Líderes, emprendedoras, madres, esposas e hijas… son solo algunos de los roles que cumplen las mujeres la Mesa Ambiental y de Cultura Ciudadana del Río Pance en la ciudad de Cali para proteger y gestionar el recurso hídrico de su comunidad. Su territorio está atravesado por tensiones sociales y ambientales que las retan a tejer con liderazgo femenino una red de saberes y prácticas comunitarias para dar solución a las problemáticas que enfrentan.
Investigadores de la Pontificia Universidad Javeriana, seccional Cali, se acercaron a este grupo de mujeres en junio de 2023 buscando capacitarlas para que buscaran recursos externos para su organización. Sin embargo, en el diálogo con ellas, los académicos se dieron cuenta que las carencias que creían que había en la Mesa Ambiental distaban de las verdaderas necesidades de las lideresas. Fue así como nació el proyecto “Líderes, emprendedoras, madres, esposas e hijas: la relación entre el liderazgo femenino asociado al agua, su vida doméstica y laboral”.
Esta investigación, financiada por la Fundación WWB y desarrollado por la Javeriana Cali, buscaba indagar sobre los procesos de cooperación femenina para la regulación del uso del agua en el sector rural de Pance y fortalecer las relaciones de confianza y el autorreconocimiento de las mujeres como actores centrales en la cuenca. Liderado por el profesor Alejandro Sánchez López de Mesa, director de la carrera de Ciencia Política de Javeriana Cali, el proyecto significó un ejercicio de investigación formativa muy valioso para los miembros del semillero de investigación Awamuy.
Los investigadores buscaban aportar a los procesos comunitarios de gestión del recurso hídrico, pero encontraron que “ellas saben más que nosotros, se instruyen mucho, tienen cursos, tienen diplomados y acceden a otros ámbitos de la educación superior”, aseguró Isabella Delgado, estudiante de Ciencia Política y Psicología, y coinvestigadora del proyecto. “No podemos ofrecerles a ellas algo que ya tienen porque de nada les va a servir”, complementó.

Reconocimiento de las mujeres como líderes en su territorio
Integrando la Ciencia Política con la Psicología Social, los investigadores aportaron a la comunidad reconociendo a las mujeres como líderes en su territorio. En ese sentido, identificaron que las mujeres de la Mesa Ambiental de Pance tenían unas necesidades de reconocimiento de todos sus roles. “Ellas decían ‘hago muchas cosas y no sé ni siquiera cómo me alcanza el tiempo, es difícil cumplir tantos roles dentro de ese concepto de ser mujer lideresa en Pance’”, recuenta Isabela Delgado. A partir del diálogo, identificaron cómo los roles de género de las mujeres que hacen parte de la Mesa Ambiental inciden en su quehacer como lideresas en la gestión de un recurso común.

Autorreconocimiento y su importancia en la construcción de redes de apoyo femeninas
Entre las actividades, los investigadores realizaron un taller vivencial con las lideresas para reflexionar cómo se conjugan los intereses particulares con el interés común del cuidado del agua. Su objetivo era promover el autorreconocimiento entre las lideresas de Pance, reforzando su importancia para la construcción de redes de apoyo femeninas. Trabajaron, por ejemplo, alrededor de las historias de vida de las mujeres, sus roles y logros, y como estas se conectan con el cuidado del agua y el medio ambiente.
Una de las lideresas les dijo a los investigadores: “A mí desde pequeña me enseñaron a que debíamos velar por el agua, porque el agua no solamente me da vida, sino que me permite a mí y a mi familia un montón de cosas para poder sobrellevar dificultades”. A partir de esto, reconocieron que en la comunidad se manifestaban prácticas de crianza comunitarias sobre educación ambiental y cuidado del agua.
“Desde la Javeriana Cali hemos venido impulsando estrategias para fortalecer diálogos entre la academia y las comunidades para generar proyectos participativos que reconozcan los saberes locales y se impulsen a través del conocimiento científico”
Juan Pablo Delgado.
El trabajo en comunidad: un reto personal y académico
Para los investigadores, el trabajo con la comunidad significó un reto personal y académico, por ejemplo, por la necesidad de buscar puntos comunes entre diferentes actores. “Es importante relacionarse con la comunidad y poner el conocimiento en función suya. Nosotros íbamos a capacitar mujeres para que pudieran buscar recursos externos para su organización y eso realmente no era lo que ellas necesitaban. La organización ya estaba montada, ellas nos permitieron conocer a las mujeres que la integran para así fortalecer ese tejido social que estaba por debajo de la organización”, explica el profesor Alejandro Sánchez López de Mesa.
Los retos que enfrentó el equipo investigador en este proyecto y las transformaciones que tuvieron el camino sus objetivos y planeación no disminuyeron el impacto que alcanzaron en la comunidad. De hecho, esa relación permitió la creación de espacios significativos de encuentro, de reconocimiento y de fortalecimiento de las redes de confianza de la Mesa Ambiental.

Desde el punto de vista académico generaron conocimiento acerca de las redes informales que sostienen la organización social para la gestión del agua, un área que se conecta con el interés académico del profesor Alejandro Sánchez López de Mesa sobre las organizaciones políticas en general y las redes informales que se generan alrededor de las mismas. Investigaciones como estas demuestran la importancia de generar espacios de diálogo de saberes entre la academia y las comunidades para construir soluciones que realmente respondan a las necesidades que tienen.
Fortalecimiento del diálogo entre la academia y las comunidades
Juan Pablo Delgado, profesional en Apropiación Social del Conocimiento de la Oficina de Investigación y Desarrollo de Javeriana Cali considera que estos procesos exigen a los investigadores un pensamiento flexible, pues es en el diálogo en territorio donde se identifican las situaciones y donde se planean soluciones pertinentes. “Desde la Javeriana Cali hemos venido impulsando estrategias para fortalecer diálogos entre la academia y las comunidades para generar proyectos participativos que reconozcan los saberes locales y se impulsen a través del conocimiento científico. Así, descubrimos el potencial transformador de una investigación que escucha, reconoce, incluye y actúa”, añadió Delgado.