En Colombia, el ecosistema de emprendimientos conocidos como Deeptech —que producen soluciones basadas en descubrimientos científicos— ha crecido por el apoyo de las universidades. Así concluye el informe Sciencepreneurs publicado esta semana, que da cuenta de cómo la Universidad Javeriana está entre las más destacadas en el impulso de startups del sector de la salud, pues allí nacieron tres de estos emprendimientos en el último año. Las universidades Nacional y de Antioquia destacaron en los sectores de agricultura y energía.
El informe, elaborado por MenteX y apoyado por la Cámara de Comercio de Bogotá, concluye que el sector de las Deeptech creció un 56% en 2024 respecto del año anterior, con 56 startups basadas en avances científicos creadas durante el último año. Estas empresas ya han generado más de 500 empleos, han recibido más de USD$60 millones en inversión y están valoradas en unos USD$800 millones. Asimismo, el documento señala cómo algunas universidades con altas capacidades en ciencia “son los nodos fundacionales del ecosistema Deeptech en Colombia”.
“El Deeptech es las grandes ligas de la ciencia porque no se puede crear una empresa emergente de estas para competir en el mercado de Colombia”, explicó a Pesquisa Javeriana Claudia Aparicio, CEO de MenteX y una de las autoras del informe. Como es sabido, las universidades en Colombia concentran buena parte de las capacidades en ciencia y tecnología, no obstante, solo algunas instituciones han logrado emparejar esas potencialidades en investigación con el otro lado: el negocio.
Para Aparicio, la fórmula no es sencilla, pero hay ejemplos notables: “Hay que ser muy bueno aprendiendo a gestionar la ciencia y eso es algo que en Colombia todavía nos falta mucho”. Según explica, cuando un científico realiza un avance se genera un dilema respecto a la propiedad y a las patentes, pues esa producción generalmente está en el marco de su trabajo en una universidad usando los laboratorios y la infraestructura física de esa institución.
Ya hay algunos avances en ese sentido. Por ejemplo, en la Universidad Javeriana, Aparicio destacó que “ha habido mucha apertura a que los investigadores usen con bastante libertad esas producciones científicas para el desarrollo de sus emprendimientos”. En la Universidad Nacional crearon el centro Méntor para acompañar y acelerar a los startups que nazcan en la universidad; y en la de Antioquia se creó todo un equipo de escalabilidad de negocio aparte del equipo científico. “Cada universidad está aprendiendo a jugar, pero sin duda las que juegan bien es porque tienen muy reglamentado todo el ejercicio de transferencia tecnológica y los incentivos que tienen para sus académicos para que quieran emprender”, explicó Aparicio.
En esto coincidió la vicerrectora de Investigación de la Javeriana, Astrid Liliana Sánchez, quien durante la presentación del informe esta semana explicó que para la Universidad el camino inició mientras hacían un diagnóstico de los desarrollos tecnológicos que se estaban gestando en la universidad. Ese mapeo los llevó a establecer políticas y rutas claras para la transferencia de conocimiento. Sin embargo, pronto se dieron cuenta de que muchas de estas innovaciones tenían el potencial de llegar al mercado y, por el espíritu emprendedor de los profesores, se fueron creando estos startups spin-off, como se les conoce a las que nacen de desarrollos científicos universitarios.
Esto es clave ya que el informe Sciencepreneurs sostiene que “hace falta transferencia, uso y aplicación de conocimientos”, pues apenas el 3% de los resultados de proyectos de investigación en ciencia y tecnología resultaron en productos de desarrollo tecnológico. Y, a pesar de que regiones como el Caribe, el Eje Cafetero y Santander tienen altas capacidades investigativas, lo cierto es que las Deeptech continúan concentrándose en las dos ciudades más grandes del país: Bogotá y Medellín.
El informe explica que son varios los casos de emprendimientos que nacen a partir de la investigación científica en las universidades. Sin embargo, solo el 38% de las universidades que participaron del estudio cuentan con startups que puedan calificarse como Deeptech.
Una startup Deeptech javeriana busca cura contra el cáncer
Uno de los casos de éxito que recoge el informe es el startup CellRep, del médico e investigador javeriano Federico Perdomo. Esta empresa le apuesta a la reprogramación celular para potenciar células del sistema inmune y que combatan diversas enfermedades.

Mientras hacía su estancia postdoctoral en Francia, en el Instituto Pasteur, Perdomo comenzó a investigar y desarrollar esta tecnología. Sin embargo, fue años después, cuando ya estaba en la Javeriana, que vio la convocatoria de GridX, una plataforma que reúne a científicos que trabajan en avances tecnológicos con emprendedores, invierte en los mejores proyectos y los conecta con el mercado.
Aunque no estaba muy convencido de que pudiera ganarse esa oportunidad, Perdomo aplicó y resultó elegido. Hoy está por llevar su emprendimiento a una nueva rueda de levantamiento de capital, junto a sus socios: el también profesor javeriano del Instituto de Genética, Manuel Franco, y el emprendedor argentino Alfonso Amat. Y precisamente por científicos como él, el informe de MenteX destacó a la Javeriana como la universidad más exitosa en la admisión de sus investigadores en programas internacionales.
“Esta experiencia ha abierto mis perspectivas de Investigación totalmente, porque yo soy inmunólogo de laboratorio y siempre quise que lo que hiciera en el laboratorio en algún momento se pudiera trasladar a la clínica”, le dijo Perdomo a Pesquisa Javeriana. Y añadió: “Ahora desde la industria sí veo cómo escalar todas las tecnologías que desarrollamos en el laboratorio. Nos falta ver cómo podemos, justamente, tener impacto en el corto plazo, y hablo de máximo unos 10 años en que esta tecnología se pueda estar aplicando para resolver un problema concreto: el cáncer”.