A escasos días de las elecciones presidenciales, Pesquisa Javeriana les preguntó a los decanos de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y Cali cuál sería el reto más importante que enfrentará el próximo presidente de Colombia desde el área del conocimiento que cada uno de ellos lidera, y si tendrían propuestas para un buen gobierno.
Entre sus respuestas se destaca la preocupación por la pobreza y la desigualdad social, la falta de credibilidad en las instituciones, la polarización política y la corrupción, como retos en los que deberá trabajar fuertemente el futuro equipo de gobierno, entre otros.
Y sobre las propuestas, quienes ocupan algunas decanaturas sugieren una mayor inversión en investigación científica; promover una educación superior que ofrezca programas más estratégicos y con mayor participación de la mujer y de las regiones; trabajar en la unión de la sociedad colombiana para generar confianza, inversión y oportunidades; una política económica en favor de los más pobres, y comprender los cambios sociales e individuales que generó la pandemia.
En sus propias palabras, cada decano plantea las propuestas:
Marisol Cano Busquets
Decana de la Facultad de Comunicación y Lenguaje, Sede Bogotá
Dar un giro contundente, inmediato, reflexivo y profundo en la comunicación. Un giro en el que el lenguaje y el tono de los gobernantes y los funcionarios no sean más el de la bravuconada militarista y autoritaria, que por simple y estereotipada no es capaz de leer la complejidad y el potencial de nuestro país.
Que en primera línea estén el cuidado de la palabra y el deber de servir al interés público. Que invierta toda su capacidad de observar y analizar para tomar las mejores decisiones y actuar con ética, en lugar de hacerlo para robustecer las prácticas de ciberpatrullaje, que tanto estrechan los marcos de libertad y autonomía, asuntos imprescindibles para el periodismo, una profesión que tanto bien le hace a la democracia y al autoconocimiento de las sociedades.
Que no levante con una mano el discurso en contra de las noticias falsas si en la otra están los contratos de compañías expertas en distorsionar la información y en manipular el debate público. Que ahonde en las implicaciones que tiene hoy el ser ciudadanos de la era digital, con lo que ello supone en procesos sostenidos y profundos de alfabetización mediática e informacional.
Que honre el valor que tiene la comunicación pública basada en los principios fundamentales de la transparencia y el acceso a la información sin cortapisas; ello traerá grandes y positivas transformaciones al país.
Que en la comunicación encuentre la esencia de la convivencia, la creación, la esperanza, y el gozo de construir juntos a Colombia.
Alba Alicia Trespalacios Rangel
Decana de la Facultad de Ciencias, Sede Bogotá
La ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) han desempeñado un papel fundamental para superar la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19. La pandemia demostró los beneficios y autonomía que otorga a los países la inversión en investigación y cómo esta actividad debe ser una prioridad para los gobiernos que desean enfrentar eficientemente los diferentes retos que afectan a la humanidad y la casa común.
Por ello, es deseable que el nuevo presidente establezca estrategias que incrementen los fondos destinados a CTI e impulse el trabajo coordinado entre los diferentes actores del sistema a pesar de la difícil situación económica que ha dejado la pandemia tras su paso.
Los tomadores de decisión deben reconocer que la investigación no es un gasto; la investigación es la mejor inversión que un gobierno de cara al futuro puede usar para incentivar el desarrollo económico y social; la investigación es una buena alternativa para desmontar los círculos de pobreza tan arraigados en Colombia.
La ciencia, la tecnología y la innovación deben estar presentes de manera permanente en la sociedad e incorporarse en su cultura ciudadana. Favorecer desde el colegio el interés por las áreas STEM (Science, Technology, Engineering y Mathematics), es la mejor estrategia para construir una sociedad basada en el conocimiento.
Lope Hugo Barrero Solano
Decano de la Facultad de Ingeniería, Sede Bogotá
Foco: Impulsar áreas estratégicas que diferencien al país, incluyendo aquellas indicadas por la Misión Internacional de Sabios, por ejemplo: cambio ambiental, transición energética, biotecnología, nano-ciencia, ciberseguridad, inteligencia artificial e infraestructura de transporte.
Fortalecimiento del ecosistema educativo: Avanzar hacia un ecosistema de formación en ciencia y tecnología con enfoque territorial, incluyendo la formación técnica y tecnológica. Consolidar las universidades y centros de formación y de excelencia en las regiones. Y, por último, fortalecer los incentivos para trabajo en red entre universidades de diversas regiones.
