Hace unos días diez candidatos a doctor (nivel de postgrado) participaron en una competencia que fue todo un reto para ellos. Ya próximos a sustentar su tesis de grado o a graduarse luego de alrededor de cuatro años o más de investigar su tema, debieron contar su proyecto de investigación en tres minutos ante un jurado en la sede Caribe de la Universidad de Los Andes en Cartagena de Indias, Colombia.
Dos de la Universidad de La Rioja, España, dos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, México, y seis de universidades colombianas (Pontificia Universidad Javeriana, Universidad Nacional de Colombia y Universidad de los Andes); seis mujeres y cuatro hombres; dos en biología con aplicación en salud, tres en biotecnología, y los cinco restantes en economía, medicina, nanotecnología, ingeniería y ciencias sociales y humanas.
“Tan importante como hacer ciencia es divulgarla”, dijo Juan Carlos Ayala, rector de la Universidad de La Rioja, antes de iniciar esta primera versión internacional de la competencia que se realiza en Colombia, organizada conjuntamente por el Consorcio de cuatro Universidades de España pertenecientes a Campus Iberus (Universidad de la Rioja, Universidad de Zaragoza, Universidad Pública de Navarra, Universitat de Lleida) y la Universidad de los Andes.
Por su parte Jimena Hurtado, vicerrectora de Investigación y Creación de Uniandes, hizo énfasis en la necesidad de “conectarnos y articularnos con el mundo de manera informada y amable”.
Las ganadoras de la competencia tesis en tres minutos
La competencia premió a tres candidatas a doctora con base en los siguientes criterios: comprensión —exposición clara del tema que ayude a un público no experto a entender la investigación—; implicación —relato que deje claro el valor de la investigación—; y comunicación —uso de lenguaje apropiado para un público general, así como un adecuado lenguaje corporal—.
Pesquisa Javeriana conversó con ellas para conocer sus investigaciones más allá de los tres minutos:
Alimentación para la paz
Primer puesto para Paula Natalia Caicedo Ortiz, estudiante del doctorado en Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Javeriana, cuyo trabajo titulado Prácticas alimentarias, ciudadanía y participación en la reincorporación a la vida civil: un camino hacia el derecho humano la alimentación. Charras, Guaviare, Colombia, fue presentado con el título Alimentación para la paz.
“Junto con las personas de la comunidad de firmantes de la paz en Charras, Guaviare, analizamos las formas en que la alimentación puede ser una herramienta para construir paz”, dijo a Pesquisa Javeriana.
Caicedo, quien también es profesora del Departamento de Nutrición y Bioquímica de la Javeriana, asume la alimentación desde una perspectiva no solamente “biológica, sino especialmente como un hecho sociopolítico que atraviesa todas las esferas de la vida social”.
Desde hace cuatro años, en compañía del equipo del Proyecto de Planeación Universitaria Alimento, Vida y Hábitat (PPU AVH) en el que se inscribe su tesis doctoral, ha promovido la participación ciudadana de los firmantes de la paz de Charras para analizar sus prácticas alimentarias y así “buscar los caminos que nos permitan gestionar los mecanismos de exigibilidad del derecho humano a la alimentación que ha estado vulnerado en el marco del proceso de reincorporación a la vida civil”.
Para ella la publicación de un artículo científico resulta insuficiente. Bajo la premisa de que “no se investiga a la gente, sino se investiga con la gente”, el proceso de investigación busca construir colaborativamente productos útiles para todos en su proceso de reincorporarse en la vida civil.
Entre ellos está el aporte que se hace a la primera versión del Plan de Gestión Territorial del Guaviare que se consolida en el marco de la línea de alimentación del PPU AVH, y contiene las bases políticas y técnicas para mejorar la situación alimentaria y nutricional de la población, construido entre la comunidad, la academia y las instituciones.
El metabolismo de las leucemias agudas: un blanco terapéutico del anamú y el divividi
El segundo lugar le correspondió a Cindy Mayerli Arévalo Olaya, estudiante del doctorado en Ciencias Biológicas de la Javeriana, vinculada al Grupo de Investigación de Inmunobiología y Biología Celular de la Facultad de Ciencias.
Su tesis, titulada Evaluación del perfil metabólico, la respuesta al tratamiento quimioterapéutico convencional y a adyuvantes naturales y su relación con el microambiente tumoral en pacientes con leucemias agudas fue presentado como El metabolismo de las leucemias agudas: un blanco terapéutico del anamú y el divividi.
Trabaja en dos frentes. Por un lado, identificando biomarcadores metabólicos o compuestos químicos que puedan relacionarse con la respuesta a las nuevas alternativas terapéuticas que reciben los pacientes diagnosticados con leucemia aguda. “Establecer qué metabolitos en sangre pueden ayudarnos a identificar cómo responderá ese paciente a la terapia actual”, explica.
De otra parte, el dividivi y el anamú son dos plantas autóctonas cuyos extractos sirven como alternativas terapéuticas. “Nuestro objetivo es investigar cómo estos extractos pueden causar la muerte de células de leucemia”, continúa. “Hicimos un hallazgo muy interesante: los dos extractos atacan la mitocondria, y la mitocondria es una estructura celular indispensable para la producción de energía, pero lo hacen por diferentes mecanismos”.
Yo de mayor quiero ser Fleming
Y el tercer lugar fue para Rosa Fernández Fernández, del Programa de doctorado de Ciencias Biomédicas y Biotecnológicas en el Departamento de Agricultura y Alimentación de la Universidad de La Rioja.
Su tesis, Detección y caracterización de péptidos con actividad antimicrobiana en aislados de Staphylococcus. Aplicación al ámbito agroalimentario y en salud pública, en su presentación para la competencia la tituló Yo de mayor quiero ser Fleming.
“Mi grupo de investigación no solo se centra en la búsqueda de sustancias antimicrobianas, sino también en la resistencia a los antibióticos desde el enfoque One Health, lo que engloba y estudia tanto los seres humanos, los animales y el medio ambiente de forma interrelacionada, para entender bien, qué es lo que pasa, cómo pasa y concienciar sobre la problemática de la resistencia”, le contó a Pesquisa Javeriana.
Dice que luego de cuatro años de investigación ha detectado algunas sustancias con potencial antimicrobiano. Caracterizándolas molecularmente, “analizamos los genes responsables de producir las moléculas interesantes con esa actividad antimicrobiana potente”, continúa. “A partir de aquí el objetivo futuro es purificarlo para obtener el compuesto activo lo más puro posible y evaluar esa aplicación de manera mucho más segura en el ámbito de alimentación y salud pública”.