La relación que tiene la generación de conocimiento y el arte, la creatividad o la producción musical sigue siendo un tema de discusión que ha llevado a que surjan preguntas como si estas se complementan o son independientes la una de la otra, o si los procesos artísticos se pueden considerar como una forma de generación de conocimiento. Aunque no hay una respuesta única y los debates continúan, la creatividad y la producción musical son propuestas que trabajan por ser reconocidas como tal.
Así lo dejaron entrever tres investigadores cuyo trabajo se da en el área de la música y que, en el marco de los diálogos de Café Pesquisa, además de mostrar que los laboratorios varían y pueden ser también escenario de encuentro con los instrumentos y la música, señalaron que, en muchas disciplinas artísticas, como la música y la creación, la generación de nuevo conocimiento está estrechamente ligada a sus resultados.
En muchos casos se ha tendido a enfatizar la rigurosidad y la técnica en metodologías ya estructuradas de la cultura “tradicional”. Pero, ¿acaso los procesos investigativos que se llevan a cabo en la creación artística no cuentan con metodologías rigurosas? ¿Es la temática de estudio lo que define si algo merece ser reconocido como nuevo conocimiento?
Cada vez más voces se suman al reconocimiento de que los procesos que se desarrollan en el arte, como la ciencia. hacen parte de la gestión de una cultura del conocimiento, aunque con sus propias formas de para acercarse a su objeto de estudio.
En esta edición de Café Pesquisa, que se llevó a cabo el pasado viernes 28 de abril en la Feria del Libro de Bogotá, las voces de los javerianos Enrique Mendoza, guitarrista, compositor y docente; Gilberto Martínez, compositor y productor musical; y Mateo Ortiz, politólogo e investigador, se unieron para dar cuenta de que la ciencia y el arte pueden complementarse y enriquecerse mutuamente, y los procesos que se desarrollan en estas áreas son igualmente rigurosos y valiosos.
El encuentro sonoro
El profesor Mendoza presentó la octava edición de Compositores Javerianos, la cual consiste en la composición, grabación, edición profesional y publicación en formato audiovisual y disco compacto de cinco piezas para el coro mixto del programa de Estudios Musicales de la Pontificia Universidad Javeriana.
El proyecto tiene como objetivo explorar los posibles diálogos entre las diferentes prácticas musicales como insumo para la creación, con la oportunidad de poner en diálogo diferentes saberes de forma permanente y retroalimentar a los compositores.
Mendoza es enfático al decir que “encontrar maneras de construir con el otro es uno de nuestros objetivos. Propiciar diálogos entre puntos de vista diferentes es algo que, por el momento histórico que vivimos, se hace cada vez más necesario para poder construir”.
El profesor Gilberto Martínez presentó su nuevo proyecto musical llamado ‘Tripita Y Media’, una amalgama sonora con raíces de la champeta criolla, el soukous, el highlife, la mbquanga y el juju, géneros que han nutrido la champeta urbana; una mezcla de reggae, raggamuffin, reggaeton, hip-hop y música electrónica.
“Fue un trabajo hecho con actores naturales en el barrio Nelson Mandela, uno de ellos fue el cantante Kissinger Castillo, champetero cartagenero. A ellos se sumó el apoyo de académicos como Carlos Osuna, profesor del Departamento de Estudios Musicales de la Pontificia Universidad Javeriana. Los investigadores hicieron inmersión en estos barrios para entender las expresiones musicales, especialmente de los jóvenes”, contó.
Por su parte, Mateo Ortiz habló del proyecto Punk y Decolonialidad, una investigación creación que pretende problematizar cómo la raza, la clase y el género son importantes para entender el punk en tanto permite narrar opresiones. “Este proyecto contó con la participación de tres bandas en Bogotá y es una muestra de lo importante y significativo que es transformar la manera en que se produce el conocimiento académico”, señaló el investigador.
Durante el espacio, los músicos e investigadores compartieron sus experiencias y reflexiones sobre el proceso creativo en la música, sus desafíos y la importancia de la investigación en el arte.
Una reflexión de la música, el arte y la investigación
Los investigadores coincidieron en que la interacción entre la generación de conocimiento y la música puede abrir nuevas perspectivas y oportunidades para el desarrollo de ambos campos y hacia diversos ámbitos, ya sea en la academia, la composición, la industria musical y más. La incorporación de herramientas tecnológicas innovadoras en la producción artística, por ejemplo, puede mejorar significativamente la calidad y la técnica de las obras musicales. Asimismo, la experimentación en estas áreas puede inspirar a los científicos a realizar descubrimientos importantes en sus investigaciones.
En la música, dicen, los compositores suelen investigar diferentes estilos, técnicas y géneros para enriquecer su creatividad, así como indagar en aspectos históricos y culturales para contextualizar y dar profundidad a sus composiciones.
La invitación de estos científicos del arte es la de abrir la mente ante nuevas formas de construir conocimiento, como dijo el investigador Ortiz, quien mencionó que ahora esto es parte integral de lo que hace la academia. Así como el apoyo a proyectos musicales, bandas y “visibilizar muchas de las ‘colombias’ que permanecen encerradas y que a través de estos productos podemos dar a conocer”, complementó Gilberto Martínez.
El Encuentro Sonoro: Música e investigación fue un escenario enriquecedor para la comunidad académica y musical de Bogotá, en el que se destacó la importancia de la investigación en esta área y se promovió la creación musical como un proceso abierto y en constante diálogo con otras disciplinas.