Mientras los monocultivos de caña de azúcar avanzan en el norte del Cauca, las nuevas generaciones usan el arte para activar las memorias de la resistencia.
Aunque la legislación colombiana autoriza la caza de fomento de algunas especies amenazadas de aves, mariposas y ranas, existen aún muchos interrogantes sobre cómo se implementa esta actividad. ¿Está en juego la conservación de las especies involucradas?