Imagine que navega en una canoa por el río Caquetá, que siente humedad porque está a 27 Cº pero eso no le afecta por lo impactante e inmenso del paisaje amazónico. A su izquierda, un mono tití salta de palmera en palmera haciendo que una rana dardo, de color azul, caiga al suelo mientras que a su derecha delfines rosados se mezclan entre el agua con el atardecer de un día soleado. Magnífico, ¿no?
Probablemente esta escena es una de las tantas que se reproducen diariamente en la selva amazónica, el bosque tropical más extenso del mundo y el hogar del 20% de las especies de plantas del planeta. De ahí que sea catalogada una de las siete maravillas naturales por la fundación New 7 Wonders y motivo de estudio del profesor javeriano Javier Maldonado, un apasionado por la exploración de los peces de agua dulce distribuidos en la región neotropical.
Con más de 20 años de experiencia en investigación ictiológica, este doctor en ciencias biológicas se propuso, junto a profesionales de siete países de Latinoamérica y Europa, construir la base de datos más grande y robusta de información sobre biodiversidad de peces de agua dulce en la cuenca del Amazonas. Un reto en términos de envergadura, teniendo en cuenta que la extensión del ‘Pulmón del mundo’ supera los seis millones de kilómetros cuadrados y conserva aproximadamente el 15% de todas las especies de peces de este tipo.
“Uno de los objetivos que queremos abordar en el proyecto es llenar los vacíos de información a través de expediciones en diferentes partes de la cuenca amazónica. La idea es que todos los datos que colectamos se pongan a disposición para todos los procesos de toma de decisión en términos de recursos hidrobiológicos del Amazonas”, indica Maldonado.

El proyecto inició en 2015 luego de que ERANetLac, una asociación birregional en Ciencia, Tecnología e Innovación de la Unión Europea (UE), evaluara y aprobara por un periodo de tres años la iniciativa del colombiano: Amazonian fishes and climate change.
¿El resultado? La creación de uno de los proyectos de colaboración trasnacional más importantes de Suramérica; en esta iniciativa participan, además de Colombia, Brasil, Venezuela, Bolivia, Perú, Ecuador, Francia y Bélgica, países que trabajan en el levantamiento de información sobre los peces de agua dulce de la cuenca del Amazonas. Con esta información será posible, por ejemplo, realizar análisis sobre el efecto en la distribución de las especies de peces tendiendo en cuenta algunos de los escenarios de cambio climático propuestos para 2050 y 2080.
“Con todos los datos que tenemos actualmente, sabemos que, en términos de peces, el territorio menos conocido en toda la cuenca amazónica es el colombiano, así que lo que hacemos es ir a campo para llenar esos vacíos identificados por medio de expediciones a sitios donde nadie ha ido a colectar peces”, señala Maldonado.
¿Quiénes integran el proyecto?
El Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD), de Francia; el Museo de Historia Natural y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, de Perú; el Instituto Real de Ciencias Naturales, de Bélgica; y la Unidad de Ecología y Sistemática (UNESIS), de la Pontificia Universidad Javeriana, en representación de Colombia, conforman el consorcio coordinador del proyecto que, adicionalmente, cuenta con diversas instituciones colaboradoras en Colombia, Brasil, Ecuador y Estados Unidos.
La Pontificia Universidad Javeriana
ha recibido varias reuniones del proyecto Amazon Fish.
Luego de dos años y medio de trabajo, el grupo de Amazon Fish ha registrado alrededor de 2.300 especies de peces a través de la revisión de 14.000 localidades geográficas, 500 referencias bibliográficas, colecciones y bases de datos alrededor del mundo, y también por diferentes expedicionesa varios sectores del Amazonas en Colombia, Brasil y Perú. Según la fundación WWF, una de cada diez especies conocidas en la Tierra vive en el Amazonas.
“Aún queda una tarea enorme con el fin de llenar los vacíos de información persistentes en ríos aún no explorados”, menciona Maldonado, ecólogo y zoológo.
En ese sentido, el pasado jueves 18 de enero el rumbo de Amazon Fish tomó una nueva dirección luego de que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el ministro de Medio Ambiente, Luis Murillo, invitaran al investigador javeriano a Puerto Nariño a firmar un acuerdo de entendimiento con el fin de coordinar esfuerzos para cumplir con esta titánica tarea por un periodo de cinco años. Todo esto, en el marco de la declaración de los Lagos de Tarapoto como nuevo sitio RAMSAR en Colombia.
“Estos proyectos de protección medioambiental no solo nos permiten identificar y proteger las especies de agua dulce en el Amazonas, sino también garantizar un equilibrio en el ecosistema”, indicó Santos durante la firma.
El acuerdo se centró en cuatro puntos específicos: el desarrollo de programas para mejorar las condiciones de los recursos hidrobiológicos de la cuenca Amazónica, la creación de estrategias para el manejo y conservación de peces de agua dulce, la promoción de la investigación a través del programa Amazon Fish y, finalmente, el desarrollo de talleres y espacios de análisis sobre la conservación de la biodiversidad íctica de la Amazonía.

En ese sentido, esta firma no solo ratifica que la cuenca del Amazonas contiene la mayor biodiversidad de peces de agua dulce en la tierra y que el conocimiento sobre su distribución es poca, sino que garantiza la consolidación de la información de ambas partes en la base de datos de Amazon Fish para que, así, “el proyecto pueda proveer los datos e información que estamos generando para la toma de decisiones del Ministerio de Ambiente”, de acuerdo con Maldonado.
La Dirección de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos y la Dirección de Gestión Integral del Recurso Hídrico del Ministerio son las instancias encargadas de adoptar las medidas necesarias para asegurar la protección de las especies.
Así que cuando piense en peces ya no serán la trucha, la mojarra o el bagre los que lleguen primero a su mente, sino la gran variedad de especies propias del territorio que, sin saberlo, hacen parte de la riqueza biológica del país, y que con este proyecto serán cada vez más visibles y protegidas.