En la edición 2025 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo) un tema de relevancia estuvo presente en la conversación: la Inteligencia Artificial (IA). Este desarrollo y su amplio uso está cambiando la manera como habitamos el mundo, vivimos la tecnología y tomamos decisiones. Y también llegó para cambiar la manera como se escriben, editan, publican y leen los libros.
En diferentes discusiones entre autores y presentaciones de libros estuvo presente el rol de las herramientas basadas en inteligencia artificial. De ahí que Pesquisa Javeriana recorrió la feria con la pregunta: ¿Cómo vivir la creación, la literatura, la ciencia y el arte en tiempos acelerados de generadores de lenguaje, procesamiento complejo y atención dispersa? Esto dijeron algunos de los invitados a la Filbo en sus intervenciones.
La inteligencia artificial no es artificial
Un primer escenario de conversación estuvo titulado “En la era de Internet y de la IA”. Sucedió en el pabellón de España, país invitado en la Filbo, y reunió a conocedores de la dimensión cultural de la tecnología: el escritor Jorge Carrión, la periodista Marta Peirano y el físico Agustín Fernández Mallo. Lejos de ser una conversación sobre las capacidades y las posibilidades de la IA, se trató de una reflexión a tres voces sobre los límites, contradicciones y dilemas de la era digital.
El periodista y profesor Omar Rincón moderó el dialogo y abrió la conversación con la sentencia “Internet es lo viejo”, para luego preguntar por la manera en que podemos crear e imaginar en un mundo donde la IA avanza exponencialmente cada día. A partir de ahí la conversación derivó en una exploración crítica sobre los modelos amplios de lenguaje (LLM en inglés, que es como se conoce a herramientas como Chat GPT, Gemini, o DeepSeek), su impacto ecológico y social, y la urgencia de tomar decisiones políticas y culturales ante esta nueva omnipresencia.
Marta Peirano, periodista especializada en tecnologías informáticas y poder, fue categórica en su intervención: “La IA no es inteligente ni es artificial”. La periodista explicó cómo estas tecnologías requieren una cantidad “extenuante” de recursos materiales y humanos que son finitos y que además se sostienen sobre el lenguaje, nuestra estrategia de comunicación primordial.
Frente a esto Agustín Fernández Mallo, físico y escritor, trajo a la discusión el mito de lo digital, señaló que pensar el internet como algo inmaterial es errado: “Internet tiene cuerpo y materialidad” y, como todo lo físico, genera degradación. Asimismo, llamó la atención sobre las metáforas del mundo informático: “Memoria, procesamiento, inteligencia… hay que tener cuidado con esas palabras”, porque le estamos pidiendo a la IA que haga cosas de una vida donde la IA no existía, como “pedirle a un coche que vaya a la velocidad de un caballo”, subraya, tenemos que saber qué podemos pedirles.
“Los modelos de lenguaje han hackeado nuestra tecnología principal: el lenguaje. Generan algo que parece conocimiento, pero no lo es, es repetición”.
Marta Peirano
En esto coincidió Jorge Carrión, autor de ensayos sobre cultura, conocimiento y tecnologías, quien hizo énfasis en que “todo lo que hacemos está atravesado por Internet” y la llegada de la IA sucede en un momento en que la humanidad tiene otro tipo de conciencia. “Hemos llegado a la IA sabiendo que hay una explotación de recursos detrás”, comentó el autor, por ello es necesario tomar decisiones éticas, políticas y creativas sobre los costes y los beneficios reales derivados del uso de este tipo de herramientas.
Por primera vez, explicó Marta Peirano, va a cambiar la forma en que hemos explotado el arte. La IA ha explotado recursos artísticos, pero no sabemos si lo que produce puede o no tener derechos. Frente a estos retos el problema no es la tecnología en sí, sino quién la controla y ante esto comenta que “el futuro no será maravilloso porque está en manos de gente muy peligrosa”.
“Sabiendo lo que consume y a quién beneficia, hay que preguntarse cómo usarla y cuál es la mejor herramienta”
Jorge Carrión
Crear con inteligencia artificial: Hacer transmedial la imaginación
Otro espacio de conversación sobre la IA tuvo lugar en la carpa de Libros para comer: el Taller Universos Cuánticos: El Arte de Co-crear Literatura con Inteligencia Artificial. Orientado por Leonardo Ordóñez, ingeniero, desarrollador e innovador social que hizo una demostración sobre como herramientas basadas en inteligencia artificial son utilizadas para construir libros, personajes, imágenes y universos narrativos completos sobre cualquier tema.
Durante el taller, Ordóñez compartió el caso de la colección Cuentos Cuánticos para Astronautas del Planeta Tierra, un contenido infantil creado con ayuda de modelos de lenguaje e imagen que sucede en paisajes colombianos. Cada capítulo fue generado con IA, a partir de la entrega de instrucciones especificas (prompts) sobre lo que se deseaba para la creación del contenido. El modelo generó la redacción del libro capítulo a capítulo, las ilustraciones e incluso la visualización de los personajes y los universos que habitaban. “La IA nos ayudó a escribir los capítulos y a construir los escenarios con base en nuestras instrucciones”, explicó Ordóñez mientras el modelo de lenguaje producía el texto en la pantalla que tenía tras de sí.

El proceso incluyó la elección de arcos narrativos, puntos de vista, desarrollo de los personajes y toda la visión estética de los mundos que habitaban mientras usaba herramientas de creación audiovisual, ajuste a formato 3D y visualizaciones holográficas para su uso en realidad aumentada o virtual.
Expuso, además, que haciendo uso de las herramientas es posible completar procesos editoriales completos y realizar incluso el registro de derechos digitales. Para Ordóñez estas herramientas permiten que “cualquier niño, desde los 7 años, pueda ahora crear su propio libro. Solo necesita un computador de gama media y conexión a la nube. Ahora todos pueden ser autores”.
Si bien la posición de Ordóñez es ejemplo de las opiniones de un sector sobre la incursión de la IA en la producción literaria, aún quedas muchas preguntas por resolver sobre la autoría y la originalidad. Por ejemplo, en Colombia, la Dirección Nacional de Derechos de Autor ha aclarado que es necesario la intervención humana en una obra para reconocer los derechos morales y patrimoniales, pero, desde otras orillas sugieren que la IA supone desafíos para las leyes de propiedad intelectuales con que contamos hoy.

Desafíos compartidos
Ambos escenarios en la Filbo plantearon un panorama en común: la IA no es solo una herramienta, es un fenómeno complejo que nos obliga a repensarlo todo. Podría ser considerado parte de la evolución del pensamiento humano, un producto de la deriva biológica cuyo siguiente paso no necesariamente tendría que ser orgánico. Un evento que cambiará desde cómo escribimos, entendemos el arte, la educación y la propiedad intelectual hasta la manera en que valoraremos lo exclusivamente humano.
Lejos de glorificarla o demonizarla, las conversaciones que se abrieron en la Filbo sobre la IA en estos y otros espacios permite reflexionar de manera “orgánica” sobre lo que implica coexistir con una creación humana que cambia la manera de entender lo individual y lo colectivo. La mayoría de las voces coincidieron en que todo depende de las decisiones que tomemos de aquí en adelante: en cómo se aborden temas sobre transparencia y equidad. En cómo se atribuya la responsabilidad sobre los impactos de la implementación y el uso, pues como concluyó Carrión durante su panel: “estamos en un momento fascinante, no sabemos qué va a pasar, pero tenemos que pensarlo, discutir y actuar”.
Nota de la ¿co?-autora: Este texto fue desarrollado con asistencia de un modelo de lenguaje basado en inteligencia artificial.