El pasado 8 de julio el país recibió la noticia sobre la llegada a China del primer cargamento colombiano de aguacate Hass. Y aunque imperceptible para muchos, con este hecho también surge la necesidad de garantizar la calidad de este producto tipo exportación.
Investigación javeriana demuestra que un inofensivo gusano para los humanos puede erradicar dos tipos de plagas que afectan los cultivos de esta fruta.
El cubrimiento de la nueva demanda sobre el aguacate Hass ha ocasionado la extensión del área de monocultivos en Colombia, proliferando también sus plagas. El cumplimiento de los estándares y normas internacionales en lo que respecta a tiempos, niveles y calidades de producción para la exportación, está llevando a que los agricultores prefieran el uso de agroquímicos en el control de plagas, siendo conscientes de las consecuencias que esto trae a largo plazo en el suelo, las fuentes hídricas y el consumo.

Soluciones para los cultivadores
Sin embargo, “existen otras formas de realizar controles biológicos a las plagas siendo menos agresivos con el medio ambiente y fomentando la implementación de cultivos orgánicos más productivos”, explica Natalia Wilches-Ramírez, bióloga de la Pontificia Universidad Javeriana. “En estos cultivos libres de químicos se realizan manejos integrales de plagas (MIP) que monitorean permanentemente la plaga y que la controlan con diferentes estrategias culturales, químicas, biológicas, físicas y mecánicas”,.
En el municipio de Pasca, Cundinamarca, esta bogotana recolectó material biológico de un cultivo orgánico de aguacate Hass afectado por dos insectos conocidos como ‘El Picudo’ (Pandeleteius cinereus) y ‘La Pulguilla’ (Epitrix cucumeris).
“En plantas jóvenes estos insectos-plaga afectan el follaje y los cogollos, ocasionando defoliación y reduciendo el área fotosintética de las hojas, causando inhibición del crecimiento y desarrollo vegetal. En las plantas adultas pueden afectar el fruto, ya que dentro de estos sucede una parte de su ciclo de vida como insecto”, complementa Wilches-Ramírez.

Las muestras biológicas de los insectos – plaga identificados en el cultivo fueron llevadas a condiciones controladas de laboratorio y expuestas a ocho cepas de un grupo de gusanos que tienen capacidad de infectar únicamente los insectos.
Estos invertebrados, conocidos como nematodos entomopatógenos (Nep), previamente aislados y recogidos en zonas con diferentes alturas, temperaturas, humedades y suelos, demostraron tener unas gran capacidad de acabar con ‘El Picudo’ y ‘La Pulguilla’ presentes en las plantas de aguacate.

“Al no encontrar más individuos que parasitar terminan su ciclo de vida sin generar impactos sobre los frutos. Aunque se introduce una especie, es una endémica de nematodo que no altera el ecosistema”, asegura la investigadora.

Entre los síntomas que permitieron identificar que precisamente los gusanos entomopatógenos fueron los agentes causantes de la muerte de las plagas mencionadas en las pruebas de laboratorio, se encontró el cambio de pigmentación de los insectos, la poca movilidad en los adultos, la ausencia de olor putrefacto y la disolución de los tejidos internos.
Una vez identificados los nematodos entomopatógenos óptimos para realizar el control biológico en los cultivos de Hass, el siguiente paso fue multiplicar masivamente estas cepas de gusanos para luego ser aplicados con diferentes técnicas en los cultivos, todo esto como parte de un manejo integral de plagas.
“La idea del control biológico es encontrar el equilibrio entre la producción de los cultivos y la presencia de insectos-plaga por planta. Los agroquímicos eliminan todo, hasta los organismos beneficiosos para los cultivos. Este control biológico a partir de nematodos entomopatógenos surge en la actualidad como alternativa o en otros casos como complemento a la utilización de agroquímicos”, concluye Wilches-Ramírez.
Según cifras reveladas por Mincomercio, en los primeros cuatro meses del año el aumento en las exportaciones de esta fruta fue del 21% con respecto al mismo periodo de 2019. Es un incremento significativo teniendo en cuenta que un cultivo de Hass se demora aproximadamente cuatro años en comenzar a dar una producción mínima y por lo menos siete para garantizar estabilidad, por lo que este tipo de soluciones científicas pueden optimizar y dar mejores rendimientos a los cultivadores.
3 comentarios
Excelente,. muy bueno que las Universidades investiguen control biológico de plagas y enfermedades del aguacate Hass.. Pero falta más integración o complementación con el pequeño agricultor
Donde consigo los biólogos
Biológicos corrigo