Las discusiones filosóficas en torno a la educación son importantes y son necesarias. Pero también es verdad que en ocasiones resultan insuficientes. Son iluminadoras porque aportan luz en medio de la oscuridad conceptual de la Realpolitik, aunque no por ello lo resuelven todo.
Autor: Vicente Durán Casas S.J.
El pasado 1º de octubre, día de la Universidad, el vicegrancanciller de la Pontificia Universidad Javeriana, P. Francisco de Roux, S. J., dio posesión —junto a otros dos nuevos vicerrectores— a la socióloga Consuelo Uribe Mallarino, Ph.D. en antropología social, como primera vicerrectora de Investigación de la Universidad.
La lucha contra la pobreza y por la equidad social es una tarea que recae sobre todas las instituciones sociales. Las universidades, tanto públicas como privadas, no se escapan de la responsabilidad que les corresponde.
En este año 2012 la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana cumple setenta años de existencia. Ha producido conocimiento científico de altísima pertinencia y calidad al servicio de la salud de los colombianos.
A lo largo del año 2011 la Pontificia Universidad Javeriana desarrolló, tanto en la sede central de Bogotá como en la seccional de Cali, diversas actividades en orden a la autoevaluación que habría de conducirnos a la renovación de la Acreditación Institucional de Alta Calidad.
La Red Telescopi se creó hace tres años. Su objetivo principal es observar, analizar y divulgar buenas prácticas en el direccionamiento estratégico de las universidades de Europa y América Latina, y así contribuir a fomentar la relevancia y la calidad de la educación superior.
La lucidez para innovar a tiempo no es propiedad exclusiva de ningún tipo de actividad, de ningún gremio, de ninguna institución.
Las discusiones filosóficas en torno a la educación son importantes y son necesarias. Pero también es verdad que en ocasiones resultan insuficientes. Son iluminadoras porque aportan luz en medio de la oscuridad conceptual de la Realpolitik, aunque no por ello lo resuelven todo.
Siempre me he preguntado, con algo de curiosidad y admiración, cómo hacen los investigadores para elegir los temas que ocupan su atención, en los cuales invierten sus recursos y a los que consagran su tiempo —incluido, en muchos casos, el tiempo de su vida privada.
En este mundo cada vez más globalizado, los desequilibrios se manifiestan en muchos aspectos, tienen su origen en realidades muy complejas y son de diverso tipo. Pero quizás ninguno tan sutilmente pernicioso como el desequilibrio mundial en la producción y apropiación del conocimiento científico.