Luego de casi cuatro años de recorrer los territorios del país, de recoger más de 30 mil testimonios y de recabar datos con diferentes fuentes, la Comisión de la Verdad presentó dos de los diez capítulos de Hay futuro si hay verdad, el informe final con el que presenta a la sociedad las narraciones sobre el conflicto armado en Colombia.
Este extenso documento -con versión impresa y multimedia-, recoge diversas voces, documentos oficiales y académicos y otras fuentes de información sobre los hechos de violencia (como el secuestro, las agresiones sexuales, las tomas de territorios, el desplazamiento y el reclutamiento forzados) en las regiones del país en el marco del conflicto armado de más de 50 años.
Lo publicado hasta ahora incluye el primer capítulo Hallazgos y recomendaciones de la Comisión de la Verdad de Colombia al Estado colombiano y el “manifiesto” del padre Francisco de Roux, S.J., presidente de la comisión, en el que explica “las claves para leer el impacto de la guerra, su evolución en el tiempo y lo que la comisión considera como sus hallazgos fundamentales que den claves para entender el conflicto de la confrontación armada más en profundidad”.
La comisión también presentó el volumen titulado Cuando los pájaros no cantaban: historias del conflicto armado en Colombia, de 515 páginas, que reúne una amplia serie de relatos en primera persona en la que hombres, mujeres y jóvenes cuentan cómo les tocó la violencia, cómo la padecieron tanto ellos como sus familias y, algunos, cómo la perpetraron. Así lo describe Alejandro Castillejo-Cuéllar, comisionado que dirigió este capítulo y que contó con la coordinación de Nathalia Salamanca Sarmiento y Magdalena Frías Cruz.
“Como mis hijos entraron a la escuela, comenzaron a jugar a los guerrilleros con los otros niños. Con el palo de metralleta: ¡ta, ta, ta, ta! Se hacían grupos: unos el Ejército y otros la guerrilla y se echaban así jugando. Era de juegos. De juego en juego eso les termina gustando”.
Testimonio tomado del informe Hay futuro si hay verdad
“La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad de Colombia fue un gran aparato diseñado para escuchar a quienes vivieron el conflicto armado de manera directa. Su método fundamental, de hecho, fue escuchar; en esa medida, puede decirse que el informe final representa su voz”, dice el documento.
Castillejo-Cuéllar explica que esta es una estructura común en las comisiones de la verdad en procesos de transición a la paz: luego de la escucha, de recolectar la información y clasificarla, este ejercicio “alcanza una dimensión social” cuando ese dolor relatado es reconocido por la sociedad.
“Siempre queremos que una comisión produzca recomendaciones al gobierno aunque no sean vinculantes legalmente; depende mucho de cómo lo apropie el gobierno”, analiza Castillejo.
El reto, ahora, más allá de cómo lo reciba el gobierno entrante de Gustavo Petro es el nivel de compatibilidad con la sociedad porque estas historias deben generar algo en las cotidianidades de las personas y “allí no es tan sencillo”, argumenta el comisionado y añade que el camino que se debe transitar es el de buscar todos los espacios posibles para que los mensajes del informe conecten con los ciudadanos en sus microconversaciones.
Manuel Salamanca, director del Instituto de Derechos Humanos y Construcción de Paz de la Pontificia Universidad Javeriana, refuerza esa idea y dice que desde la academia el desafío está en la forma de construir esos microrrelatos y cómo la investigación aplicada a través de los métodos sensibles al conflicto aporta en la construcción de memoria y en ese diálogo de largo aliento con la sociedad.
La apuesta es, en últimas y según Salamanca, para la transformación de país y, también, para teorizar al respecto y aportar al conocimiento sobre los conflictos y la paz en el mundo.
Pesquisa Javeriana invitó al comisionado Alejandro Castillejo-Cuéllar y al profesor Manuel Salamanca a tener una conversación para comprender lo que representa este informe en la construcción de paz del país y en la generación de una memoria que no siga dándole la espalda a su historia de violencia, víctimas y sobrevivientes.
Puede ver la conversación en el siguiente video: