Transcurría la década de 1920 y en Pasto, a poco más de 820 km de Bogotá, resonaba el eco de las notas musicales de la joven pianista María de la Cruz Hinestrosa Eraso, quien con apenas 14 años empezaba a aprender a tocar el teclado y a dar sus primeros pasos en lo que sería su camino como pianista insignia de la región.
Esta mujer de manos y sonrisa delicada, recordada por su obra El Cafetero, y que falleció en el 2002, volvió a sonar con fuerza doce años más tarde, gracias al libro Maruja Hinestrosa: La identidad nariñense a través de su piano, publicado por el musicólogo javeriano Luis Gabriel Mesa Martínez.
Él se ha encargado de reconstruir la obra de Maruja Hinestrosa con el ánimo de no dejar sucumbir un mundo de composiciones creadas en medio del machismo musical de la época y que formaron la imagen de una artista valiente y polifacética.
¿Quién fue Maruja Hinestrosa?
‘Marujita’, como le decían los más allegados, nació el 16 de noviembre de 1914 en Pasto, Nariño, y motivada por sus padres, Julia y Roberto y las hermanas religiosas del Colegio Sagrado Corazón de Jesús y del Liceo La Merced Maridíaz, de quienes recibió su formación académica y musical, encontró una vocación que con el tiempo fue tomando un espíritu rebelde.

Al parecer, dicha rebeldía fue influenciada por una de las religiosas, como lo recuerda Luis Pazos Moncayo, amigo cercano de la compositora: “Doña Maruja quería mucho a las monjitas. Sobre todo porque una de ellas, la monja Celina Pereira, tendía a ser muy reaccionaria, de izquierda. Ella se atrevía a usar palabras que yo personalmente no he podido escuchar en monja alguna, y tanto a mí como a doña Maruja nos fascinaba oírla”.
Entre las memorias citadas por Luis Gabriel Mesa en el libro Maruja Hinestrosa: La identidad nariñense a través de su piano, la compositora narraba sobre la rigurosidad limitada en contra de repertorios etiquetados como populares o con un sello diferente al clásico.
“Me dieron permiso para que yo tocara en el piano del colegio durante los recreos, ¡Pero no la música popular! (…), no se podía tocar una piecita porque era el pecado más grande. Entonces yo aprovechaba cuando no estaban las monjas, cuando se oía el ruido de las calles”, libro Maruja Hinestrosa: La identidad nariñense a través de su piano por Luis Gabriel Mesa Martínez.
Pero Hinestrosa logró sacar adelante su carrera, en gran medida, porque venía de un contexto privilegiado, cuenta el investigador Gabriel Mesa Martínez. “Desde los años 20 tuvo un piano importado de Alemania, complacencia de familias pudientes en Colombia. Para la época, tener pianos traídos del exterior era muestra del poder adquisitivo”.
Sin embargo, la paradoja era visible, pues si bien la sociedad no veía muy bien que una mujer se presentara públicamente en conciertos, sí aceptaba que las señoritas de familias prestantes tocaran música de salón para elevar su estatus.
Según la investigación de Mesa Martínez, quien desde 2012 inició un estudio profundo de la vida de Maruja Hinestrosa, quienes la conocieron aseguran que no cayó en el sesgo de las clases sociales, rompió esquemas y la describen como genuina, sensible y auténtica.
“Se ha convertido en una línea de trabajo para mi carrera investigativa: buscar rutas para visibilizar y reivindicar, a través de la música, el papel de las personas que han sido discriminadas de una u otra manera”, dice el profesor javeriano.
Maruja Hinestrosa: la investigación
En el siglo XX Maruja Hinestrosa fue una compositora muy representativa de Pasto y Mesa Martínez, quien creció en esta misma ciudad escuchando hablar de ella como prodigio y ejemplo del pianismo en la región, se interesó desde joven por conocer su obra.
“Después de hacer mi carrera como músico y mi doctorado en Investigación Histórica de la Música, me dediqué a explorar sus obras. Hasta el momento he identificado 45 composiciones con nombre propio de Maruja Hinestrosa, no he encontrado algunas partituras o grabaciones que me permitan volver a tocar todas las 45, pero ya tengo un poco más de 30 listas”, dice.
Siendo todavía estudiante de colegio, Hinestrosa, con apenas 14 años, compuso la primera creación de su carrera: el pasillo Cafetero en versión instrumental para piano. El título fue expuesto públicamente en Pasto durante el Congreso Nacional de Cafeteros en 1930. Dicha composición se fue convirtiendo en emblema de la música nacional y empezó a tener gran impacto a nivel internacional.
Para el año 2016, Mesa Martínez supo que la reconocida canción fue reinterpretada en Costa Rica, pero no bajo su nombre original sino como El hombre macho, atribuida al cantautor costarricense Adán Guevara. Con la intención de esclarecer la verdad de la procedencia de esta pieza musical, Martínez levantó su equipaje para pasar una semana en el país de los ticos.
“Con el apoyo de la Universidad Javeriana y la Universidad de Costa Rica, logré profundizar en el tema integrando fuentes escritas y sonoras con un trabajo de campo que inició en Pasto (Colombia) y se complementó con la visita a San José y Guanacaste, en Costa Rica. De ahí salió información que me permitió confirmar que esa obra sí era original de Maruja y lo que había en Costa Rica era una versión basada en la pieza original”, dice el musicólogo.

