En el año 2016, tras el acuerdo de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), los firmantes se agruparon en 23 zonas veredales, en 12 departamentos del país, para desarrollar su proceso de reincorporación social, política y económica. Al llegar a estos lugares, todo parecía incierto para ellos.
“Fueron días difíciles porque ya habíamos entregado las armas, todo el mundo sabía dónde estábamos. Tuvimos que construir y vivir en casas de plástico en plena sabana, que llega a los 34 grados centígrados. Los alimentos de los que dependíamos muchas veces se demoraron en llegar”, relata Ricardo Semillas, líder de la Comunidad Noble y de Paz Marco Aurelio Buendía, ubicada en la vereda de Charras, a unas cuatro horas de San José del Guaviare.
En ese contexto, en 2019, la Pontificia Universidad Javeriana llegó a la región, con la intención de acompañar el tránsito a la vida civil y llevar a cabo procesos de fortalecimiento organizativo comunitario, poniendo a disposición de la comunidad su quehacer misional.
Allí, profesores e investigadores de los departamentos de Nutrición, Arquitectura y Diseño Industrial, junto con la comunidad, se dieron a la tarea de construir una iniciativa conjunta en la que el nuevo entorno social y la seguridad alimentaria fueron el punto de convergencia para continuar apostándole a la construcción de paz desde las regiones. Así nació el proyecto de planeación universitaria (PPU) Alimento, Vida y Hábitat, una de las apuestas apoyadas por la rectoría de la Javeriana.
En 2016, se planteó que las zonas veredales transitorias a donde habían llegado los firmantes de la paz solo durarían seis meses. Han pasado ocho años y estas zonas siguen en pie. De hecho, pocos han sido los avances en temas de tierras, vivienda, proyectos productivos, entre otros. De estas comunidades en todo el país, once tienen que ser relocalizadas a otros territorios, entre ellas la de Charras, dado que actualmente se encuentra en una zona de reserva forestal. La comunidad será reubicada en el Boquerón, a hora y media de la capital del departamento de Guaviare.

Ante este panorama, el equipo interdisciplinar de estudiantes y docentes de la Universidad Javeriana, en concertación con diversas instituciones, las comunidades de firmantes, campesinos e indígenas, han articulado esfuerzos para promover la soberanía alimentaria, la habitabilidad sostenible y la salud territorial en la región, mientras que estas comunidades pueden asentarse en lo que será su territorio definitivo.
La universidad ha desplegado sus conocimientos para acompañar a esta comunidad en temas como salud alimentaria; construcción y adecuación de viviendas; asesoría en proyectos productivos regionales; ordenamiento del territorio en torno al agua; diseño de herramientas de utilidad para la comunidad; mantenimiento de las plantas de tratamiento de aguas potables y residuales; atención en salud; e incidencia ante las autoridades locales y departamentales.
Este acompañamiento empezó en 2019 y, desde entonces, al PPU se han sumado las facultades de Medicina y de Ciencias Sociales, además de instituciones académicas internacionales, como el Instituto de Estudios Sociales de Róterdam, que adelantan proyectos de investigación en torno al uso, el acceso y la reproducción social de la tierra en la región.
El PPU: una academia que dialoga con los conocimientos locales
Los seis años de trabajo del PPU en el departamento de Guaviare han demostrado que la articulación entre la academia y las comunidades es fundamental para la construcción de nuevas realidades en las regiones. Pero esto supone retos: “Llegar con labores académicas a ese tipo de contextos es tener que descolocarse y entender que las metodologías que se usan se deben flexibilizar para que realmente puedan aportar a las investigaciones”, explica Luis Fernando Gómez, coordinador territorial del PPU y profesor del Departamento de Sociología de la Javeriana.
En estos territorios, los investigadores se encontraron con escenarios que no estaban descritos en las aulas de clase: personas con discapacidades visuales y de movilidad, incluso, las mismas diferencias de lenguaje y acceso a la educación hicieron que fuera necesario modificar las rígidas y homogéneas estructuras académicas para adaptarlas a los entornos locales.
El trabajo con esta comunidad llevó a Lucas R. Ivorra Peñafort, profesor del Departamento de Diseño y coordinador de este PPU, a reflexionar sobre la necesidad de repensar las formas académicas que valoran solamente el producto final de las investigaciones. “Las experiencias mismas del programa han demostrado que el proceso, en muchos casos, es incluso más relevante que los resultados.
La Universidad Javeriana se ha propuesto poner sus conocimientos a disposición de los territorios y en diálogo con ellos, tarea que representa múltiples retos a corto y mediano plazo.

Por ejemplo, en nuestro trabajo, lo más importante no es publicar papers [artículos científicos especializados], o resultados de investigaciones; estas saldrán cuando sea necesario. No vamos a forzar el proyecto de investigación, los tiempos ni las metodologías para responder a los ritmos de la academia. Nuestra prioridad es y será la gente de la comunidad”, asegura. También destaca que se necesitan nuevos indicadores para medir la incidencia que tiene la universidad.
Por lo tanto, la investigación, la academia y, sobre todo, la política pública deben adaptarse a los retos que se enfrentan cuando se desarrollan proyectos en campo cuyos productos no son los usualmente reconocidos por la comunidad académica. Durante estos cinco años, más de 500 estudiantes de pregrado y posgrado y 46 profesores de la Javeriana han aportado a las discusiones con la comunidad.
“La universidad también está para formar mejores personas. Nuestra acción lleva a que decenas de estudiantes, cada semestre, conozcan y se conmuevan con las realidades que vive el país y que desde la ciudad no se ven; y a que, más allá de sentirse incómodos, puedan tomar acción para cambiar esas injusticias que viven muchos colombianos”, puntualiza Gómez.
TÍTULO DE LA INVESTIGACIÓN: PPU alimento, vida y hábitat
Facultades de Ciencias, Arquitectura y Diseño, Ciencias Sociales y Medicina
PERIODO DE LA INVESTIGACIÓN: 2018-2024