“Aquí antes no se podía entrar. Todo era zona roja. La guerrilla era la que mandaba por acá”, dijo el conductor mientras un equipo de la Pontificia Universidad Javeriana se adentraba en las sabanas de Guaviare. Durante años, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP) mantuvieron el control territorial en la región. Al menos tres frentes del Bloque Oriental eran quienes ejercían la autoridad. Pero en 2016 todo cambió con la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno nacional y esa guerrilla. Surgieron así nuevas preocupaciones, como el cuidado de la naturaleza y la exploración de alternativas de sostenibilidad en el mismo territorio.
Un ecosistema que depende de la paz local
Un efecto colateral del conflicto armado en esta zona fue la conservación de diversos ecosistemas. El control territorial de la guerrilla de ese entonces mantenía miles de hectáreas protegidas de la explotación. “Por aquí no había ni siquiera vías. Cuando ya firmaron el acuerdo de paz, nos tocó abrir trocha. Ahora sí es fácil andar”, contaba entre risas el conductor, mientras la camioneta patinaba en medio de una carretera fangosa.
Hoy el acaparamiento de tierras, la ganadería extensiva y la construcción de vías ilegales son las mayores preocupaciones en materia ambiental en el departamento. Diversos informes demuestran que, tras la dejación de las armas, la deforestación aumentó de manera significativa. En 2016, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) registró unas 70000 hectáreas deforestadas. Para 2017, esta cifra se duplicó, superando las 144147. Desde entonces, las cifras venían en aumento y apenas hasta el 2024 el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible reportó una reducción de este fenómeno.
Para Tomás Vergara ―profesor de la Facultad de Ciencias Sociales de la Javeriana e investigador del proyecto de esta universidad que apoya a los firmantes de paz―, los temas ambientales en esta región están ligados a la situación del conflicto armado que se vive hace décadas. Para él, la deforestación en esta región está estrechamente relacionada con problemas estructurales, como la desigualdad en la distribución de la propiedad de la tierra ―algo que también sucede en el resto del país―, pero, al mismo tiempo, con asuntos más coyunturales, como las negociaciones con grupos disidentes que operan en la región.
También relata que durante estos años han entrado a la región grandes capitales, mediante hatos ganaderos o monocultivos, que presionan cada vez más la frontera agrícola. “Un campesino tiene capacidad de tumbar dos o tres hectáreas de árboles cada dos años, pero estamos viendo tumbar y quemar áreas de 200 o 400 hectáreas. Eso ya nos habla de quiénes son los grandes responsables de la pérdida de biodiversidad y de cobertura boscosa en el departamento”, argumenta el docente.
Proyecto interdisciplinar que aporta en la conservación del territorio

Frente a este panorama de problemáticas ambientales que se ha conformado desde su desmovilización, y buscando aplicar sus conocimientos sobre la selva y la diversidad de la región, quince firmantes del acuerdo unieron esfuerzos para proteger el territorio y crearon Maravillas de la Naturaleza (Manatú), un emprendimiento ecoturístico comunitario y de memoria histórica que ofrece alojamiento, avistamiento de aves, senderismo y actividades de reconciliación.
Este proyecto productivo busca promover la conservación de los ecosistemas, del jaguar y de la fauna asociada a este. “Nuestro principal objetivo es la reconciliación entre humanos y felinos para el mejoramiento de los ecosistemas y de la calidad de vida de quienes vivimos en la zona”, afirmó César García, coordinador del emprendimiento. El centro ecoturístico Manatú está ubicado en el corregimiento de Charras, a unas cuatro horas de San José del Guaviare. Allí está prohibida la pesca, la caza, la quema y, por supuesto, la tala de árboles.
La Universidad Javeriana viene apoyando este proceso desde 2019, por medio del Proyecto de Planeación Universitaria Alimento, Vida y Hábitat (PPU-AVA). Este consiste en un equipo multidisciplinar que, desde la biología, la microbiología, la nutrición, la arquitectura, el diseño industrial y las ciencias sociales, apoya esta y otras apuestas productivas de los excombatientes para lograr una reincorporación efectiva. “La contribución desde la universidad es usar la información académica y la experticia de diversos profesores para buscar un proceso de reincorporación multidimensional, que incluye lo productivo, lo político, lo social y lo ambiental”, afirmó Tomás Vergara.
El equipo del PPU-AVA de la Javeriana ha asesorado a los firmantes de paz en procesos de planificación urbana y ambiental del territorio, tratamiento de aguas, reconocimiento de fauna y flora de la zona, diseños arquitectónicos de las áreas comunes del centro turístico e, incluso, ha aportado información técnica para las negociaciones del proyecto con las autoridades locales. Y es que la implementación del acuerdo ha sido lenta y se ha encontrado con demasiados obstáculos. Según Vergara, “el Estado tiene unas maneras muy estáticas de entender esta región y, al contrario, esta es muy dinámica”.
Hoy el proyecto ecoturístico enfrenta unos retos importantes, pues no está tan cerca a la capital como otros atractivos turísticos del Guaviare. A pesar de los incumplimientos del acuerdo de paz, la continua presencia de actores armados en la región y las dificultades que ha representado su emprendimiento, los firmantes siguen trabajando por proteger y conservar la biodiversidad de un departamento en el que, durante mucho tiempo, se vivió la guerra. Así, se han convertido en guardianes de estos ecosistemas por medio de un turismo sostenible que busca la reconciliación con las comunidades y con la naturaleza.
Para leer más:
Caicedo Ortiz, P. N., et al. (2021). Hábitat para la Paz. Editorial Pontificia Universidad Javeriana.
Martínez Delgadillo, M. (2021). Con arquitectura y soberanía alimentaria se construye la paz en el Guaviare. Pesquisa Javeriana. https://www.javeriana.edu.co/pesquisa/con-arquitectura-y-soberania-alimentaria-se-construye-la-paz-en-el-guaviare/
Título de la investigación:
Proyecto de Planeación Universitaria Alimento, Vida y Hábitat (PPU-AVA).
Facultades de Ciencias, Arquitectura y Diseño, Ciencias Sociales y Medicina
Periodo de investigación: 2018-2024