Pesquisa Javeriana 66
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Edición 66
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¿Qué tiene tu ensalada?

El uso de agua contaminada con microorganismos de origen fecal en el riego de cultivos como fresas y lechugas, junto con la falta de control e higiene a lo largo de la cadena de suministro en Colombia, pone en riesgo la salud de los consumidores. Una investigación javeriana detectó patógenos en estos productos y determinó el origen de dicha contaminación.

POR: EDWARD ALEJANDRO DÍAZ  / INFOGRAFÍA: CAMILA DUQUE-JAMAICA

La Organización Mundial de la Salud estima que 2.000 millones de personas en el mundo dependen del uso de agua contaminada para diversos fines, incluido el riego de cultivos. Lo anterior representa un riesgo especial cuando se trata de productos frescos destinados al consumo directo, sin desinfección o cocción. Por ejemplo, fresas y lechugas que cualquier consumidor compra en el mercado y, sin saberlo, contiene microorganismos que pueden comprometer su salud.  

Un artículo de investigadores de la Pontificia Universidad Javeriana publicado en la revista Heliyon analizó muestras de estas frutas y hortalizas para establecer si estaban contaminadas y el origen de dicha contaminación. Tras tomar muestras en cultivos, plazas de mercado y supermercados de cadena en Bogotá, buscaron determinar si la alteración provenía del uso de agua del río Bogotá en las actividades agrícolas o de fallas en la manipulación de los alimentos a lo largo de la cadena de suministro. 

En esta investigación, Fidson Vesga, Camilo Venegas, Valentina Flórez y Alba Trespalacios, del Departamento de Microbiología de la Universidad Javeriana, junto a Andrea Sánchez de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, analizaron un total de 50 muestras, distribuidas equitativamente entre fresas y lechugas. Parte de las fresas analizadas se cultivaron en fincas de los municipios de Chocontá, Guasca y Sibaté, mientras que las lechugas procedían de cultivos establecidos en Chía, Cota, Cajicá y Zipaquirá.  

Allí se utiliza agua del río Bogotá y sus afluentes para el riego, a pesar de que sus niveles de contaminación oscilan entre aceptables y moderados, según la reglamentación regional. Además, fueron recolectadas aleatoriamente en plazas de mercado y supermercados de Bogotá, en las localidades de Kennedy, Puente Aranda, Bosa y Teusaquillo.  

Para evaluar la calidad de las fresas y lechugas se utilizaron indicadores microbiológicos, —microorganismos que no necesariamente causan enfermedades, pero cuya presencia sugiere contaminación fecal—. La presencia de estos permite evaluar la calidad sanitaria de los alimentos y del agua, y en algunos casos, ayuda a identificar si la fuente de contaminación es humana o animal. 

Entre los microorganismos hallados por los investigadores en las muestras se encuentran E. coli y coliformes totales, permitidos por la normatividad, pues en bajas concentraciones no representan un riesgo para las personas. También, detectaron Salmonella, una de las principales causantes de gastroenteritis, y Enterococcus, bacterias que indican una fuerte contaminación fecal y que, a pesar de su presencia notable en las muestras, no están reguladas por el sistema de salud colombiano.  

Por otra parte, para determinar el origen de la contaminación, se estudió la presencia de Bacteroides, que dan pistas de si la contaminación proviene de personas o de animales rumiantes. Los investigadores concluyeron que es mixta. Sin embargo, también hallaron Helicobacter pylori, un patógeno exclusivo del ser humano, que confirmó que parte de la contaminación en fresas y lechugas proviene de desechos fecales humanos. 

Análisis de contaminación fecal en fresas y lechugas

2.000 

millones de personas

consumen agua contaminada con microorganismos de origen fecal.

El río Bogotá

se usa para regar productos agrícolas, incluidos alimentos de consumo crudo como fresas y lechugas. Estos alimentos, en su mayoría, se venden frescos, sin tratamiento ni desinfección previa.

¿Cuál es el origen?

Un grupo de investigadoras javerianas inició un proyecto de investigación con el fin de determinar el origen de la contaminación fecal, específicamente, para entender si esta es de origen humano o animal.

Primero se tomaron 50 muestras (25 de lechugas y 25 de fresas) de los municipios de:

Chocontá

Zipaquirá

Guasca

Sibaté 

Cajicá 

Cota

Chía

Bogotá

Se utilizaron diversos microorganismos

que funcionaron como indicadores, es decir, una selección de microorganismos no patógenos que pueden revelar contaminación fecal y, en algunos casos, su origen.

Coliformes totales y E. coli

Están en la normativa nacional; concentraciones menores no causan daño humano.

Enterococcus

No está normatizado; es un indicador fuerte de contaminación fecal, más resistente y peligroso.

Salmonella

Está normatizada y es una de las principales causantes de gastroenteritis, diarrea, entre otros.

Helicobacter pylori

Es un patógeno exclusivo del ser humano y no afecta a otros organismos. Su presencia en el río indica contaminación por desechos fecales humanos.

Bacteroides

Para detectar la presencia de Bacteroidetes, se emplearon unos reactivos específicos que permiten diferenciar entre contaminación fecal humana (HF183) y contaminación fecal de animales rumiantes (CF128).

Hallazgos*

Lechuga

*Se recolectaron 8 muestras de cultivos, 8 de plazas de mercado y 9 de supermercados; para un total de 25 muestras.

Es fundamental implementar medidas preventivas y de control en toda la cadena productiva para garantizar la seguridad de los alimentos antes de su distribución. Se recomienda a los consumidores mantener buenas prácticas de higiene al manipular alimentos, mientras que las autoridades deben fortalecer la vigilancia sanitaria y los productores mejorar las prácticas de inocuidad.

Los niveles de Enterococcus encontrados son notables. Además, es resistente a temperatura, pH y deshidratación, lo que permite su persistencia en alimentos mal desinfectados. Sin embargo, aún no es regulado por el sistema de salud colombiano.

La presencia de Helicobacter pylori indica contaminación humana en los alimentos.

La presencia de Salmonella en estos alimentos indica que no se cumple con la normatividad colombiana (Resolución No. 1407 de 2022), que prohíbe su presencia en frutas y verduras frescas, peladas o cortadas, debido a las graves implicaciones para la salud.

La detección de marcadores de Bacteroides (HF183 para fecal humana y CF128 para bovino) en fresas y lechugas reveló contaminación mixta en ambos alimentos. Se encontró mayor presencia de HF183 en fresas (62,5 %) y CF128 en lechugas (75 %).

*Hanna Beltrán colaboró con la redacción de este contenido