Los profesores Leonor Convers y Juan Sebastián Ochoa no tuvieron que subir a la Serranía de San Jacinto, Bolívar, para hacer trabajo de campo con los famosos gaiteros: el grupo “Los Bajeros de la Montaña”, heredero de esta tradición, se encontraba establecido en el barrio de La Candelaria, en Bogotá, donde comenzó el intercambio de saberes para producir un método de enseñanza musical único en el país.
Leonor Convers es maestra de música vinculada a la Javeriana desde 1994, donde ha estado a cargo del énfasis en Jazz y Músicas Populares del Departamento de Música, y actual Decana Académica de la Facultad de Artes. Juan Sebastián Ochoa es músico de esta universidad con énfasis en ingeniería de sonido, y se encuentra vinculado a la carrera desde el año 2000, donde también coordinó el énfasis de Jazz. Su pasión y mutuo interés por las músicas tradicionales colombianas los llevó a investigar en esta línea, y el resultado del primer proyecto de investigación es el libro Gaiteros y tamboleros. Material para abordar el estudio de la música de gaitas de San Jacinto, Bolívar (Colombia), publicado por la Editorial de la Javeriana y que comenzó a circular a finales del 2007.
Fredy Arrieta, el director del grupo y uno de los mejores gaiteros del país, oriundo de San Juan Nepomuceno, y Joche Plata, tambolero sanjacintero, fueron los maestros de los maestros. Con ellos recogieron la información a través de entrevistas, encuentros, parrandas, conciertos, grabaciones y talleres.
Con esta propuesta metodológica, pionera en la Facultad de Artes y en Colombia, el lector aprende cómo interpretar los instrumentos que conforman el conjunto de gaitas (gaitas macho y hembra, alegre, llamador, tambora y maracón) en los géneros más representativos: gaita, cumbia, porro y puya. Como en el método Play along —tan extendido en Estados Unidos para la enseñanza del Jazz—, los autores diseñaron una propuesta pedagógica con partituras y abundante material visual y sonoro para interpretar a la manera de los músicos tradicionales. Como en el karaoke, la invitación es a tocar la gaita con la pista de otros instrumentos y de las canciones.
Según precisa la maestra Carolina Santamaría en el prólogo de la obra, el libro va más allá de las descripciones de los géneros musicales “y se enfoca en la experiencia y en el placer de tocar”. Agrega que la mayor originalidad del texto reside en la multiplicidad de voces: “Los autores transcriben todo el tiempo las opiniones de los músicos, nos dejan ver en los videos la manera como se mueven cuando tocan los instrumentos, y nos dan la oportunidad de tocar con ellos a través del uso del play along”.
En ambiente de parranda
El valor agregado del material —reunido en un kit con dos tomos, 3 CD y un DVD que permite seguir la técnica de ejecución de los instrumentos en una parranda— lo conforman los testimonios de los “Bajeros de la montaña”, que mantienen vivo el espíritu musical de los viejos gaiteros de San Jacinto y la tradición oral de la región. Ellos representan a la nueva generación de músicos, oriundos en su mayoría de Montes de María la Alta (llamada también la Serranía de San Jacinto), muchos de los cuales llegaron a la capital desplazados por el conflicto armado. Vivir en la ciudad ha hecho que su pasión sea ahora también su profesión. “Aquí son músicos profesionales que viven del oficio (tocan la música, fabrican instrumentos con materiales que les envían y dan clases; allá eran jornaleros, y la música hacía parte de la vida cotidiana”, aclaran los investigadores.
Es así como el encuentro con los profesores javerianos fue enriquecedor para ambas partes: ellos tienen la posibilidad de mostrar a un público especializado su profesionalismo y respeto por la tradición folclórica, y los investigadores de tomar este acervo para difundirlo mediante la enseñanza. Leonor y Juan Sebastián seleccionaron, organizaron, transcribieron y analizaron el material, y los “Bajeros de la Montaña” realizaron las grabaciones y aportaron su conocimiento. En el libro se sienten sus voces, no las de los académicos, que en este caso se asumieron como intermediarios. “Este material no los reemplaza a ellos, los complementa, y permite que los conozcan en todo el país y en otros países”, afirma Leonor Convers.
Gaitas en Alemania
Gracias a los contactos académicos que tenía en Alemania, Convers realizó talleres para probar el material con profesores y estudiantes de la Universidad de Bellas Artes de Berlín (UdK), y ya existe la oferta de traducir el libro al alemán para una escuela de percusión. También se presentó en un encuentro de saberes populares que tuvo lugar en Ciudad de Villa María (Córdoba, Argentina), y en un congreso de estudios latinoamericanos de educación musical realizado en Liverpool, Inglaterra. Pero lo que más ilusión le hace a los profesores es ir como jurados al Festival de gaitas de Ovejas (Sucre), donde se dan cita los gaiteros de la región —nuevos y veteranos que miden sus capacidades— y hay particular interés en capacitar a los niños y jóvenes para el relevo generacional.
Animados por la acogida del libro, este dúo de investigadores emprendió el segundo proyecto sobre la música del Pacífico sur colombiano, que abarca desde Buenaventura hasta Tumaco, con ritmos como el currulao y la juga. En este segundo proyecto sí viajaron a Cali para trabajar de la mano con el grupo Gualajo, y editarán el segundo libro para esta naciente y sonora colección de música popular colombiana. Así continúan esta línea de etnomusicología para describir y analizar las músicas de los “otros” y para difundir y popularizar desde la academia la memoria musical de distintas regiones del país.
1 comentario
En 1989 escribí el libro sobre los Gaiteros de san jacinto el cual este año estoy reeditando, estaban vivos varios de los pioneros, mi teléfono es 3005905633