Según el Atlas de la Diabetes 2025, uno de cada nueve adultos en el mundo padece esta enfermedad. Detrás de esa estadística se esconden millones de historias de movilidad truncada por el síndrome del pie diabético, una complicación que deteriora progresivamente la sensibilidad y estructura del pie, afecta el equilibrio y la capacidad de sanar heridas, y puede derivar en lesiones graves o amputaciones. De hecho, este síndrome representa entre el 40 % y el 60 % de todas las amputaciones no traumáticas de miembros inferiores a nivel mundial.
Durante su doctorado en el Reino Unido, Martha Lucía Zequera Díaz, profesora titular del Departamento de Ingeniería Electrónica de la Pontificia Universidad Javeriana, abordó esta problemática. Su investigación la llevó a estudiar las alteraciones biomecánicas del pie diabético y a preguntarse cómo la tecnología podía anticiparse al daño antes de que fuera irreversible. Ahora, su trabajo ha sido reconocido con una patente a nivel nacional.
De la investigación a la patente
Diapetics es una tecnología que combina la ingeniería, la medicina y la inteligencia artificial para evaluar el estado del pie diabético y recomendar soluciones terapéuticas personalizadas. El proceso comienza con la recopilación de información clínica y de hábitos de vida del paciente —como antecedentes médicos, nivel de actividad física o tipo de calzado—. Luego, mediante diferentes módulos de medición, se registran variables como la presión plantar, que identifica los puntos del pie donde se concentra el peso; la temperatura, que advierte sobre posibles inflamaciones o infecciones; la estabilidad corporal y la marcha, que permiten analizar el equilibrio y la forma de caminar; y el espesor del tejido blando, medido con ultrasonido para detectar zonas donde la piel ha perdido protección.
Todos esos datos son procesados por un software con inteligencia artificial que cruza la información y diseña una plantilla terapéutica, similar a la que se coloca en el calzado convencional, pero adaptada con precisión a las condiciones clínicas de cada paciente.
“Lo que hicimos fue diseñar un modelo mediado por tecnologías que evolucionó con el paso del tiempo hasta incorporar inteligencia artificial para hacerlo más capaz y humano a la vez”, explica la profesora Zequera. En su visión, el sistema no se limita a procesar datos, sino que piensa en la persona antes que en el síntoma, ofreciendo una comprensión integral de la salud del paciente diabético.

Ahora, esta tecnología consiguió una patente nacional que consolida más de dos décadas de investigación. Lo que se protege es el método que transforma datos clínicos en una prescripción personalizada. Su diseño modular facilita la incorporación de nuevas tecnologías sin alterar la arquitectura original, lo que potencia su evolución y refuerza la confianza para establecer alianzas estratégicas, licencias y procesos de transferencia tecnológica.
Andrea García, profesional de Innovación Social de la Dirección de Innovación, explica que “tener una patente pone a Diapetics en un campo privilegiado frente a la transferencia. Nos permite decirle al sistema de salud colombiano que tenemos una tecnología única, capaz de predecir riesgos y prescribir soluciones personalizadas con base en datos reales”.
Más que un trámite legal, el proceso de patente es el resultado de un acompañamiento constante por parte de la Dirección de Innovación de la Pontificia Universidad Javeriana. Desde 2015, cuando Diapetics fue reconocido como un resultado de conocimiento con alto potencial de transferencia a través de la Convocatoria Intangibles, se ha impulsado su desarrollo con asesorías técnicas, validaciones de mercado, gestión de propiedad intelectual y apoyo en diversas convocatorias internas y externas.
“El equipo de la Dirección de Innovación entendió desde el inicio que era un proyecto complejo, con muchos componentes, y nos ayudó a identificar qué era lo verdaderamente innovador. Nos guiaron en el estudio de inteligencia tecnológica para asegurarnos de que lo que estábamos protegiendo no existía en ninguna parte del mundo”, recuerda Zequera.
García explica que el acompañamiento ha sido también un ejercicio de reflexión estratégica sobre el rumbo del proyecto. “Cada fase nos ha llevado a repensar el modelo de negocio. Al comienzo se pensó en llegar hasta la entrega de las plantillas, pero comprendimos que el verdadero valor está en la prescripción. Diapetics no busca competir con los fabricantes, sino ofrecer una herramienta científica que oriente a los profesionales de la salud y permita que los médicos generales detecten a tiempo los riesgos del pie diabético, mientras los especialistas reciben pacientes mejor evaluados”.
La ruta hacia el paciente de pie diabético
Uno de los procesos más importantes ha sido la participación de Diapetics en la Convocatoria de Prueba de Concepto de la Dirección de Innovación, un programa que busca desarrollar productos mínimos viables con alto potencial de transferencia. Es decir, productos que muestran alto potencial para ser aplicados bien sea por su utilidad o por su posible éxito en el mercado. Esta tecnología fue seleccionada en esa convocatoria y, gracias a ese apoyo, el equipo trabaja hoy en una versión más moderna del software, con una interfaz ligera y nuevos componentes de inteligencia artificial.
Actualmente, la tecnología se encuentra en un nivel de madurez TRL 3, lo que significa que cuenta con un prototipo funcional validado en laboratorio. El equipo aspira, para el año 2026, a alcanzar el TRL 5, correspondiente a pruebas en entornos reales. Posteriormente, el paso que sigue es el TRL 8, que implica la validación completa del sistema y su transferencia efectiva al mercado.
El recorrido de la tecnología ha estado acompañado también por reconocimientos externos. En 2024, Diapetics obtuvo el tercer lugar en el Premio ANDI a Dispositivos Médicos y participó en el Open Innovation and Investor Summit, eventos que consolidaron su reputación como una solución innovadora con potencial comercial. En el futuro se proyecta la creación de una spin-off universitaria o acuerdos de licenciamiento con el sector salud, pero la meta inmediata es perfeccionar el modelo predictivo y hacerlo accesible para los médicos generales.



