El cáncer es la segunda causa de muertes en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Solo en 2022, esta entidad registró 20 millones de nuevos casos de la enfermedad. Casi la mitad de ellos terminaron en el fallecimiento del paciente.
Históricamente, esta enfermedad se ha asociado a adultos mayores. Sin embargo, un estudio de expertos de China, Estados Unidos, Reino Unido, Grecia y Suecia, publicado en la Revista BMJ Oncology, evidencia que, en las últimas tres décadas, el número de casos en personas de entre 14 y 49 años, se ha incrementado casi en un 80%.
La investigación revisó los registros de 29 tipos de cáncer en 204 países y regiones. Si bien esta enfermedad se puede producir por diferentes causas, la investigación encontró que el estilo de vida de las personas, está aportando a este incremento. “Factores dietéticos (una dieta rica en carnes rojas, baja en frutas, alta en sodio y baja en leche, etc.), el consumo de alcohol y tabaco son los principales factores de riesgo que subyacen al cáncer de inicio temprano”, dice la investigación publicada en el BMJ Oncology.
Ahora, aunque el estudio demuestra un aumento sostenido en los casos de cáncer en los últimos treinta años, también evidencia que la tasa de mortalidad ha venido en descenso. La investigación estima que esto se debe a la detección temprana y a que más personas pueden acceder a los tratamientos, lo que impacta en la tasa de supervivencia.
En promedio, los cánceres de mama, tráquea, bronquios y pulmón, estómago y colorrectal de inicio temprano mostraron la mortalidad más alta, según el estudio.
¿Qué produce el cáncer?
El doctor Raúl Murillo es el director del Centro Javeriano de Oncología, del Hospital Universitario San Ignacio (HUSI) y lo primero que explica es que el cáncer, como se le conoce comúnmente, es un conjunto de enfermedades. Todas tienen en común un crecimiento y multiplicación anómalo de las células que además desarrollan la capacidad de invadir un tejido que no es el de su origen.
“Esta replicación de células hace que se formen tumores, que pueden crecer e invadir otros órganos, que es lo que conocemos como metástasis”, afirma el también profesor de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana. “Cualquier órgano o tejido puede desarrollar esta enfermedad y cada uno tiene una agresividad diferente. Eso hace que el diagnóstico y tratamiento sea diferente en cada caso”, agrega Murillo.
Sobre las posibles causas de la enfermedad, el experto sostiene que se debe a causas diversas. Uno es el estilo de vida, que como ya mencionó la investigación, está directamente relacionado con la dieta y los hábitos de cada persona. “Hábitos como el sedentarismo y una dieta no balanceada aumentan el riesgo”, sostiene el experto.
Por otro lado, los factores ambientales también impactan en el desarrollo de diferentes tipos de cáncer. Existen ciertos materiales o sustancias que llegan a ser cancerígenos. La exposición constante al arsénico, asbesto, benceno, hollín o incluso el polvo de madera son algunas de las 27 sustancias que el Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos ha incluido en el listado de sustancias cancerígenas. La mayoría de estas tienen relación con procesos industriales, por lo que Murillo insiste en la necesidad contar con elementos de protección ocupacional en lugares de trabajo donde se manipulen estos materiales.
Otro elemento común y que está demostrado que es cancerígeno, es el humo de cigarrillos. “El tabaquismo o la exposición al humo pasivo aumentan el riesgo de cáncer de pulmón”, dice el profesor javeriano. Pero no solo eso. El estudio publicado en BMJ Oncology concluye que la exposición pasiva al tabaquismo, la contaminación ambiental y la contaminación por humo negro en interiores también son factores de alto riesgo para producir cáncer de pulmón.
Sobre los cigarrillos electrónicos, aunque faltan investigaciones más amplias, estudios realizados en el HUSI revelan que afectan el ADN de manera más acelerada que los cigarrillos tradicionales. Adicionalmente, hay evidencia suficiente que muestra que su uso favorece la adicción posterior al tabaquismo, por ello los expertos de esta institución recomiendan eliminar su uso.
Otra forma de desarrollar cáncer es mediante la infección. “Las infecciones más importantes para nuestra región son la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH) que puede producir al menos 8 tipos de cáncer, incluido el de cuello uterino. También está muy presente la infección por el virus de la hepatitis B o por Helicobacter pylori, este último relacionado al menos con el 70% de los cánceres de estómago”, relata Murillo.
Lo que se demuestra con el estudio de BMJ Oncology, es que la mayoría de los casos registrados en los 204 países y regiones que participaron, no son de condición hereditaria sino por los hábitos y la exposición a contaminantes cancerígenos. La prevención es fundamental para las generaciones actuales y las futuras para enfrentar el cáncer.

¿Cuál es la situación del cáncer en Colombia?
Sobre la situación de la enfermedad en el país, el doctor Murillo alerta por la falta de datos de cobertura nacional. “De los datos epidemiológicos que tenemos disponibles en el sistema de vigilancia, solo cuatro registros están validados. Estos son: Cali, Pasto, Manizales y Bucaramanga. Hay otros dos, pero no validados: Barranquilla y Medellín”, explica. Esto ya habla de un subregistro de la enfermedad en la mayoría del país.
