En algún paseo al aire libre en las montañas descubrimos que al gritar con todas nuestras fuerzas la voz se repite a lo lejos y se va disipando mientras regresa. Sin embargo, el eco de la bandola de Plinio Herrera pareciera desafiar las leyes de la física.
Las notas musicales de su instrumento de cuerda resuenan tanto que, en vez de atenuarse, permanecen en el tiempo y en la historia. ¿Cómo es posible semejante fenómeno? ¿Quién es el tal Plinio, que con su bandola va haciendo eco entre generaciones y territorios colombianos?
Las respuestas a estas preguntas involucran a tres hermanos nariñenses, decenas de conversaciones, álbumes familiares y un interrogante que, como suele suceder con las grandes búsquedas, se multiplica constantemente.
Estos elementos están en el centro de un largo y profundo proceso de reconstrucción histórica desarrollado por el profesor e investigador de la Pontificia Universidad Javeriana Luis Gabriel Mesa, pianista y musicólogo oriundo de Pasto (Nariño), quien ha vivido gran parte de su vida en Bogotá. Mesa es autor de la investigación Plinio Herrera: ecos de una bandola nariñense, la última entrega de una trilogía de proyectos de investigación-creación sobre músicos y compositores nariñenses de inicios del siglo XX, cuyo legado a la música andina colombiana es retomado, explorado y reivindicado por Mesa.
La escucha heredada de tres hermanos: lo que se hereda no se hurta
Plinio Herrera Tamarán nació en 1904, en Pasto, y tuvo como alumnos a Javier Andrés y Ómar David, hermanos de Luis Gabriel Mesa, en los años 80. Por ese entonces, Plinio era ya un compositor con una vida musical muy activa, no solo en Pasto, sino también en Popayán, Cali y Bogotá. El pasillo “Ecos de Colombia” es quizás su obra más conocida y comparte nombre con el trío musical en el que Plinio tocó durante muchos años. Interpretaba el saxofón y el oboe, y era reconocido a nivel nacional como un virtuoso de la bandola.
“A la bandola nariñense le pongo el adjetivo regional porque, cuando se trata de historia de la música andina colombiana, frecuentemente hay bastante énfasis en lo que sucedió alrededor del altiplano cundiboyacense, Antioquia, el Eje Cafetero y los santanderes”, explica Mesa. “Desde Nariño, no muchos investigadores hemos publicado sobre nuestros compositores departamentales, entonces, yo quería ser enfático en que se trata de una bandola con un sello regional, que también era parte de la interrogación ¿qué tiene de nariñense o de pastuso Plinio Herrera?, ¿qué lo podría diferenciar de otros bandolistas colombianos?”.
Así como los hermanos menores suelen heredar esa prenda, ese libro o ese juguete inmortal de los mayores, Luis Gabriel, diez años menor que Javier Andrés y Ómar David, heredó de sus hermanos la banda sonora de su infancia. “Yo era un bebé en la época en que Plinio era tutor de mis hermanos. Crecí escuchando sus ensayos y, si hoy puedo tararear bambucos y pasillos con cierta facilidad, es por eso”, aclara Mesa.
“Plinio influenció gran parte del repertorio andino colombiano con el que crecí. Eso me llevó a pensar que el músico que soy ahora le debe mucho al legado de alguien como él, aunque haya sido indirecto”.
Álbumes familiares y reliquias personales: tesoros de nuevo conocimiento
En el camino de reconstruir la historia y la obra de compositores nariñenses, Mesa ha encontrado que las fuentes y las expresiones de ese conocimiento no pueden limitarse al texto. Por medio de las entrevistas realizadas a personas cercanas a Plinio, los álbumes fotográficos de las familias se convirtieron en elementos centrales de la narrativa, sin ellos la historia hubiera quedado incompleta.

Para Mesa es muy importante que los productos de su investigación trasciendan los círculos académicos y puedan llegar a la gente, despertar sensibilidades y hacer eco en las nuevas generaciones de músicos. De aquí que sus resultados incluyan cinco videos musicales; dos conciertos (uno realizado en Pasto y otro en Bogotá); un libro con la historia, las fotografías y las partituras del compositor; y un disco musical en donde se interpreta el repertorio completo de Plinio recuperado hasta la fecha, compuesto por 14 piezas, de las cuales una es totalmente inédita.
Durante una de las entrevistas de la investigación, Héctor Rosero, alumno de Plinio y una de las personas que más conoce sobre el compositor nariñense, le mostró a Mesa un viejo cuaderno que guardaba como un tesoro desde hacía décadas. Entre las varias hojas sueltas, había una con la partitura de un pasillo creado rápidamente por Plinio durante una de sus clases con Héctor, para enseñarle cómo componer piezas de este género musical.
“Es un pasillo muy bonito, muy bien construido, que muestra la calidad de compositor que él era, es decir, alguien muy educado musicalmente y conocedor de la teoría de la armonía, que puede con facilidad agarrar un pentagrama y escribir una obra como ejercicio de clase”, asegura Mesa.
Héctor siempre imaginó que, si el pasillo alguna vez salía de la hoja de papel y cobraba vida en el mundo, sería genial que su título rindiera tributo a una de las personas más importantes en la vida de Plinio Herrera: Laura Chávez, sobrina del compositor y una de las personas más cercanas a él durante la última etapa de su vida.
Y es que Plinio siempre quería bautizar sus composiciones con nombres de personas especiales en su vida. “Maribel”, “Leonardo”, “Emma”, “Dilia”, “Álvaro Romero”, “María Piedad” son algunas de esas creaciones a las que Plinio dio nombre, ritmo y vida.
A esta familia de seres musicales le hacía falta un nombre. Ahora, el pasillo “Laura” hace parte del disco musical grabado por Mesa que acompaña el libro Plinio Herrera: ecos de una bandola nariñense, una obra que demuestra que la música, los afectos, la curiosidad y el impulso de crear siempre viajan, se expanden, repercuten y regresan.
Ilustración: Luna Salazar
TÍTULO DE LA INVESTIGACIÓN: Plinio Herrera: ecos de una bandola nariñense INVESTIGADOR PRINCIPAL: Luis Gabriel Mesa Martínez
COINVESTIGADORES: Ignacio Ramos y Luz Dalila Rivas Departamento de Música, Facultad de Artes Beca Banco Santander Vicerrectoría de Investigación
PERIODO DE LA INVESTIGACIÓN: 2020-2022
