Aquel 13 de septiembre de 2023, Hernán Camilo Pulido, director de posgrados de la Facultad de Psicología, no estaba en Colombia. Esa noche se llevó a cabo el cierre del XVII Congreso La Investigación en la Pontificia Universidad Javeriana. Aun así, en la ceremonia de premiación, se leyó su nombre ante el auditorio. Ganó el Premio Bienal Javeriano en Investigación, en la modalidad Vida y Obra, en el área de las ciencias sociales y humanas.
Esta modalidad no solo es un reconocimiento a las capacidades académicas, sino que, inevitablemente, hace pensar en la trayectoria de quien recibe el galardón. Justamente, en conversación con Pesquisa Javeriana, el profesor Pulido cuenta cómo inició en el mundo de la psicología. “Yo creo que cuando uno elige carrera, poco sabe de lo que trata el pregrado. Elegí psicología guiado por la idea cultural de lo que significa ser psicólogo”, afirma.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo para que se convenciera de que había elegido bien. “Me sorprendió muy gratamente que era mucho más de lo que yo pensaba. Me interesaron cosas que ni siquiera me imaginaba que se podían hacer con esta disciplina”, agrega. Era la segunda mitad de la década de los ochenta, y dentro de la facultad se vivían debates sobre el rumbo que debía tomar la psicología. En ese momento, como estudiante, fue partícipe de múltiples discusiones que lo ayudaron a descubrir su camino profesional.
El trabajo como objeto de estudio de la psicología
Por esos días se encontró al profesor Sergio Caicedo, quien proponía explorar y desarrollar proyectos de docencia e investigación en la psicología del trabajo, una rama no muy estudiada en Colombia en aquel entonces. Desde ese momento, Pulido se interesó por entender y conceptualizar cómo la psicología se aplica en contextos laborales. Una de esas primeras experiencias fue reveladora.
Un equipo de trabajo de la Facultad de Psicología inició actividades con organizaciones del transporte urbano de pasajeros en la capital del país. Eran empresas de busetas, de esas que luchaban la ‘guerra del centavo’, que llevaban a las personas colgando en las puertas y que paraban en la mitad de la calle para dejar y recoger pasajeros. “Nosotros llegamos con la arrogancia de los psicólogos, a prescribirle la vida a la gente, hablando de lo que había que hacer en la organización”, relata. Los resultados de su trabajo arrojaban como mejores candidatos a los que respetaban las normas de tránsito, a los más tranquilos y amables.
Sin embargo, las empresas terminaban contratando a los conductores de comportamiento opuesto, porque esas conductas, aunque peligrosas, eran las que más ganancias económicas representaban”, expresa Pulido con cierta gracia. Si bien aclara que los tiempos han cambiado y que hoy el sistema de transporte usa otros criterios, era evidente que la investigación estaba lejos de la realidad que vivían la empresa y sus trabajadores.
El profesor Pulido también tuvo experiencia en el área clínica, aquella que diagnostica y atiende los factores que afectan la salud mental. En una institución evidenció lo que en la literatura especializada se llama una “psicologización de la sociedad”, proceso en el cual se atribuyen al individuo conflictos y problemáticas que son de índole social.
Psicología crítica: una opción para cuestionar el statu quo
Su paso por la psicología clínica y del trabajo, donde la teoría disponible no respondía a las experiencias de los pacientes, lo llevó a cuestionarse sobre las limitaciones del ejercicio. Fue entonces cuando se encontró con la psicología crítica, una teoría que invita a cuestionar las metodologías, operaciones y objetivos de la psicología contemporánea. Por supuesto, aplica también para lo laboral. “Pensemos que el trabajo es mucho más complejo que lo que puede hacer y explicar la psicología. Tiene implicaciones políticas, culturales, históricas, sociales, económicas”, explica Pulido.
“Desde América Latina, no producimos objetos psicológicos, en su mayoría nos llegan importados, listos para replicar, implementar, apropiar y adaptar. Somos nosotros, los psicólogos, quienes llevamos a muy diferentes escenarios el conocimiento de nuestra disciplina. Es en la práctica cotidiana de nuestro trabajo que hacemos realmente universal a la psicología”, afirma el investigador. “Eso tiene unas implicaciones éticas que deben ser constantemente discutidas”, agrega.

Para este docente, es fundamental que los profesionales puedan cuestionarse sobre su quehacer, pues algo cotidiano, como la aplicación de una prueba, puede aportar a la construcción de una mejor sociedad.
El trabajo de Pulido no es el del investigador que se sustrae de la realidad de los investigados. Los procesos que se emprenden implican el reconocimiento mutuo con las organizaciones, de manera que las posibles intervenciones se negocian y construyen entre todos. En la investigación sobre el transporte público, por ejemplo, ha trabajado con actores provenientes de las organizaciones del sistema troncal, de las empresas alimentadoras, como también con miembros de las autoridades distritales.
En el área de psicología del trabajo de la Facultad de Psicología de la Javeriana, se ha entendido que es necesario hacer una lectura compleja de los problemas en los distintos sectores de la producción y, por supuesto, que, en los problemas del trabajo, no todo recae en la psicología de los individuos.
El profesor Pulido lleva décadas planteándose estas preguntas ―y también formulándoselas a sus estudiantes―. Al revisar su trayectoria, queda claro por qué el consejo académico de la Facultad de Psicología lo postuló a la categoría Vida y Obra. Como miembro y director del grupo de investigación Estudios Críticos de las Organizaciones y el Trabajo, ha publicado libros, capítulos, artículos y reseñas en medios especializados. Igualmente, ha llevado a cabo múltiples proyectos de investigación y dirigido trabajos de grado y tesis doctorales.
Así mismo, ha sido invitado como conferencista central en eventos académicos nacionales e internacionales, ha sido editor invitado en revistas especializadas en el tema y sus reflexiones han circulado en ámbitos universitarios a lo largo de América Latina. La Facultad de Psicología de la Javeriana lo reconoce como el padre de la psicología organizacional crítica en Colombia. “Yo creo que exageran”, responde él entre risas.
Y es que señala que los procesos académicos no son individuales. En su caso, son el resultado del trabajo que durante más de 30 años han llevado a cabo los miembros del área de psicología del trabajo de la facultad. Dice que quiere ser recordado por estudiantes y profesores como “el viejo que los hizo dudar de la psicología, pero que también les mostró que hay muchas posibilidades en la disciplina”, expresa con una sonrisa.
