Si tenemos algún problema, los profesionales en salud mental están preparados para brindar asistencia ante la depresión, la ansiedad y otros trastornos mentales, ¿pero qué tan común es que nos preocupemos por su bienestar? ¿Quién se encarga de cuidarlos a ellos?
Pesquisa Javeriana habló con Andrea Escobar, directora de la carrera de Psicología de la Pontificia Universidad Javeriana, acerca de la necesidad de que psicólogos, psiquiatras y demás profesionales de la salud cuiden su propia salud mental.
¿Qué tan consciente es un profesional de la salud sobre el autocuidado?
Creo que una de las poblaciones que más debería cuidar su salud mental son precisamente las personas que nos cuidan, ya que son la primera línea de atención: enfermeros, psicólogos, médicos e incluso los administrativos que trabajan cerca de las personas que cuidan de otros.
Es muy importante que los profesionales de la salud nos demos cuenta de la importancia de cuidar nuestro bienestar porque todos tenemos diferentes vulnerabilidades que deberíamos ser capaces de identificar para trabajar en ellas.
En la práctica clínica, ¿qué tan común es que psiquiatras y psicólogos consulten sobre su salud mental?
Muchas veces, esas consultas llegan primero por sus familiares. Por ejemplo, que sus hijos requieren atención psicológica. Abrir el campo de la conversación hace que sea posible explorar que tal vez el motivo de consulta es realmente algo que los involucra a ellos.
En el momento en el que tú creas un espacio de conversación sincera con una escucha sin prejuicios, mostrándole también a un profesional de la salud que puede hablar de sí mismo y que también es válido que hable de los momentos que lo alteren, el campo de conversación y por lo tanto, del tratamiento, se abre mucho más.
Hoy en día creo que nuestra sociedad es mucho más sensible a la necesidad de la atención en salud mental, y por eso, muchos más profesionales de la salud han reconocido la importancia de tener prácticas de autocuidado.
¿Y cuáles son esas prácticas de autocuidado para los profesionales de la salud?
Hay recomendaciones tales como mantener las pasiones en la vida, dedicar tiempo al deporte, a la meditación, al autoconocimiento y la reflexión, trabajar por los vínculos afectivos, los encuentros de tiempo con la familia, la posibilidad de desarrollar, por ejemplo, elementos o pasiones de tipo artístico o incluso de trabajo por una comunidad o por un colectivo que les puede llegar a apasionar.
En muchos casos también es recomendable que cuenten con un profesional que los acompañe psicológicamente y que los ayude a manejar momentos tensionantes que implican dimensiones como la familiar o la emocional, que en un momento dado pueden afectar su salud mental.
Lo importante es que cada quien encuentre su forma de hacerlo. No existe una fórmula con la que podamos decir que todos los profesionales de la salud mental deberían tratar sus problemas de una manera. Se trata de darle la posibilidad a cada uno de que vaya encontrando la forma, pero que la incluya como parte de su cotidianidad, no como algo que lleva a cabo únicamente cuando le quedan unos minutos.
¿Qué consejo se le podría dar a los profesionales en salud mental para desintoxicarse o no tomar parte de los problemas que le comentan en consulta?
En mi caso, intento mantener espacios separados con respecto a las diferentes dimensiones de mi vida. Entiendo que el trabajo es solo una de ellas y se tiene que complementar con otras. Yo, por ejemplo, me apoyo mucho en mi familia y amigos y soy amante del cine y de la literatura, así que busco espacios para hacer todo eso que me encanta porque creo que para que mi trabajo sea posible y, de hecho, para que yo no pierda el disfrute por este, tengo que articularlo con otras cosas.
¿Cómo hacer para que las situaciones de sus pacientes no afecten su vida personal?
Cuando tienes que tratar a otras personas, el punto de involucramiento es fundamental. Hay con quienes te identificas en su dolor, o también porque conoces personas cercanas que lo han vivido. Es muy importante que puedas diferenciarlos, así se parezcan y confluyan.
Esto también es vital para que no generes interferencias en el tratamiento de la otra persona y que tomes partido movida por tu propia historia de vida y no por lo que realmente le ocurre al paciente.
Pero creo que todos los profesionales en salud mental tenemos diferentes niveles de involucramiento con el ser humano y considero que en la medida en que la materia prima con la que trabajamos es el otro con su subjetividad y su sufrimiento, es imposible no tener algún grado de involucramiento.
¿Considera que muchos profesionales de la salud no consultan porque sienten que son ellos los que deben tratar y no los que deben ser tratados?
Pasa… Muchas veces la formación, y sobre todo la formación académica, profesional e intelectual, hace que sientas que realmente tú debes hacerte cargo de tus problemas solo, porque es el otro quien te necesita y tú, supuestamente, —ya que muchas veces así lo crees—, deberías estar preparado para manejar cualquier problema sin que te afecte.
Esta ha sido una visión muy tradicional sobre qué es lo que tú le puedes aportar al otro y qué tanto te tienes que hacer cargo de ti mismo. Pero el día de hoy, en sociedades como la nuestra, en donde el tema de salud mental está puesto sobre la mesa, hace parte de las agendas de salud pública. Creo que la visión más conservadora implicaba, sobre todo antes, que solo tú te hacías cargo de ti.
Aunque en algunas formaciones clínicas, por ejemplo en psicoanálisis, se entiende que para poder atender personas, primero debes haber hecho un trabajo de acompañamiento psicológico muy fuerte sobre ti para que te conozcas muy bien.
¿Durante la pandemia se incrementaron las consultas por parte del cuerpo médico?
No solo hubo un incremento, sino que además se llevaron a cabo acciones muy valiosas para la atención de los profesionales en salud. Se crearon redes entre los mismos profesionales para atender en otros lugares. Además, donde había picos muy altos por covid y los especialistas tenían que hacerse cargo del sufrimiento de los demás, se crearon redes de atención y canales de escucha activa para aquellos que cuidaban. Muchos incluso regalaron horas de trabajo para atender a sus colegas.
Creo que hubo mucha solidaridad desde el profesional hacia el profesional. Ojalá no sea únicamente un dispositivo asistencial que se tuvo durante la pandemia, sino que esas redes se vuelvan cotidianas y se mantengan.
¿Algún mensaje que quiera dejar sobre el Día Mundial de la Salud Mental?
Celebro que este sea un tema del que estemos hablando cada vez más y también celebro que la solidaridad dentro de los profesionales en salud mental demuestra que ahí estamos para cuidar de nosotros mismos y de los que nos necesitan. Creo que no debemos bajar la guardia y que todos nos necesitamos para construir una mejor sociedad, en la que podamos vivir en comunidad.