.Que los medios de comunicación universitarios son hechos por estudiantes y para estudiantes es un supuesto que no necesariamente es verdadero. Sin embargo, es justo mencionar que las universidades sí buscan crear proyectos independientes que puedan ser una opción de calidad para los ciudadanos. No hay que ir muy lejos para encontrar un buen ejemplo: Javeriana Estéreo, la emisora de la Pontificia Universidad Javeriana, se ha convertido en una alternativa en un momento en el que la política y los intereses económicos per- mean constantemente las directrices de los medios de comunicación.
No obstante, lo que ahora puede escucharse en Bogotá a través del dial 91.9 FM, o en el resto del país en www.javerianaestereo. com, no siempre se escuchó. Consolidarse como un medio de comunicación masivo, independiente, alternativo y sobre todo universitario ha sido un proceso de décadas que ha tenido que romper con paradigmas y contradicciones, entre ellos, el hecho de que los propios estudiantes javerianos no la sintonizaran.
Reconstruyendo la historia
La Facultad de Comunicación y Lenguaje ha hecho la juiciosa tarea de revivir más de treinta años de tradición. “Existe una red de radio universitaria en Colombia. De allí surgió el proyecto de escribir un libro que contara la historia de este tipo de emisoras en el país. A partir de esta iniciativa, nos sentamos en la Universidad Javeriana a re- visar el recorrido de la emisora con el ánimo de reconstruir su historia”, explica Juan Carlos Valencia, periodista e investigador líder de este proyecto.
El primer paso fue recuperar las publicaciones existentes sobre Javeriana Estéreo. El grupo investigador se dio a la tarea de buscar tesis de grado, artículos académicos y periodísticos, para armar un mapa teórico con el cual fundamentar los cimientos sobre los cuales se levantaría la historia.
Los investigadores encontraron documentos desde 1979 que aportaban lo suficiente para hacer la reconstrucción y superar lo anecdótico. Gracias a estos se logró relacionar el proceso de la emisora con momentos puntuales en la historia del país, así como también con los giros que ha tenido la comunidad jesuita que dirige la institución.
Revisaron, entonces, la literatura académica sobre la historia de Colombia desde una perspectiva crítica. Indagaron en la historia de la radio en el país y en la comunidad religiosa. Además, estudiaron referencias de la radio universitaria en otros países, como Estados Unidos. El rastreo estaba hecho.
El aporte de la Javeriana a la radio nacional
Los últimos treinta años dan cuenta de la fuerza que ha tomado la radio universitaria en Colombia. Las primeras emisoras fueron las de la Universidad de Antioquia y la Universidad Pontificia Bolivariana, creadas en los años cuarenta en Medellín. En 1977, nació Javeriana Estéreo, la primera emisora universitaria de Bogotá y la única en el país que transmitía en frecuencia modulada.
Según Valencia, Colombia cuenta hoy con más de cincuenta emisoras universitarias con estilos e influencias diferentes. La tendencia en América Latina es que estos medios de comunicación se conviertan en vehículos de información publicitaria de la misma institución educativa a la que pertenecen, con lo cual fortalecen su imagen.
Tres décadas de historia muestran cambios y transformaciones que hablan de una gran evolución. A principios de los años ochenta, por ejemplo, se abrió un espacio para programas más académicos en los que se invitaba a expertos y a miembros de la comunidad académica para que discutieran temas de análisis. Primó la pluralidad a tal punto que los micrófonos se abrieron para sindicalistas y personalidades con una clara ideología de izquierda. Incluso estuvo Luis Carlos Galán, en su época de ministro, y dio una conferencia en directo.
Sin embargo, a mediados de esa década la emisora tuvo un giro de nuevo y empezó a eliminar la canción social y protesta. Se redujeron los programas académicos, y géneros como el rock, el jazz y la música clásica y la del Brasil se tomaron la parrilla de programación. En ese momento el país atravesaba un periodo político complicado, pero a nivel económico estaba estable. Por esta razón, la propuesta de la emisora atrajo a muchos anunciantes y llegó a ser autosostenible durante un tiempo. Sin embargo la gloria de la independencia no duró mucho. Con la crisis financiera de los noventa, la emisora tuvo que pedir apoyo a la universidad para mantenerse.
En suma, “la historia de la emisora da cuenta de una serie de tensiones entre la alta cultura y los géneros populares, entre el en- foque de educación musical y pastoral por medio de programas religiosos, y el de la inclusión de programas académicos, movimientos sociales y perspectivas críticas”, explica Valencia.
Lo particular de este caso es que Javeriana Estéreo ha sido una fundación independiente de la universidad desde los años noventa. No está vinculada a ningún programa académico de manera oficial y esto ha hecho que requiera una organización especial de su logística interna. Los estudiantes, por ejemplo, pueden hacer prácticas en caso de que estén interesados, a manera de voluntariado, pero la institución no los obliga a hacerlo.
Para este medio la prioridad ha sido el oyente, al intentar ser una opción de calidad para quienes la escuchan. “En una tesis se hizo un estudio de audiencias para evaluar si la emisora era escuchada por los estudiantes javerianos y la conclusión fue que no. Lo que se ha detectado es que la escuchan personas de los estratos medios y altos en Bogotá que buscan una opción poco comercial que cuide juiciosamente el contenido que pone al aire”, explica Valencia.
Gracias a esta investigación es posible ver cómo esta emisora ha sido pionera en su tipo. Contar la propia historia, en este caso, es una manera de aportar al estudio de un tema pertinente pues, como manifiesta Valencia, aunque la radio ha sido un medio muy popular en el que se mueve una gran industria publicitaria, los académicos, en ocasiones, por modas o por intereses particulares, se han enfocado en temas aparentemente más llamativos.
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