En la penumbra de la sala, un solo punto de luz se ciernen sobre el marfil y el ébano de un gran piano de cola. Sus cuerdas, tensas como un arco a punto de lanzar una flecha, resuenan con anticipación. Y allí, está sentado Luis Gabriel Mesa Martínez, músico y musicólogo colombiano, dispuesto a iniciar las notas.
Con dedos largos y ágiles, comienzan a trazar fluidos movimientos. Cada tecla presionada libera el alma cautiva del instrumento. Los sonidos se unen en una melodía que llena el espacio y el piano, antes un objeto inanimado, cobra vida bajo la destreza de sus manos.
La pieza que interpreta es de Plinio Herrera Timarán, bandolista y compositor colombiano cuyo legado como intérprete trascendió las fronteras de Nariño siendo parte del ‘Trío Nacional’ que formó junto a los hermanos Pedro Pablo y Luis Bastidas.
“Plinio fue un compositor que exploró estilos muy contrastantes. Escribió pasillos, bambucos, pasodobles y gran parte de lo que el medio musical colombiano conocía de la obra de él se limitaba a unas tres obras que distintos artistas grabaron en el siglo XX”, comenta Mesa Martínez antes de iniciar su interpretación en piano de ‘Laura’, una de las piezas del bandolista pastuso que ha sido rescatada para la historia de la música andina nariñense.
Los 120 años del natalicio de Plinio Herrera
Plinio Herrera hizo parte de las bandas departamentales de Nariño, Cauca y Valle del Cauca; además, vivió mucho tiempo en Bogotá siendo parte de la banda de la Policía Nacional. “En octubre de 2024 se conmemoran 120 años de su natalicio y 30 años de su muerte. Por eso resalto este legado que dejó muy escondido entre los registros de las personas más cercanas a él”, agrega el director de la Maestría en Música de la Pontificia Universidad Javeriana.
Sus dedos se mueven con una velocidad casi imperceptible, parecen bailar sobre las teclas. Además, cada nota es puesta con precisión como si siguiera un mapa invisible, uno dibujado en su cabeza. De repente, mientras sus dedos vuelan sobre el teclado, todo se detiene. Solo la resonancia de las dos últimas notas permanecen en el aire por unos largos segundos. Luego, un silencio profundo.
“Él compuso este pasillo que nadie ha tocado, el mismo Plinio nunca lo grabó. El único registro que hay está en una hoja del cuaderno que Héctor Rosero conservó de las clases que recibió de Plinio. Esta obra ni siquiera tenía título y Héctor, que sabía que a Plinio le gustaba mucho dedicar los títulos de sus composiciones a personas que él amaba, sugirió que le pusieran a ese pasillo el nombre de Laura – de una sobrina suya -”, comenta el músico javeriano mientras se acomoda en el banquillo del piano.
Como parte del proyecto de investigación + creación Plinio Herrera: ecos de una bandola nariñense, el profesor Mesa, adelantó una indagación de archivos personales y testimonios de discípulos musicales como Blanca Paz y Héctor Rosero, con el objetivo de rescatar y difundir el valioso patrimonio musical del compositor.
Luego de revisar en el Centro de Documentación de la Biblioteca Nacional de Colombia, el Centro de Documentación Regional del Banco de la República, centros de documentación privados y archivos particulares, el musicólogo javeriano tuvo acceso a materiales inéditos como partituras manuscritas, casetes de grabaciones originales, recortes de prensa y testimonios de estudiantes y familiares de Plinio Herrera.
La bandola que atraviesa una familia
Además del interés musical e histórico sobre la obra del músico nariñense, también hubo una cercanía personal de la familia Mesa Martínez con el bandolista pastuso.
“Me llamaba mucho la atención saber más sobre él, sobre todo teniendo en cuenta que tuvo una cercanía con mis dos hermanos. Cuando ellos estaban aprendiendo a tocar instrumentos de cuerda como la bandola y el tiple es posible que yo me lo hubiera cruzado en alguna de esas clases, pero no lo recuerdo y solo hay fotos del álbum familiar en mi casa que dan testimonio de que eso sucedió”, anota el profesor Mesa.
Con este gran archivo que atraviesa lo disciplinar y lo personal, y como resultado de este proyecto de investigación+creación, Luis Gabriel Mesa materializó una serie de productos culturales que permiten dar a conocer la obra del compositor nariñense a un público más amplio.
De un lado, presenta Ecos de una bandola nariñense, una producción discográfica que interpreta 11 piezas de la hasta ahora desconocida producción musical de Plinio Herrera. “Incluso mis hermanos desconocían obras que están en este trabajo discográfico”, afirma emocionado el músico javeriano.
“Incorporar el saxofón, la flauta, el violín y el piano en esta instrumentación nos permitió dar origen a una serie de arreglos y adaptaciones que se recogen en este álbum, desde sonidos tradicionales que nos van a remontar hacia cómo sonaban los tríos en los que tocaba el mismo Plinio Herrera, hasta alternativas interpretativas en las que jugamos también con estos otros instrumentos y sus timbres”, agrega Mesa.
Sumado a esta producción musical, el profesor Mesa Martínez publicará un libro a principio de 2025, que recoge la vida y obra de Plinio Herrera, en el que se incluyen las partituras de distintos arreglos musicales, a partir de las composiciones originales del bandolista nariñense.
“La bandola de Plinio Herrera Timarán es un símbolo de la música andina colombiana. Su influencia se mantiene viva en cada edición de los festivales nacionales de música andina, donde sus composiciones emblemáticas, como el pasillo ‘Ecos de Colombia’ y la polca ‘Glauco Cedeño’, son interpretadas por innumerables tríos y agrupaciones”, concluye el pianista javeriano mientras baja el bastón y cierra la tapa del instrumento.
- Ecos de una bandola nariñense parte I
- Ecos de una bandola nariñense parte II