Aseguramiento de la calidad: Fortalecer las capacidades de acompañamiento para la creación y acreditación de la oferta académica de manera estándar y automatizada.
Trabajo colaborativo: Facilitar e incentivar el trabajo conjunto entre la academia y el sector empresarial, en formación y en desarrollo tecnológico.
Incentivos para los más vulnerables: Garantizar que personas excelentes tengan apoyos “integrales” más allá de la matrícula para acceder a educación superior de alta calidad.
Brechas de género: Desarrollar programas e incentivos que permitan aumentar la participación de las mujeres en áreas de ciencia y tecnología.
Camilo Rocha
Decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias, Seccional Cali
Colombia enfrenta retos desafiantes en muchos frentes. De manera general, son muy preocupantes el debilitamiento de las instituciones, la polarización política del país y la amenaza a nuestros recursos naturales (como páramos y cuencas de los ríos), a causa de la explotación minera y de hidrocarburos.
Desde la ingeniería y la ciencia se puede participar en la construcción de modelos de buen gobierno, con indicadores a largo plazo, sobre los cuales se pueda llegar a un acuerdo nacional para los próximos gobiernos, incluyendo el que iniciará en agosto de este año, para que las políticas sean de Estado y puedan fortalecer las instituciones.
La polarización es un fenómeno social estudiado ampliamente en el siglo pasado, pero que ahora —con el auge de las redes sociales— ha vuelto a ser atractivo desde las ciencias
computacionales y las matemáticas. Estamos en la capacidad de desarrollar modelos, y técnicas de simulación y predicción (e.g., con inteligencia artificial), para entender mucho mejor este fenómeno en nuestro país.
Finalmente, para proteger nuestra biodiversidad y potencial para producir agua —una de nuestras ventajas estratégicas a futuro—, es clave abordar temas como la restauración ecológica, la producción de alimentos con menos demanda ambiental y la dependencia de nuestra economía de los hidrocarburos.
Desde la ingeniería y la ciencia tenemos mucho trabajo para los próximos lustros. Podemos apoyar al próximo gobierno con estos retos que trascenderán su periodo de gobierno.
Johanna Burbano Valente
Decana de la Facultad de Psicología, Sede Bogotá
La condición humana está marcada por el contexto, por tanto, los cambios sociales afectan la construcción del tejido social y la subjetividad. En la actualidad, existen dos retos importantes para mitigar las afectaciones psicológicas de la sociedad colombiana.
Primero, implementar prácticas que deconstruyan la polarización enmarcada en discursos de odio. Este fenómeno es emocional, político y social, y se traduce en una forma de pensamiento que limita y excluye. Así, resulta necesario reconocer que cada ser humano es diferente, único y que es la integración de estas diferencias lo que fortalece una comunidad y hace posible un proyecto de país.
Segundo, es necesario pensar en las implicaciones de la vida postpandemia, ¿qué cambio?, ¿cuáles son los alcances sociales y humanos, en trabajo, estudio y vida cotidiana? Las consecuencias no se reducen a señalar el aumento exponencial de la enfermedad mental utilizándolo como argumento para medicalizar “enfermos”. Es imperante reflexionar sobre las estructuras sociales, políticas y económicas que contribuyen a producir sujetos centrados en la individualidad que se sienten incapaces de afrontar y vivir en las dinámicas demandadas por el contexto.
El daño psicológico aumenta cada día. Debemos priorizar el cuidado del bienestar emocional y psicosocial en todos los aspectos de la vida pública. Para ello, se requieren políticas estructurales de prevención de la enfermedad y la promoción del desarrollo humano.
Teresita Sevilla
Decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, Seccional Cali
De cara a un nuevo periodo de gobierno, considero que es fundamental que el próximo presidente de Colombia centre sus esfuerzos en recuperar la credibilidad de la institucionalidad en todas sus dimensiones y en su propósito hacia el bienestar y desarrollo del país.
Datos como los entregados por el Centro Nacional de Consultoría indican que Colombia percibe como sus problemas más graves la corrupción y el que las instituciones no funcionen y, desde ese marco, un 75% considera que el país va por mal camino y un 68% que la democracia está en peligro.
