Las instituciones universitarias a través de sus programas de doctorado enriquecen la sociedad al dotarla de capital humano capaz de proponer las nuevas fronteras del conocimiento que aplicado permitirán solucionar las problemáticas humanas y sociales, y contribuir significativamente a su desarrollo. De la misma forma, con la investigación y con la formación de investigadores, la universidad le señala a la sociedad metas ulteriores y le propone nuevos marcos axiológicos y culturales.
Pero eso no es todo: los doctorados, realizados en el contexto colombiano, contribuyen al fortalecimiento de los grupos de investigación y aseguran la continuidad de sus líneas de investigación. Además, facilitan y complementan las estrategias de jóvenes y de noveles investigadores, y permiten un mejor aprovechamiento de los recursos públicos y privados destinados a la investigación. Por último, ayudan en parte a subsanar la perspectiva disciplinar y la inexperiencia interdisciplinar, tan común en nuestros medios académicos.
Según las más recientes estadísticas en Colombia se ofrecen aproximadamente 95 programas de doctorado, ofrecidos por 22 universidades. Aunque es una cifra significativa, en comparación con otros países latinoamericanos, deja en claro que aún hay bastante camino por recorrer. Como punto de referencia, podemos señalar dos países que están a la vanguardia de la investigación en América Latina: Brasil, que registra más de 1050 programas de doctorado y México que se acerca a los 500. A pesar de esto es posible ser optimista: en nuestro país las cifras relativas a programas doctorales, se han incrementado especialmente en los últimos años. En el 2003 contábamos con 42 programas, hoy es posible acceder a casi el doble. Quizás el punto que preocupa –en términos de futuro– son las capacidades del país para arbitrar los recursos económicos que permitan a los estudiantes doctorales desarrollar plenamente su experiencia formativa investigativa.
Las universidades privadas colombianas han implementado la tercera parte de los nuevos doctorados. En particular la Pontificia Universidad Javeriana cuenta con 5 programas aprobados. Estos son: Filosofía, Ciencias Biológicas, Teología, Estudios Ambientales y Rurales, y Ciencias Jurídicas, además de dos en trámite ante el Ministerio: Ingeniería y Ciencias Sociales y Humanas. A ellos se suma el Doctorado en Derecho Canónico con titulación eclesiástica.
Formar doctores en Colombia es por lo tanto una opción estratégica y de futuro para el país y para la Universidad Javeriana uno de los pilares para la realización con calidad y pertinencia de su proyecto educativo, tal como lo señala el Padre Rector en la entrevista publicada en este número de la Revista Pesquisa.