Un escenario oscuro. Algunos colores en el fondo y paja en el piso. Siete cuerpos danzantes se empiezan a cuestionar por el sentido de la existencia, para qué y por qué existimos, cuál es el origen. Así iniciaba Caminantes, una obra de danza contemporánea dirigida por Katy Chamorro en 1984 y estrenada en el Teatro Colón de Bogotá. Casi cuatro décadas después, los profesores Sara Fonseca y Arnulfo Pardo, del Departamento de Artes Escénicas de la Pontificia Universidad Javeriana, desarrollaron un proyecto de investigación-creación para rendir homenaje a una de las pioneras de la danza moderna y contemporánea en Colombia.
“Refracciones no es una biografía de Katy. Ojalá alguien la haga porque es muy importante, pero el alma de esta obra responde a la pregunta de cómo nos interpela acercarnos a su obra, siendo bailarines de una generación diferente”, explica la profesora Fonseca. “Intentar acercarnos a su trabajo nos devuelve a muchas nociones acerca de nuestro propio historial dancístico, como si fuera un espejo, por eso el nombre que le pusimos. Es una manera de historizar, pero realmente nos estamos mirando a nosotros mismos”, agrega.

Ganador de la convocatoria de creación de la Vicerrectoría de Investigación, Refracciones es un trabajo investigativo de más de dos años. Utilizó material de archivo, pero también contó con la participación y asesoría de la propia Katy Chamorro. Es una reflexión académica y artística sobre el trabajo de una leyenda viva y de una maestra que por más de 28 años ha enseñado Danza en la Facultad de Artes de la Javeriana.
Una danza a través del tiempo
Crear esta obra significó un reto considerable para los investigadores. Chamorro fue una de las primeras artistas en exponer la danza contemporánea en el país. En casi cuarenta años que han pasado desde el estreno de la obra original, son muchos los cambios y transformaciones técnicas y conceptuales, de percepciones y de enfoques, que ha tenido la danza. Así, este trabajo se convierte en un diálogo entre las generaciones, un intercambio en el que fue necesario para los investigadores volver a esas formas antiguas de entender y ejercer el movimiento del cuerpo en el escenario.
Dirigida por Arnulfo Pardo, profesor de la Facultad de Artes, y con la participación de las bailarinas Sara Fonseca, profesora, y Estefanía López y Andrea Ceballos, egresadas de la carrera de Artes Escénicas, Refracciones presenta una fiel reconstrucción de una parte de la puesta escénica original, pero también hay espacio para algunas variaciones. Fonseca relata que una parte de la actuación expresa las reflexiones de cada intérprete sobre la obra Caminantes, que está inspirada en los textos del Popol Vuh. Allí se manifiesta la fascinación y admiración de los investigadores por esta creación de Chamorro, pero también se presentan algunos conflictos en la ejecución, por las diferencias tan marcadas entre ambas generaciones.

Algunas de ellas, por ejemplo, se dan con el uso de ciertos elementos dentro de la danza. Esta investigación demostró que Chamorro tiene una aproximación muy metafórica a los objetos. Estos hacen parte de un gran universo imaginario y la motivan a producir ciertos movimientos.
Refracciones es una reflexión académica y artística sobre el trabajo de una maestra que por más de 28 años ha enseñado y sigue enseñando.
“Para nosotros una cuerda tiene una textura, peso, color y todo eso puede aportar, pero sigue siendo una cuerda. Para ella el mismo elemento es un puente colgante, una división, un objeto que mide el universo”, cuenta la investigadora Fonseca. Por su parte, Arnulfo Pardo explica que la expresividad entre ambas épocas es muy diferente. La danza actual es más sobria, abstracta, no es muy teatral, mientras que la de la profesora Chamorro es muy expresiva y parece estar a disposición de su personaje durante toda la función. “Nosotros venimos de una época donde hay mucha fluidez, el cuerpo se mueve todo el tiempo con relación a la gravedad, a la inercia. Esto hace movimientos de flujo muy libres”, expone. “Son dos técnicas muy diferentes, que requieren de otro tipo de control muscular”, añade Pardo.
La expresión del cuerpo
Para el director de esta obra, la danza contemporánea es el lenguaje del cuerpo en movimiento y de todas sus capacidades expresivas, por lo que alguien que asista a una presentación de este tipo no sabe con qué se va a encontrar. Esto permite más libertad a los artistas en el escenario. “El ballet clásico, por ejemplo, tiene un vocabulario muy codificado, muy preciso. No hay mucho margen de expresión”, explica. “La danza contemporánea, por su naturaleza, debería verse con una actitud muy activa, porque es la visión de cada espectador la que completa y da sentido a la obra”, agrega.

Precisamente, Katy Chamorro da un espacio más amplio a quienes bailan. “En comparación con otros maestros contemporáneos de ella, su danza es menos codificada. Nosotros lo llamamos improvisación, aunque Katy difiere un poco con el término. Pero el punto es que aquí no hay una partitura, es tarea de cada intérprete habitar el universo que se propone, escuchar a su director y hacer que suceda”, asegura el profesor Pardo. Por ello, su recomendación al ver danza contemporánea es abrir los sentidos y dejarse sorprender por la propuesta estética y conceptual.
Refracciones es un homenaje a toda una vida dedicada a los escenarios, a las aulas de clase y a la creación de la bailarina Katy Chamorro. Es también un diálogo entre las técnicas y los conceptos que la danza ha desarrollado a través de las últimas décadas.
TÍTULO DE LA INVESTIGACIÓN: Refracciones
INVESTIGADOR PRINCIPAL: Sara Fonseca
COINVESTIGADORES: Arnulfo Pardo, Katy Chamorro, Estefanía López y Andrea Ceballos
Departamento de Artes Escénicas, Facultad de Artes
PERIODO DE LA INVESTIGACIÓN: 2019-2022
Este artículo hace parte de la revista Pesquisa Javeriana edición 62 que circula a partir del 11 de diciembre a nivel nacional. Consulte aquí la versión en PDF