Cada 2 minutos muere una mujer por cáncer de cuello uterino en el mundo y 9 de cada 10 muertes se producen en países de ingresos bajos o medios, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Siguiendo el método tradicional de tamizaje, una mujer que vive en la ruralidad generalmente tiene que desplazarse a un centro médico urbano para realizarse la citología, luego movilizarse en una segunda ocasión a recibir los resultados y en una tercera a la cita médica para comenzar el tratamiento. Estos tiempos no solo son inconvenientes, sino que pueden ser mortales en caso de que el diagnóstico inicial sea desfavorable.
Con el objetivo de dar solución a esta problemática y aportar a la estrategia 90-70-90 de la OMS surge CITOBOT, un prototipo de dispositivo médico, resultado de procesos de investigación, desarrollo e innovación de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali. Este dispositivo busca facilitar la identificación de lesiones premalignas y malignas en el cuello del útero, acortando los tiempos para el diagnóstico y el inicio del tratamiento de cáncer, si es necesario.
Marcela Arrivillaga Quintero, doctora en Salud Pública, profesora titular y directora de Investigación de la Javeriana Cali es la investigadora principal de este proyecto que se ha desarrollado con fondos del Ministerio de Ciencia, que ha apalancado el Centro de Estudios Interdisciplinarios en Salud (CIES). El equipo detrás de esta innovación está compuesto por los investigadores javerianos Paula C. Bermúdez, Juan Pablo García, Hernán Darío Vargas, María del Mar Torres y Andrés Jaramillo del Instituto en Ciencias Ómicas. Los acompañan Daniela Neira de la Red de Salud Ladera ESE de Cali y Unicáncer.

Este innovador dispositivo portable busca atender algunos de los problemas en el tamizaje de cáncer de cuello uterino. Este cáncer es una de las principales causas de mortalidad en mujeres y en América Latina, con servicios de salud fragmentados, hay una gran dificultad para acceder a la citología de manera oportuna: la infraestructura es insuficiente y el tiempo de entrega de resultados es muy prolongado.
CITOBOT se diferencia del espéculo usado en la citología convencional en tres puntos clave: la integración de inteligencia artificial (IA) para realizar un tamizaje más preciso, su ergonomía y la rapidez en la entrega de resultados.
Inteligencia artificial en el tamizaje de cáncer de cuello uterino
El dispositivo CITOBOT cuenta con una cámara que permite la visualización clara, rápida y cómoda del cuello uterino. Captura imágenes del cérvix y las procesa. La IA está basada en redes neuronales convolucionales, es decir, algoritmos que analizan datos visuales, como imágenes y videos.
El dispositivo es entrenado así: los investigadores cargan imágenes de pacientes sanas y con lesiones indicando a qué corresponde cada una. El algoritmo aprende de esta información y comienza a identificar automáticamente si la imagen corresponde a un organismo sano o con esta patología. De alguna forma, CITOBOT es como un asistente inteligente con el que cuenta el personal de salud para realizar un tamizaje. Mientras más imágenes se le muestren a este asistente, más precisos serán sus resultados a la hora de evaluar nuevos casos.
A la fecha, los datos del estudio son esperanzadores. El algoritmo de IA desarrollado cuenta con una sensibilidad del 84% —es decir, la probabilidad de que una prueba identifique como enferma a una persona que realmente lo está—. Asimismo, cuenta con una especificidad del 93%, cifra que se refiere a la probabilidad de que una prueba identifique como no enferma a una persona que realmente no lo está.
La literatura reporta que la sensibilidad de la citología tradicional está entre el 52% y el 80% y la especificidad oscila entre un 56% y un 99%. El objetivo de los investigadores es seguir entrenando la IA de CITOBOT mediante la adición de nuevas imágenes, de modo que se puedan incrementar las cifras de sensibilidad y especificidad del dispositivo, y aumentar la precisión del tamizaje.
Ergonomía del dispositivo
A nivel de diseño, CITOBOT se caracteriza por ser más cómodo que el espéculo de citología convencional. Como parte de la metodología del proyecto se realizó una prueba de aceptabilidad con 20 pacientes voluntarias entre los 21 y los 65 años de edad y se alcanzaron resultados muy positivos. Tras un seguimiento siete días después de la prueba, más del 75% de las mujeres argumentó que el dispositivo es más cómodo que el espéculo convencional y ninguna reportó eventos adversos.

Rapidez en la entrega de resultados
El CITOBOT está en capacidad de arrojar resultados sobre el riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino en cuestión de segundos, lo que le permite al personal de salud identificar el riesgo de desarrollo de la enfermedad en tiempo real durante la consulta médica o la atención en unidades móviles. Esto agiliza significativamente el proceso de diagnóstico y tratamiento, propósito esencial por el que nace el proyecto de CITOBOT.
De hecho, como comentó la doctora Arrivillaga, el objetivo del proyecto es: “Reducir al máximo los tiempos de respuesta. Eso significa mejorar la oportunidad diagnóstica, para que las mujeres puedan iniciar tempranamente el tratamiento de un cáncer que es 100% prevenible como el de cuello uterino”.
Con el CITOBOT, una mujer que reside en un territorio rural podrá, en un solo día, realizarse el tamizaje, recibir los resultados y ser remitida al servicio requerido para su diagnóstico. Esto permitirá que inicie su tratamiento de manera oportuna y se impida el escalamiento a etapas avanzadas de cáncer de cuello uterino.
El proyecto ha demostrado una sinergia excepcional entre instituciones y profesionales. Los investigadores lo definen como interdisciplinario, pues cuenta con expertos y aliados de salud pública, medicina, ingeniería y diseño de software. El doctor Hernán Darío Vargas lo explicó así: “Resalto la interdisciplinariedad y el respeto mutuo entre los profesionales de distintas áreas. El trabajo con los aliados ha fluido muy bien, hemos contado con aliados proactivos, importantes y colaboradores […] Han sido clave para que el proyecto haya logrado el buen camino que hemos recorrido”.
¿Cuáles son los pasos para seguir?
Uno de los pasos a seguir con el CITOBOT es su escalamiento en un estudio clínico poblacional. Además, el futuro del CITOBOT es claro y ambicioso. Se están identificando nuevas fuentes de financiación y aliados que puedan producir y comercializar la tecnología. Para ello, la Universidad ha obtenido tres activos de propiedad intelectual, incluida una patente y adelanta procesos de escalamiento que acerquen la tecnología a una aprobación por parte del Instituto de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA).
El dispositivo se encuentra actualmente en estudios clínicos. De ser aprobado su uso al público podría convertirse en una alternativa precisa, portable y asequible, que pueda llegar sobre todo a mujeres residentes en áreas rurales y de difícil acceso. El cáncer de cuello uterino es totalmente prevenible, y el sueño de los investigadores y creadores de CITOBOT es aportar en ese sentido.
“Mi anhelo es verlo funcionando, que nuestro país se beneficie y sobre todo las mujeres menos favorecidas, especialmente en zonas rurales y dispersas”, comenta la doctora Marcela Arrivillaga. Aumentar el acceso de mujeres al tamizaje aportaría significativamente a la meta de la OMS de detección del cáncer de cuello uterino, que busca que para 2030 el 70% de las mujeres sean examinadas con una prueba de detección de alta precisión antes de los 35 años y una vez más antes de los 45 años.