En Colombia el 56% de los casos nuevos se diagnosticó a mujeres y el 43% a hombres, según datos del DANE. Según la Organización Panamericana de la Salud los tipos de cáncer diagnosticados con mayor frecuencia en los hombres son: próstata, pulmón, colorrectal y vejiga. Para las mujeres son los de mama, pulmón, colorrectal y útero. Sin embargo, son los de pulmón, próstata, colorrectal y páncreas los que causan el mayor número de muertes.
Las cifras reflejan que el cáncer es una enfermedad que cada vez es más común en el país. “El 30% de los colombianos en algún momento de nuestra vida vamos a enfrentar un diagnóstico de cáncer, de acuerdo con cifras locales y los de la OMS”, afirma Murillo. Por ello recalca la necesidad de asumir las proyecciones y tomar medidas tanto preventivas, como de diagnóstico temprano.a
Los datos del Fondo de Enfermedades de Alto Costo muestran que el 93.83% de los casos reportados, corresponden a casos en etapa invasiva, es decir, una etapa en la que las células han crecido tanto, que han penetrado en tejidos cercanos. Esta no es la etapa ideal para el diagnóstico, pues involucrar varios tejidos hacen más complejo su tratamiento. “La gran mayoría de casos lo seguimos detectando en estados avanzados. Esto hace que baje la probabilidad de que la persona sobreviva”, puntualiza el especialista.
Colombia es el cuarto país de la región con más casos de mortalidad a causa de esta enfermedad, detrás de Brasil, México y Argentina según el Observatorio Global de Cáncer de la OMS. Las proyecciones de este observatorio apuntan a que, en 2040, la incidencia y la mortalidad por cáncer serán casi el doble con respecto a las de 2020.
Lo administrativo, un obstáculo para el tratamiento.
Más allá de los números, que ya muestran una realidad compleja, el doctor Murillo ha participado en estudios que evidencian las trabas administrativas que existen para lograr una buena atención a pacientes oncológicos en el país. Estas enfermedades requieren de un tratamiento multidisciplinario de alta complejidad y debido a cómo funciona el sistema de salud, se dificulta que los colombianos accedan a estos servicios de manera oportuna.
“Por ejemplo, un paciente necesita seis ciclos de quimioterapia en cinco meses, pero entre autorizaciones, desembolsos, trámites y vigencias, el paciente termina recibiendo su tratamiento en ocho meses”, denuncia Murillo. Esto por supuesto va en detrimento de la efectividad del tratamiento y hace que, en muchos casos, los tumores vuelvan a crecer. “En Colombia el sistema da más relevancia a lo administrativo y financiero que a lo clínico” agrega.
¿Cómo prevenir el cáncer?
Ante un panorama como este, es fundamental que los sistemas de salud, el personal médico y los pacientes, tomen acciones encaminadas a la prevención. En el caso colombiano, el doctor Murillo enfatiza que los programas de detección temprana funcionan bien para identificar la enfermedad en sus etapas primarias e iniciar un tratamiento efectivo.
“Un asunto importante del cáncer es que solo contamos con pruebas para hacer búsqueda en personas sin síntomas para el cáncer de mama y el de cuello uterino. En los últimos años hemos incrementado la cobertura de pruebas para detectar cáncer colorrectal. En esos casos, el tratamiento oportuno permite reducir el avance de la enfermedad y la muerte de los pacientes”, afirma el oncólogo. No obstante, reconoce que el rápido crecimiento de la enfermedad requiere de medidas más estructurales en las que se incluyan monitoreos y controles periódicos para otros tipos de cáncer.
El artículo publicado en BMJ Oncology concluye en la misma línea: “Vale la pena explorar si los programas de detección temprana y prevención del cáncer de inicio temprano deben ampliarse para incluir a las personas de 40 a 44 años y de 45 a 49 años, pero se necesitan más estudios sistemáticos y ensayos aleatorizados para hacer una determinación definitiva”.
De otro lado, está lo que el paciente puede hacer en su día a día. Murillo participó en un diagnóstico a nivel de Latinoamérica y el Caribe de esta enfermedad para la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). En este trabajo, expertos del continente revisaron la evidencia científica y recomendaron 17 acciones que toda persona puede hacer para prevenir el desarrollo de cáncer.
Estas recomendaciones incluyen: evitar fumar o el humo pasivo de cigarrillos convencionales o electrónicos; mantener un peso saludable, realizar actividad física regular, una dieta balanceada con muchas frutas y verduras y pocas bebidas azucaradas o alimentos ultraprocesados, evitar el consumo de alcohol, evitar la exposición prolongada al sol, vacunarse contra la infección por VPH y Hepatitis B, y realizarse exámenes clínicos de detección temprana. Conozca aquí el documento con las recomendaciones completas del Código Latinoamericano y Caribeño contra el Cáncer aquí.