Manejar un vehículo y, simultáneamente, manipular un teléfono celular u otro dispositivo tecnológico conlleva una pérdida de concentración de hasta el cincuenta por ciento e incrementa de dos a siete veces el riesgo de tener un siniestro vial, según diversos estudios reportados en la literatura y conforme al tipo de acción realizada, desde contestar una llamada hasta escribir un mensaje de texto o seleccionar una canción, pasando por navegar en una página web.
Aunque cada una de estas acciones tiene un impacto distinto sobre la atención de quien va al volante, todas implican una distracción en diferente grado y categoría: visual (apartar la vista de la vía y su entorno inmediato), auditiva (tener un estímulo sonoro que interfiere con la conducción), física (emplear una parte del cuerpo para realizar una tarea diferente a manejar) y cognitiva (tener pensamientos alternos que desconcentran al conductor de la acción principal: conducir).
Son solo segundos, pero la consecuencia puede ser fatal. Para la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras, de Estados Unidos (NHTSA, por su sigla en inglés), “enviar o leer un mensaje implica quitar los ojos de la carretera por cinco segundos […], y eso, a una velocidad de 55 millas por hora [88,5 kilómetros por hora], equivale a recorrer la longitud de una cancha de fútbol con los ojos cerrados”. No en vano, según esa entidad, en 2020 murieron en ese país 3142 personas en accidentes que involucran conductores distraídos. Y el Consejo Nacional de Seguridad, también de Estados Unidos (NSC, por su sigla en inglés), complementa señalando que uno de cada cuatro accidentes vehiculares involucra el uso del celular.
Una alternativa viable
Teniendo eso en mente, los ingenieros José Alejandro Betancur y Daniel Suárez desarrollaron una tecnología que pretende reducir ese riesgo y asistir al conductor en su interacción con el celular.
Se trata de un dispositivo que, por medio de realidad aumentada, proyecta en una pequeña pantalla, yuxtapuesta sobre el parabrisas, información básica del vehículo y del celular, además de un anillo que porta el conductor y que se conecta por bluetooth al teléfono para usarlo sin desviar la mirada del frente ni despegar las manos del volante (véase la infografía).

Este aparato se ampara en la tecnología head- up display (HUD), o visualización cabeza-arriba, que nació en la aviación militar británica durante la Segunda Guerra Mundial y que en la década de los ochenta fue implementada en la industria automotriz estadounidense.
“Hoy varios fabricantes incorporan dentro de los vehículos ―especialmente de gama alta y media― sus propios modelos de HUD con una interfaz de usuario particular para cada tipo de sistema, lo que implica que si cambias de carro tienes que aprender y acoplarte a su sistema”, explica Betancur, doctor en Ingeniería Industrial y con maestría en Mecatrónica y Administración de Empresas.
“Nuestra propuesta no tiene esa limitación, porque lo único que se necesita es el teléfono móvil de cada persona, nuestro soporte de visualización y la app que desarrollamos, y eso se adapta a cualquier tipo de vehículo”.
Además de ese beneficio, está el anillo inteligente, capaz de leer gestos hechos con el dedo índice para activar ciertas funciones del celular. “El anillo tiene acelerómetros y giróscopos que le permiten recolectar datos sobre el movimiento del dedo y su trayectoria, y por medio de un algoritmo de inteligencia artificial y machine learning clasifica ese movimiento para determinar la función que quiere el usuario”, aclara Betancur, conocedor desde hace más de una década de la tecnología HUD, gracias a su trabajo en el Centro de Investigaciones del grupo Fiat Chrysler Automobiles, en Turín (Italia), y en el Centro de Desarrollo Técnico de Renault, dado su convenio con el Instituto de la Imagen de Arts et Métiers ParisTech (Francia).
Este desarrollo, que ha sido acompañado por la Dirección de Innovación de la Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Javeriana, está esperando respuesta a la solicitud de patente en Estados Unidos y en Colombia. Además, llevó a la creación de la empresa Wearables Lab. Su producto, que inició como un guante y se simplificó en un anillo inteligente, mejora, según sus creadores, el bienestar de los conductores al reducir sus niveles de estrés por la interacción con el celular, su tiempo de reacción frente a cualquier eventualidad y la probabilidad de tener un accidente por distracción.
“El ideal es que la persona nunca use un celular cuando está conduciendo, pero eso rara vez se cumple. Nuestro objetivo es que si lo necesita usar, por lo menos tenga una mayor concentración en su contexto de conducción”, subraya Betancur. “Si estamos en un mundo en donde el internet de las cosas está tomando más fuerza y en su vehículo no tiene esta tecnología a disposición, tendrá menos posibilidades frente a la cotidianidad”, concluye.
DOS OPINIONES EXTERNAS
La falta de concentración que produce la distracción con el celular equivaldría a un microsueño, y puede resultar fatal. Las razones fundamentales de la siniestralidad son, en su orden, el exceso de velocidad y no respetar las señales de tránsito, y mucho de eso puede estar asociado al manejo de celular. Uno de cada tres motociclistas que fallecen (el grupo poblacional de más alta mortalidad en siniestros) lo hace chocando contra un objetivo fijo o cayendo solo, y eso puede ser resultado del mal manejo de frenos o la desconcentración en la vía, y en esta causa los celulares tienen gran incidencia. Lo ideal es que la gente tuviera sus dispositivos móviles apagados mientras está al volante, pero es indiscutible que su uso es masivo. Lograr que los conductores estén permanentemente conectados con la vía y su contexto es fundamental, y por ello pienso que los HUD sí ayudan, porque contribuyen a que la atención aumente y se corrija, y sea posible conducir de manera más preventiva”.
Luis Felipe Lota, director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial
“El cerebro sí puede ser multitasking, pero no al conducir porque sería un factor de distracción y riesgo. Los estudios han demostrado que todos estos dispositivos (como los HUD) mantienen en riesgo al conductor porque de todas formas implican una mente distraída. Los jóvenes y las personas mayores son quienes tienen un riesgo más alto de accidentes; los primeros, por su inexperiencia en el manejo de vehículos y los segundos, porque ya tienen reducidas sus capacidades cognitivas. Lo más importante es hacer campañas para que no se use el teléfono durante la conducción y tener una regulación más fuerte para imponer sanciones cuando hay infracción. Y se deberían usar tecnologías que puedan identificar cuándo las personas están conduciendo y desvíen una llamada o mensaje entrante a un buzón”.
Evelyne Degraff, asesora de Familia, Promoción de la Salud y Curso de Vida, Organización Panamericana de la Salud (OPS)
TÍTULO DE LA INVESTIGACIÓN:
System and method for interacting with a mobile device using a head-up display
INVESTIGADORES: José Alejandro Betancur y Daniel Suárez
Facultad de Ingeniería
PERIODO DE LA INVESTIGACIÓN: 2010-vigente