Con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como marco de referencia, formulados por la a Organización de las Naciones Unidas (ONU), se cumplió la semana pasada en Bogotá la IX reunión de miembros del Centro Interuniversitario de Desarrollo, CINDA, la cual congregó a 30 vicerrectores de Investigación e Innovación de países iberoamericanos.
El campus de la Pontificia Universidad Javeriana los recibió entre el 26 y el 28 de junio para debatir y reflexionar sobre el rol de la academia en la implementación de los ODS, que tienen como principal objetivo disminuir la desigualdad pronunciada entre las regiones rurales y las grandes urbes, la cual ha producido efectos nocivos en el medio ambiente y generado un crecimiento demográfico acelerado y focalizado.
La ceremonia inaugural estuvo a cargo de Soledad Aravena, directora del Programa de Política y Gestión Universitaria de CINDA, quien concentró el diálogo en torno a la realidad de la agenda global del desarrollo sostenible, la evolución de las políticas en ciencia, tecnología e innovación en la región y el rol de las universidades para fomentar el cumplimiento de los ODS.
Los Objetivos del Desarrollo Sostenible, formulados por la ONU en su Agenda 2030.
“Se requiere un sistema de ciencia y tecnología (CTeI) que le apunte a la transdiciplinariedad con un enfoque de pensamiento integral, un sistema que promueva la relación entre la academia, las empresas y la sociedad; se necesita un sistema que impulse cambios en las políticas universitarias”, reconoció Pablo Villalobos Mateluna, vicerrector de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad de Talca, en Chile, quien al mismo tiempo dirigió la conferencia ‘Las universidades, la investigación, la innovación y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)’.
Por su parte, el economista Matías Ramírez, profesor titular de la Universidad de Sussex en Reino Unido, propuso como parte del debate una jornada de trabajo por grupos en la que surgieran ideas para motivar e impulsar la implementación de estos objetivos desde las academias.
El trabajo grupal produjo diversas ideas, como el financiamiento de proyectos de CTeI que le apunten a la implementación de los ODS y cuenten con la participación de representantes de la cuádruple hélice (Estado, universidades, empresas y la comunidad), así como la creación de un proceso biotecnológico experimental basado en la producción de biodisel para cumplir con los objetivos 6 y 7 de la Agenda 2030 (agua limpia y energía no contaminante) y la formulación de un marco institucional que permita el diálogo entre la comunidad, sociedad civil y las empresas.
De acuerdo a Ricardo Ramírez, decano de Investigación de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Instituto Tecnológico de Monterey, esta lluvia de ideas es el primer paso para dar con el proceso de sensibilización, el cual implica disposición y actitud frente al cambio.
La ciencia, la tecnología y la innovación se han convertido en una estrategia fundamental para la ejecución de la agenda 2030, según las conclusiones del encuentro, pues a partir de ella es posible la formulación de políticas que le apunten a la investigación y desarrollo de tecnologías de innovación, el intercambio de conocimiento entre asociaciones e investigadores y la posibilidad de poner estos avances al alcance de las comunidades.
Cabe destacar que esta reunión también contó con un espacio para compartir los aprendizajes de las universidades en materia de fomento a la educación superior, investigación e innovación, así como presentar los avances de los grupos de trabajo de la red para evidenciar posibles espacios colaborativos.