Si hay algo que Colombia debe agradecerle a Carlos Corredor Pereira (1936-2022) es su voluntad de aportar para tener un país mejor. Corredor dejó huella en las instituciones donde trabajó para ganarse la vida y en aquellas donde colaboró gratuitamente.
En la Pontificia Universidad Javeriana fue decano de la Facultad Ciencias y creador del doctorado en Ciencias Biológicas. Se le recuerda como “un visionario, alguien adelantado a su época”, de acuerdo con palabras del actual rector P. Jorge Humberto Peláez, S. J. Sus propuestas en educación superior eran novedosas y casi revolucionarias, tanto que, en algunos casos, siguiendo al rector, “no logró permear esas ideas entre muchos de sus colegas”.
Sus años de formación en los Estados Unidos —pregrado, maestría y doctorado en la década de los años 60—, le dieron no solamente bases de química y bioquímica, sino una mirada a la forma como un país que cree en apoyar a la comunidad científica puede salir adelante.
En su vida laboral pasó por varias universidades —la del Valle, Javeriana, San Buenaventura y Simón Bolívar— y ocupó cargos directivos y administrativos. En la del Valle, por ejemplo, inauguró el cargo de vicerrector de investigación. Y aunque son muchos los que fueron sus alumnos en ciencias básicas — uno de sus objetivos de vida era formar científicos—, no les inculcaba conceptos científicos exclusivamente, pues creía que los egresados de esa facultad debían ser personas cultas y no solamente buenos profesionales, así lo ratificaba el padre Peláez citando a Carlos Corredor en el homenaje que le hiciera la Facultad de Ciencias de la PUJ en días pasados: “La única manera en que un profesional pudiese ubicarse en la sociedad es conociendo los condicionantes históricos, económicos, geográficos y políticos que hacen que seamos como somos, ¡Nada más cierto y actual!”.
Su línea de investigación en bioquímica fueron las enzimas, el metabolismo y la bioquímica nutricional.
Asimismo, su alumna Alba Alicia Trespalacios, hoy decana de la Facultad de Ciencias, expresó sobre Carlos Corredor que “su pasión por la ciencia fue absolutamente contagiosa y una verdadera inspiración para quienes lo conocimos. Recordamos las conversaciones con él, como altamente imaginativas y una de las interacciones científicas más creativas y emocionantes que jamás hayamos tenido. Atesoraré mis recuerdos de Carlos y recordaré su hermosa mente y la persona que me mostró cómo abordar la ciencia y la vida de una manera verdaderamente única e imparcial”.
Aportes a la política científica y a la consolidación de la comunidad científica colombiana
Carlos Corredor fue uno de los científicos que promovió la idea de que el país tuviera más profesionales con doctorado. “Lo conocí primero como impulsador de becas doctorales y desarrollo de programas y proyectos de investigación junto a Álvaro Alegría desde la Universidad del Valle”, recuerda el microbiólogo Felipe Guhl, profesor investigador de la Universidad de Los Andes. “Crearon una asociación de investigadores en ciencias fisiológicas que posteriormente se convirtió en la actual Asociación Colombiana de Ciencias Biológicas”, continúa Guhl. Con ellas se abrió “la necesidad de formación a nivel doctoral en el país”, añade.

Por otra parte, Corredor organizó con Carmenza Duque, química de la Universidad Nacional Carmenza. el Seminario Internacional Tendencias y Futuro de la Investigación en Parasitología y Productos Naturales en 2009, idea que surgió de una de las sesiones de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, ACCEFyN, de donde era miembro de número.
La organización jerárquica es, de abajo hacia arriba: miembro asociado, correspondiente, de número y honorario.
Corredor también fue uno de los fundadores de la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia —A.C.A.C. y ahora Avanciencia— y de Maloka. Perteneció a sus juntas directivas durante muchos años ocupando incluso el cargo de tesorero en los primeros años de esas organizaciones. “Era muy activo en los temas de ciencia y tecnología, una persona muy valiosa en diferentes dimensiones”, dice Eduardo Posada Flórez, presidente de la Avanciencia. “Hizo parte del Foro Maloka, iniciativa que apoyó todos los aspectos de la que luego se convirtió en la Ley 1286 de 2009”, la segunda ley que el país expedía en el tema de ciencia, tecnología e innovación.
En sus ratos libres, apoyaba a sus colegas científicos en diversas actividades porque era ‘todero’. Lideraba y ayudaba proyectos de investigación, diseñaba propuestas de política científica para los diferentes gobiernos de la segunda mitad del siglo XX, publicaba en revistas científicas, tenía columna en el diario La Opinión, de Cúcuta, y conversaba a menudo con sus colegas sobre la importancia de promover el espíritu científico.
La ciencia en la sociedad
Entre los aciertos de la entonces A.C.A.C., Corredor destacaba en un artículo los proyectos de divulgación de la ciencia, entre ellos Expociencia-Expotecnología, la revista Innovación y Ciencia y Maloka, de los cuales fue un gran impulsor. Incluso hablaba de la importancia del periodismo científico cuando en 2010, con motivo de los 40 años de la A.C.A.C. escribió: “Es absolutamente necesario un cambio cultural que haga que los colombianos crean en sus propias capacidades para que los propósitos de la A.C.A.C. y aún los de la normatividad sobre ciencia, tecnología e innovación se cumplan. Esto implica que haya una mayor difusión de los resultados de los proyectos y programas de investigación que se llevan a cabo en laboratorios universitarios e industriales. Una manera de hacerlo sería la creación de una agencia de noticias científicas…”
Como muchos javerianos y miembros de la comunidad científica, uno de los recuerdos que surgen de manera espontánea al evocar a Carlos Corredor Pereira es su risa, atrevida y contagiosa, impronta de su modo de ser, directo pero respetuoso, y con buen humor.
“Gracias, Carlos”, dijo Trespalacios “por estos maravillosos recuerdos y la inspiración que has sido para todos nosotros”.