Igualmente, crece el desconcierto por la poca eficacia de entes de control como la Registraduría Nacional en la planeación y desarrollo de las últimas elecciones parlamentarias, el potencial sesgo de la Procuraduría General de la Nación en la sanción por participación en política de algunos gobernantes, o la sostenida crítica a la Fiscalía General de la Nación por su cercanía al Gobierno central. En ese sentido, el nuevo gobierno debe plantearse estrategias y medidas de fondo y de largo plazo para que la ciudadanía se sienta respaldada y tranquila con el funcionamiento de las unidades, agencias y fuerzas que configuran su institucionalidad.
Es fundamental trabajar en torno a la transparencia y objetividad en los procesos y al fortalecimiento del control social y ciudadano. En un momento de polarización exacerbada, será crucial dar garantías a la oposición y a la divergencia, al acompañamiento desde adentro y a la conformación de equipos de liderazgo desde el conocimiento, la experiencia, la capacidad y la eficiencia. Es sólo desde la confianza que se podrá avanzar como país.
Alfonso Gómez Gómez
Decano de la Facultad de Arquitectura y Diseño, Sede Bogotá
El reto más importante que debe enfrentar el próximo presidente de Colombia es la reconciliación entre colombianos. Las campañas marcadas por la desinformación, el odio y la polarización enfrentan hermanos contra hermanos, amigos contra amigos y deshacen familias por apoyar candidatos diferentes.
Siempre se ha dicho que Colombia es uno de los países más felices del mundo, el único con dos océanos en Suramérica, la mayor variedad de fauna, etc., pero el gran problema de nuestro país es que nos estamos matando entre hermanos por pensar diferente y por anteponer los intereses individuales sobre los colectivos.
El Prosupuesto jesuita nos invita a ponernos en la posición del otro para entenderlo desde su propia realidad.
El 99% de los problemas se solucionarían si nos uniéramos a pesar de las diferencias. Encontraríamos modelos económicos para generar fuentes de ingresos para todos, no para dañar a los que piensan diferente. Solucionaríamos los problemas sociales si actuáramos para el beneficio de todos, no solo para mi bien y el de los que piensan como yo.
La unión genera confianza, inversión y oportunidades. La polarización, caos, guerra y más odio.
El gran reto del presidente es construir un país para todos, no solo para quienes votaron por él; para ser ejemplo de unión y no de odio entre colombianos.
P. Víctor M. Martínez Morales, S. J.
Decano de la Facultad de Teología, Sede Bogotá
De los grandes desafíos que afronta el próximo presidente es la educación de nuestro pueblo en los valores que exigen el respecto a la convivencia en la búsqueda del bien común. Independiente de cualquier creencia se ha de trabajar por la dignidad de los derechos de toda persona, por hacer que la verdad y la justicia prevalezcan en hacer de todos nosotros como colombianos artesanos de paz y reconciliación.
Volver a creer en nosotros mismos y a creer unos en otros se gana con la confianza propia de la transparencia en todo proceso que se realice y provenga del Estado. Obrar a favor de la vida, la libertad y la comunión de los colombianos es hacer frente a esta realidad de muerte violencia y ruptura social que nos ha venido abrazando en el dolor y sufrimiento de patria. Hoy más que nunca, hemos de soñar juntos, trabajar juntos, construir juntos una Colombia mejor es posible.
P. Luis Bernardo Mur Malagón, SDB
Decano de la Facultad de Derecho Canónico, Sede Bogotá
· Todo lo referente con los asuntos sociales, dar respuesta inmediata a los temas que más afectan la situación de los colombianos en lo referente al desempleo, inflación, inseguridad, movilidad, entre otros.
· Equilibrar las posturas políticas con una economía rentable para todos los sectores, es decir, conciliar la política con la economía, priorizando la salud, la educación y la vivienda. Si no se tiene una política económica en favor de los más pobres, el país se hundirá en discusiones políticas sin sentido.
· La pobreza creciente.
· La desigualdad social, que genera hambre, violencia, inseguridad, falta de oportunidades en empleo, salud y educación
Por supuesto, son temas que no son indiferentes a la Iglesia y, por ende, a la justicia social, elemento fundamental desde el anuncio del Evangelio.
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Falta la importancia del campo Colombiano,Comercio interior y exterior.