Producir conocimiento científico en neumología, geriatría, cuidado crítico y reumatología -una especialidad médica que se encarga de los trastornos relacionados con el aparato locomotor y el tejido conectivo- para y desde Colombia es la apuesta de esta joven investigadora dedicada a la medicina.
Daniela Patiño Hernández es residente del departamento de Medicina Interna en el Hospital Universitario San Ignacio, ubicado en Bogotá. A sus 27 años cuenta con más de 33 publicaciones científicas, ha participado en actividades académicas como congresos, intercambios internacionales y ha sido asistente de investigación.
Su motivación para entrar en el campo de la ciencia consiste en crear conocimiento. “Como médicos no podemos únicamente esperar la llegada de la literatura internacional y aplicar estos hallazgos en nuestros pacientes. Es importante crear soluciones a nivel local, conocer, por ejemplo, cuáles son los factores de riesgo en nuestra población y estudiar la aplicabilidad de los resultados de los grandes estudios en nuestro medio”, dice.
El despegue de un vuelo científico
Patiño nació en Bogotá y, debido al trabajo de su padre, a los ocho meses se mudó a Londres, donde vivió cinco años. Después migró a Quito, Ecuador, y allá vivió diez. En su último año de bachillerato regresó a Colombia con un objetivo claro: ser médica.
En el 2012 ingresó a la carrera de Medicina en la Pontificia Universidad Javeriana y en cuarto semestre entró al semillero de Neurociencias y Envejecimiento, dirigido por el geriatra Carlos Alberto Cano, lo que le permitió continuar viajando por el mundo pero, esta vez, para investigar y potenciar sus estudios.
En 2015 aterrizó en el aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México con un compañero del semillero.
“Este viaje ocurrió en el marco de una investigación que se desarrollaba en Bogotá. La idea era evidenciar síndromes geriátricos como la fatiga y la sarcopenia, que es la pérdida de masa, fuerza y funcionamiento de los músculos que impide realizar actividades como caminar o comer”, explica Patiño.
Viajaron para aprender sobre pruebas estadísticas y manejo de software en el Instituto Nacional de Geriatría de la mano del médico Ulises Pérez. El objetivo era aplicar esos nuevos conocimientos en una encuesta que se adelantaba en Bogotá.
Uno de los resultados fue la relación significativa entre la depresión y la enfermedad pulmonar obstructiva, EPOC, en los adultos mayores.
Durante el mes que estuvo en Ciudad de México, Patiño escribió su primer artículo científico. En ese momento, el doctor Pérez le dio un consejo que aún pone en práctica: “Para escribir, lo primero que hay que hacer es ponerle el título y los autores, si pones tu nombre, seguro que lo vas a acabar”.
Dos años después, cuando estaba en décimo semestre de Medicina, existía la posibilidad de viajar a Washington, Estado Unidos, al Congreso de la Sociedad Torácica Americana, ATS.
Patiño quería presentar una ponencia, pero aún no se había graduado. “Le pregunté a mis profesores si podía hacerlo y la respuesta lógica hubiera sido no, porque aún no tenía experiencia, pero me dijeron que sí. Tuve que prepararme un mes completo”, recuerda con emoción.
Al gigantesco centro de convenciones asistió con la profesora Alejandra Cañas, directora del Departamento de Medicina Interna y neumóloga de la Universidad Javeriana, para presentar la investigación científica que desarrollaron en el semillero, en conjunto con el Instituto Nacional de Geriatría de México, sobre cómo los adultos que padecen sarcopenia tienen mayores índices de mortalidad por EPOC. Este fue uno de varios artículos que resultaron de esta investigación.
Producir conocimiento desde y para el país
Después de graduarse, en 2018, Patiño continuó en el semillero de investigación. Allí presentaron un proyecto que ampliaba la información sobre las condiciones sociodemográficas y de salud de los adultos mayores a nivel nacional, ya no solo en Bogotá.
En este proyecto participó como joven investigadora e innovadora del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y pudo evidenciar que entre el 54 % y el 58 % de esta población tiene acceso a las tres comidas diarias y que entre el 10 % y el 18 % de adultos mayores presentan síndromes geriátricos como la sarcopenia.
Más campos de acción
Aunque Patiño inició su carrera investigativa en el área geriátrica, ahora se desempeña en campos como la reumatología y el cuidado intensivo.
Sobre el primero realiza una investigación acerca de la cantidad de reumatólogos disponibles para cubrir la demanda de esta especialidad en Latinoamérica. Encontró que no hay muchos, razón por la cual inició el programa de Reumatología en la Universidad Javeriana.
Del segundo campo ha participado en diversos estudios que analizan el potencial rehabilitatorio que tiene un paciente al ingresar a una unidad de cuidado intensivo y los factores que influyen en la autoextubación de una persona –cuando un paciente está sedado, pero aún así se retira los tubos que le permiten respirar.
Daniela Patiño llega a las seis de la mañana al Hospital San Ignacio y visita a sus pacientes: pasa revista, revisa los exámenes de cada uno y sus historias clínicas. Después los examina y les explica qué medicamentos o procedimientos van a tener en el día. En la tarde está en consulta externa y una vez a la semana y durante sus tiempos libres se dedica a investigar.
“Eso es lo que más me gusta de mi trabajo: conocer tantas historias de vida, tener un impacto sobre ellas y acompañar a las personas en los procesos de enfermedad, que son tan difíciles muchas veces”, comenta.
Aunque hay casos en los que no hay respuestas inmediatas a algunas enfermedades, para esta joven la investigación brinda un abanico de soluciones que pueden resolver incógnitas o, por lo menos, permiten mejorar la calidad de vida de los pacientes. “Eso sí, lo más importante es continuar haciendo ciencia desde y para el país”, concluye.