Su trabajo investigativo no solo se ha enfocado en escudriñar las obras de Maruja Hinestrosa, sino de volver a revivirlas, hacerlas visibles y llevarlas a recorrer otras fronteras para dar a conocer el papel de la pianista en la historia de un país con un patriarcado musical dominante.
“Mi mayor sueño y ambición es escuchar la interpretación de mi Concierto en Si menor para piano y orquesta en los patios de la gobernación o de la alcaldía”, decía Maruja Hinestrosa sobre su anhelo pendiente, y cuenta Mesa que “ella quería que la obra Fantasía sobre aires colombianos, escrita con sus manos para piano, pudiera ser trasladada, más adelante, a un formato sinfónico nombrándola como Concierto en Si menor para piano y orquesta”.
La compositora no alcanzó a ser espectadora de tal honor, sin embargo, Mesa Martínez, sin medir las horas de trabajo que le implicaría, hizo de este sueño una realidad póstuma.
Tiempo atrás los musicólogos solían asumir que la música debería ser tal y como la dejó escrita el compositor, y esta no se debía intervenir demasiado por tratarse de una obra artística sublime, pero como asegura la doctora en Etnomusicología, Carolina Santamaría Delgado, “la actividad musical de la misma Maruja nos muestra la falacia de aplicar ese tipo de metarrelatos históricos de una manera acrítica: fue ella quien solicitó ayuda para la orquestación de su Fantasía sobre aires colombianos”.

El riesgo lo corrió Mesa Martínez y, para el año 2019, el músico se juntó con Victoriano Valencia, director del Departamento de Música de la Pontificia Universidad Javeriana, quien hizo la adaptación para orquesta de la obra que Maruja Hinestrosa soñaba ver interpretada por una orquesta sinfónica; Luis Guillermo Vicaría, profesor de dirección sinfónica, aceptó dirigirla; los acompañaron sesenta alumnos de la Orquesta Sinfónica Javeriana y Luis Fernando Beltrán, ingeniero de sonido, fue el encargado de dirigir un documental que será transmitido próximamente en canales coordinados por la RTVC y que ya fue premiado como mejor cortometraje nariñense en la categoría de cortometrajes regionales en el Festival Internacional de Cine de Pasto.
La obra musical no ha podido ser presentada en vivo en otros lugares por las restricciones sanitarias debido a la COVID-19.
“Cumplimos el sueño de Maruja de que Fantasía Sobre Aires Colombianos se tocara en orquesta, siendo yo el pianista solista, aunque el verdadero sueño hubiera sido que ella estuviera en mi lugar”, reconoce el profesor Mesa Martínez.
Después de todo, Luis Gabriel Mesa Martínez, reconocido hoy como el experto en la vida y obra de Maruja Hinestrosa, ha puesto en las manos de lectores y espectadores resultados de lo que ha sido un trabajo profundo de exploración de información biográfica, análisis estilísticos, ilustración iconográfica y edición de partituras a partir de fuentes pertenecientes al archivo familiar de la compositora y la documentación, tanto hemerográfica como académica, consignada en bibliotecas de Pasto y Bogotá.
La reflexión final de Gabriel Mesa Martínez es que esta aproximación, desde la perspectiva de género, abre universos nuevos de exploración y espacios inéditos para narrar nuestra propia historia musical desde una óptica más cercana a la experiencia cotidiana, remitiendo al pasado y a su vez revelando huellas históricas que deberían seguirse transmitiendo de generación en generación.
Así suena el sueño de ‘Marujita’
Si quieres escuchar la reinterpretación que realizó Luis Gabriel Mesa Martínez de las obras de Maruja Hinestrosa, puedes hacer clic aquí para escucharlas en Spotify.
5 comentarios
Quisiera tener el libro de la investigacion. Puedo encontrarlo en el Universidad Javeriana o adquirirlo por Correo?
Si la Alcanse a conocer a esa gran mujer y compositora muy importante de nuestro Nariño y Colombia y fue una de las jurado cuando gane el 5 festival de la canción nariñense en 1978 Gracias Marujita por tu gran legado .
Hermoso. Dirijo el portal conexionnortesur.com desde Madrid, España. Me gustaría reproducir este artículo en mi Web. Pido su autorización.
Mil gracias
Emocionante reivindica el valor inmenso de nuestra artista que enorgullece a la cultura pastusa y nariñense. Gracias Luis Gabriel también eres un grande en la musica
Impresionante , bellísima obra de Doña Maruja, felicitaciones Maestro Mesa Martinez.. buscare su libro.