Categoría: Columnistas

La música estimula nuestro cerebro, afecta nuestros sentidos y modifica la percepción de la realidad; puede usarse como vehículo para resignificar situaciones negativas, para superar el dolor, perdonar y reconciliar.

Circulan por estos días dos documentos generados por la comunidad científica colombiana con propuestas y recomendaciones para fortalecer la ciencia, la tecnología y la innovación. Candidatos a la Presidencia de la República, por favor tómense una hora de su tiempo y léanlos.

Escuchar música es una actividad que estimula nuestro cerebro y lo afecta positivamente; sin embargo, en Colombia, el apoyo a la formación y el fomento musical está rezagado frente a los esfuerzos latinoamericanos.

La declaratoria de insubsistencia del director de Colciencias, César Ocampo, es una evidencia más del caos en el que están sumidos el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y Colciencias, que, según la Ley 1286 de 2009, actúa como ‘rector del sector’.