El segundo mandato de Donald Trump comenzó el 20 de enero de 2025, generando expectativas y debates en torno a la continuidad y profundización de sus políticas previas. En Pesquisa Javeriana conversamos con Ana Mauad, directora de la Carrera de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana, para explorar las posibles transformaciones que traerá esta etapa en el escenario global.
La influencia de Estados Unidos, según Mauad, no disminuirá, pero se ejercerá de manera más selectiva y con menor disposición a asumir compromisos globales. Este enfoque, combinado con un Congreso bajo control republicano, otorga a Trump un mayor margen de maniobra en comparación con su primer mandato. Entre los temas destacados del nuevo periodo presidencial resaltan las políticas migratorias, la crisis climática y los conflictos internacionales, todos ellos enmarcados en un contexto de tensiones crecientes y fragmentación del liderazgo global.
Migración: inminente cierre de fronteras
Uno de los puntos más controvertidos es la migración. El espectro de las deportaciones masivas vuelve a cobrar relevancia. Durante su campaña, Trump prometió endurecer las medidas contra los migrantes irregulares, al igual que en su primer mandato, cuando implementó el plan “Cero tolerancia”, que encarcelaba a quienes pasaran la frontera de manera ilegal, dejando separados miles de niños y niñas de su familia o el avance en la construcción del muro fronterizo entre México y Estados Unidos.
En su primer día en el poder, el mandatario firmó una directiva declarando emergencia nacional en la frontera sur, criticó la ciudadanía automática para hijos de indocumentados y suspendió el reasentamiento de refugiados por cuatro meses. Según Mauad, de cumplirse sus promesas, al menos un millón de indocumentados podrían ser expulsados en pocas semanas, lo que genera preocupación tanto a nivel interno como en los países afectados por estas decisiones.

Trump reversa frente al Acuerdo de París
En otro frente, la postura negacionista frente al cambio climático vuelve a la Casa Blanca. Durante su primer mandato retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París, una decisión que fue revertida por Joe Biden. Ahora, en el inicio de su segundo periodo firmó directivas para abandonar de nuevo ese acuerdo, declarar emergencia energética y promover una política orientada a la extracción de combustibles fósiles. Estas medidas, según Mauad, dificultan la gobernanza ambiental global, especialmente al considerar que Estados Unidos es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero, lo que agrava los desafíos climáticos.
En el plano internacional, Donald Trump mantiene una fuerte afinidad con Israel, como se evidenció en su primer mandato con el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén. Su relación con el primer ministro Benjamin Netanyahu sigue siendo sólida, pero hay un cambio de enfoque hacia las dinámicas internas de Estados Unidos. Mauad plantea que la prioridad será redirigir recursos hacia necesidades domésticas o internas, sin perder completamente la influencia en zonas críticas como Gaza. Aunque con ciertas especificidades, algo similar podremos ver en la guerra entre Rusia y Ucrania.
Bajo la premisa de centrarse en los asuntos internos del país, Trump, según afirma Mauad, busca fortalecer la economía nacional mediante diversos mecanismos, entre ellos la explotación petrolera a lo largo de todo el territorio estadounidense. En este contexto, durante su primer día de mandato, firmó órdenes ejecutivas destinadas a reducir los precios energéticos, controlar la inflación e impulsar la producción nacional en sectores clave como el automotriz, petrolero y tributario. Su administración sostiene que estas medidas, enfocadas en revitalizar la industria energética del país, contribuirán a disminuir el costo de vida y a recuperar la grandeza económica de Estados Unidos.
Finalmente, nos enfrentamos a un escenario de fragmentación del liderazgo entre Estados Unidos, China y Rusia. Este contexto, junto con menor gobernanza y mayores tensiones, dificultará soluciones sostenibles ante los desafíos globales. “Es un escenario bastante complejo e incierto; probablemente seguirá siendo violento a pesar de los posibles ceses al fuego. La violencia global no disminuye y persiste el riesgo de nuevos conflictos”, afirmó la directora de la Carrera de Relaciones Internacionales de la Javeriana.
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