales para optimizar la producción agrícola —, o sobre el uso y manejo de dispositivos electrónicos para fortalecer la comunicación, así como talleres de empatía como primer paso para los procesos de innovación.

“AgroInnova no es una simple implantación de tecnología en el campo, sino un desarrollo de herramientas tecnológicas de manera colaborativa. De forma que los mismos productores hagan parte de la co-creación de dichas herramientas”
Alexánder Martínez, Investigador Principal del proyecto AgroInnova
Adicionalmente, las asociaciones han recibido kits de fortalecimiento empresarial, compuestos por un computador portátil, una impresora, y una tablet. Para garantizar la conectividad y facilitar la comunicación con las asociaciones, como parte del proyecto se instaló un servicio de conexión a internet satelital en el territorio donde opera cada asociación, así como un kit para el suministro de energía solar, que les permitieran a los campesinos hacer uso de los dispositivos y tener acceso a internet ininterrumpido.
Adicionalmente, cada asociación recibió una estación meteorológica para la medición de diferentes variables agroclimáticas usando tecnología Internet of Things (IoT). Se contará con información oportuna y confiable sobre el estado de los suelos y los cultivos de los productores, favoreciendo así los procesos de asistencia técnica agrícola.

Por otro lado, para potenciar sus posibilidades comerciales, las asociaciones trabajaron en el fortalecimiento y transformación de su identidad visual. Por ejemplo, el proyecto integró a estudiantes de la carrera de Diseño de la Comunicación Visual de la Javeriana Cali, quienes trabajaron en el rediseño de dicha identidad visual, para presentar luego sus propuestas a cada una de las asociaciones.
¿Cómo ir más allá del cultivo? Transformación de los productos
Algunas de las asociaciones con las que trabaja el proyecto AgroInnova cuentan con centros de acopio o con plantas de transformación, en las que toman productos frescos que ellos mismos cultivan, los procesan, transforman y los venden de una forma diferente. La intención del proyecto es aportar, desde las diferentes disciplinas y facultades de la Universidad, en conjunto con los aliados, al mejoramiento de los procesos propios de cada planta o centro de acopio. En este frente buscan aumentar la eficiencia de los procesos, reduciendo así los desperdicios de alimentos y el consumo energético.
Además, integrando disciplinas como la Ingeniería de Alimentos y la Nutrición y Dietética se le apunta a que los productos que desarrollan en las plantas sean de mejor calidad. Para este fin se ha concebido el Laboratorio de Desarrollo de Prototipos de Alimentos en la Universidad Javeriana, seccional Cali, un espacio que continúa en adaptación.
En un principio, el proyecto priorizó llevar al laboratorio tres productos: lima ácida Tahití, aguacate Hass y plátano. Con estos tres alimentos se iniciará el desarrollo de nuevos prototipos de productos que, a futuro, puedan ser replicados en las plantas de transformación de las asociaciones campesinas. La proyección es que a mediano plazo el laboratorio quede al servicio de la Universidad para la investigación y para el aprendizaje de los estudiantes de carreras como Ingeniería Mecánica, Ingeniería Industrial, Ingeniería Electrónica, Nutrición y Dietética y Gastronomía.
Desarrollo de una solución tecnológica para el monitoreo remoto de los cultivos
Uno de los objetivos principales del proyecto es el desarrollo de una solución tecnológica, que se está trabajando bajo el liderazgo de la empresa Buxtar. En concreto, están desarrollando una herramienta tecnológica digital que facilite que ingenieros agrónomos realicen el acompañamiento técnico de los cultivos de forma híbrida (presencial y remota).
La idea es que no solo se usen los datos recolectados con las estaciones meteorológicas y con los sistemas IoT, sino que también los campesinos ingresen datos que obtienen sobre el estado de los cultivos y de las tierras, para que puedan recibir una asesoría sobre cómo dar un mejor manejo e incrementar la productividad de sus cultivos. “Buscamos dejar una capacidad local instalada no solamente en términos técnicos y de equipos, sino también en términos personales, de manera que los productores sean capaces de gestionar la información y los procesos que se llevan a cabo con la asistencia técnica”, explica Alexánder Martínez.
La apuesta a largo plazo: fortalecer el agro e impactar a toda Colombia
El proyecto AgroInnova es una muestra de cómo instituciones fuertes se están preocupando porque el campo colombiano sea un campo se modernice y haga uso de la tecnología. El fortalecimiento del agro no solo beneficia a los agricultores, impulsando su productividad e innovación en el campo, sino que también genera bienestar para todos: desde el productor agrícola que mejora sus prácticas hasta el ciudadano común, quien en su plato del almuerzo encuentra el platanito maduro o el patacón con sal, el aguacate fresco y su limonada bien ácida. El apoyo de este tipo de proyectos contribuye a garantizar la seguridad alimentaria, el desarrollo económico y la sostenibilidad de la región y el país.