Cuando la Pontificia Universidad Javeriana abrió el primer semestre de la maestría en Periodismo Científico ocurrió la pandemia y el confinamiento de todos los ciudadanos colombianos. Profesores y estudiantes se alcanzaron a ver en las aulas el primer mes y medio. Luego las clases continuaron en pantalla, desde la intimidad de sus casas, por culpa de un virus que solo era conocido por algunos científicos y personal del cuerpo médico.
Palabras como coronavirus, epidemiología, PCR y antígeno empezaron a formar parte del léxico cotidiano en las familias urbanas y rurales. Y también las preguntas: ¿Por qué me tengo que lavar las manos con frecuencia? ¿Qué tiene que ver el jabón con el virus? ¿Cómo se transmite el virus y por qué debo taparme nariz y boca? Y lo peor: ¿Por qué ya no puedo abrazar con fuerza a mis hijos?
El mundo cambió con la pandemia, la ciencia se volvió más cercana y Colombia entrará a una nueva era con el próximo grado de seis profesionales en periodismo científico.
“Aprender el ejercicio periodístico, desde el ángulo de la ciencia y del periodismo científico, requiere un nivel de competencias muy rigurosas”, dijo a Pesquisa Javeriana la directora de la maestría, Ginna Morelo. “Los estudiantes se fueron dando cuenta de que era mucho más complejo de lo que ellos creían en un primer momento”.
Así lo constata la geóloga Valentina Yomayusa, una de las seis estudiantes: “Como científica siempre puse la ciencia en un pedestal, indescifrable para muchos, pero ¿de qué sirve allí? Con la maestría aprendí que esos mismos datos cuentan historias; que detrás de cada gráfica, tabla, investigación, hay personas que desean entender su territorio y ser protagonistas de la generación de conocimiento”.
O la socióloga Mayra García cuando dice que luego de culminar los tres semestres que dura la maestría: “Ahora tengo la capacidad de comprender y extraer la información más pertinente de los artículos científicos, y también poner en discusión los hallazgos con aspectos sociales, ambientales, económicos e inclusive, culturales”.
Nuevas formas de hacer periodismo científico
Como el mundo ya no es el mismo, no solo por culpa de la pandemia sino por la manera como han avanzado las diferentes formas de comunicarse y de informarse, la maestría demostró el ingenio y la creatividad de los estudiantes, con el apoyo de los profesores.
“Hicieron un trabajo muy interesante por explorar otros formatos narrativos”, cuenta la periodista Morelo. Sus trabajos finales son “proyectos que se mueven en el mundo del sonido o del video, incluso se involucraron en la ilustración que hoy en día está marcando mucho, y ahora es tan necesaria para explicar los temas”.
Esta idea la refuerza el biólogo Ignacio Galán cuando Pesquisa Javeriana le preguntó cómo había cambiado su vida después de estudiar la maestría en Periodismo Científico. “Yo creo que el cambio principal es que ahora soy más intrépido intelectualmente, intrepidez que también se ve traducida en la parte técnica porque ahora puedo presentar la información de manera atractiva con herramientas que yo mismo puedo usar así no sea un productor audiovisual profesional”.
La respuesta del microbiólogo Andrés Montenegro, en pocas palabras, fue: “Lo interesante vino desde la primera semana, cuando entendí que allí no iba a encontrar un curso o guía sobre cómo escribir periodismo científico, sino que exploraría el para qué tener una mirada periodística de la ciencia”.
Los trabajos finales, todo un reto
El tercer semestre de la maestría hace énfasis en la posibilidad de iniciar emprendimientos. Con esa idea los seis estudiantes materializaron sus trabajos finales, que empezaron a moldear desde que entraron al primer día de clase. Claro, la pandemia y la falta de movilidad para estar en el lugar de la noticia impidió realizar algunos objetivos de sus trabajos, pero a medida que se fueron flexibilizando las medidas sanitarias, aprovecharon para producir sus contenidos.
Pesquisa Javeriana presenta a continuación cada uno de los trabajos presentados con los cuales se graduarán en estos días. También puede consultarlos todos haciendo clic aquí.
El microbiólogo y periodista Andrés Montenegro produjo un podcast de seis episodios llamado La Ruta Natural, en el que analiza en forma de sátira las noticias sobre la pandemia entregadas por algunos medios de comunicación nacionales a partir de las visiones de los científicos, los periodistas y de quienes investigan sobre comunicación de la ciencia.
El biólogo Ignacio Galán desarrolló una plataforma multimedia titulada Labrar el agua hasta la última gota. Contabilidad ambiental de la cuenca del lago de Tota. Es un retrato muy completo sobre la historia del lago, sus usos y las consecuencias, una mirada desde la biología, con múltiples fuentes de información y llamados a la reflexión por parte de quien lo consulta.
Por otro lado, la periodista Juliana Mateus dice que ahora ve en la cotidianidad muchos temas de ciencia posibles para producir artículos de periodismo científico. “Antes no me pasaba porque los sentía muy lejanos, pero definitivamente están muy cerca”. Investigó sobre la violencia obstétrica y este fue el resultado. Además, tuvo la oportunidad de publicar una versión para El Espectador.
La socióloga Mayra García inestigó sobre mujeres científicas colombianas de la historia y del presente. En cuatro episodios de un podcast llamado Las Fulgurantes, entrevista a algunas de ellas, escarba en archivos sonoros y revive los pensamientos de otras que ya murieron.
https://soundcloud.com/las-fulgurantes
La geóloga Valentina Yomayusa se internó en las cuevas de Santander y creó un relato multimedia que tituló Relatos cavernícolas. Las dimensiones patrimoniales de las cuevas y cavernas de El Peñón, Santander. Según Valentina, estas formaciones geológicas “albergan cementerios indígenas, fósiles, y especies de flora y fauna recién descubiertas, un patrimonio amenazado por la minería y por la falta de una clara legislación”. No se lo pierda.
Finalmente, la bióloga Valentina Bocanegra, se fue hasta San Juanito, Meta, pasando por el páramo de Chingaza para describir a través de entrevistas a pobladores y funcionarios del Parque Nacional Natural una actividad propia del lugar: Del fríjol y otros relatos: hacia la agricultura sostenible. En medio de la niebla, el frío que cala los huesos y las imponentes y numerosas cascadas, Valentina presenta un panorama de una región que otrora era difícil visitar.
Lo que sigue para el segundo grupo que ya cursa segundo semestre
En la actualidad “hay todo un escenario propicio para seguir impulsando, en esta segunda cohorte, ejercicios que puedan derivar no solo en un proyecto periodístico, sino en un sitio, una plataforma o algún espacio de intercambio y producción permanente de materiales”, dice Morelo.
Todos, estudiantes y profesores, hemos aprendido que el periodismo científico es un mundo que evoluciona minuto a minuto. No hay disculpa para quedarse atrás. La curiosidad y el permanente ejercicio de preguntar hasta la saciedad es algo que une la actividad del científico y la del periodista.
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Ginna Morelo
Deseo hablarle por telefono sobre la maestria.Por favor indicar hora.
Movil 310 501 2493 Medellin