Por Gina Paola Polo, coordinadora general de CLIMAS Hub y David Roberto Olaya coordinador técnico-científico de CLIMAS Hub
Un fenómeno natural cambió la historia de las islas San Andrés y Providencia, pues el paso de Huracán Iota en noviembre de 2020 arrasó con casi el 80% de su infraestructura, dejando a su paso devastación y caos. En ese momento, los sistemas de salud y respuesta de emergencia colapsaron, incapaces de hacer frente a un desastre de tal magnitud. El cambio climático ha provocado que eventos de esta naturaleza, antes poco frecuentes en la región, aumenten en intensidad y recurrencia.
El cambio climático es una alteración prolongada en las condiciones climáticas a nivel local, regional y global. Ha pasado de ser una predicción a un problema urgente, impactando la salud de millones de personas en el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, 3.600 millones de personas viven en zonas altamente vulnerables a los efectos del cambio climático, y se estima que entre 2030 y 2050 podría causar 250.000 muertes adicionales cada año debido a problemas de salud.
En América Latina y el Caribe, aunque no somos los principales responsables de las emisiones que impulsan esta crisis, sufrimos sus consecuencias de manera desproporcionada, como ocurrió en San Andrés. Sequías prolongadas arruinan cosechas, lluvias torrenciales inundan ciudades costeras, olas de calor desbordan hospitales; y aumentan las enfermedades transmitidas por vectores como el dengue y la malaria, incluso en lugares atípicos. En las regiones selváticas del Amazonas hay incremento de incendios forestales, al tiempo que los huracanes y vientos torrenciales son más frecuentes y más devastadores en el Caribe; y en las costas de Chile aparecen mareas rojas producidas por algas que intoxican los peces.
Esta crisis se agrava aún más por las profundas desigualdades sociales preexistentes, que dejan a muchas comunidades sin los recursos ni el apoyo necesario para hacer frente a estos desastres. Profesionales de la salud en regiones apartadas lidian con brotes de enfermedades emergentes para las que no estaban preparados, evidenciando la urgente necesidad de fortalecer los sistemas de respuesta y adaptación ante el cambio climático.
Conscientes de la urgencia de esta problemática, desde el Instituto de Salud Pública de la Pontificia Universidad Javeriana, con el apoyo financiero del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá (IDRC) y del Ministerio de Asuntos Exteriores y de la Mancomunidad de Naciones (Foreign, Commonwealth and Development Office) del Reino Unido, lanzamos el CLIMAS Hub (LAC Hub for Climate Change and Health). Esta iniciativa busca conectar la investigación, las políticas públicas y la participación comunitaria para enfrentar los desafíos del cambio climático y sus efectos en la salud con un enfoque interseccional y de justicia social.

Sabemos que el cambio climático profundiza las desigualdades en salud, impactando de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables. No solo incrementa la incidencia de enfermedades respiratorias y cardiovasculares debido a la contaminación del aire, sino que también afecta la seguridad alimentaria, eleva el riesgo de desplazamientos forzados y contribuye a crisis humanitarias.
En 2020, los eventos climáticos extremos provocaron 30 millones de desplazamientos en todo el mundo, obligando a comunidades enteras a abandonar sus hogares. Aunque el cambio climático no es una causa directa de la violencia de género, sí exacerba las desigualdades sociales y crea condiciones que aumentan los riesgos para mujeres y niños, especialmente en situaciones de migración forzada, donde el acceso a protección y recursos es limitado.
Precisamente, el CLIMAS Hub tiene como misión fortalecer las capacidades regionales para responder de manera efectiva a la crisis climática y sus impactos en la salud. Buscamos mejorar el acceso a datos climáticos y sanitarios, asegurando que la toma de decisiones se base en información confiable y de calidad. Además, trabajaremos en el fortalecimiento de los sistemas de salud, con un enfoque en la atención primaria y comunitaria, evaluando su resiliencia frente al cambio climático y promoviendo la equidad de género en el acceso y la prestación de servicios de salud.
Uno de nuestros pilares fundamentales es el análisis y desarrollo de políticas públicas. No podemos abordar esta crisis con soluciones genéricas; es crucial diseñar estrategias adaptadas a las realidades sociales y de género de las poblaciones más vulnerables. Por ello, promovemos la integración de un enfoque interseccional en la formulación y evaluación de políticas, garantizando respuestas más inclusivas y efectivas ante los desafíos climáticos y sanitarios de la región.
Un llamado al esfuerzo conjunto para mitigar los efectos del cambio climático
En el CLIMAS Hub estamos consolidando una red regional de investigación que reúna a instituciones, organizaciones sociales e investigadores comprometidos con la equidad y la justicia climática. Nuestro objetivo es que este espacio se convierta en un referente para la generación de evidencia, el intercambio de conocimientos y la sensibilización sobre los desafíos climáticos y de salud.
Reconocemos que el cambio climático no es solo un desafío ambiental, sino una crisis de salud pública que exige una respuesta urgente, coordinada y basada en la evidencia. Por ello, trabajamos desde la academia, el sector de la salud y las comunidades para desarrollar soluciones innovadoras, fortalecer la resiliencia de las poblaciones más vulnerables y promover políticas inclusivas que prioricen el bienestar de quienes más lo necesitan, incorporando una perspectiva interseccional, ecosistémica y comunitaria.