Una falla en la manipulación de la cadena de frío, es decir, un error humano, generó la pérdida de 7020 dosis de la vacuna de Pfizer en Cundinamarca el pasado 6 de mayo. Dos días antes, durante el panel titulado Logística para una adecuada vacunación, organizado por la Pontificia Universidad Javeriana, expertos concluyeron que la falta de personal y su respectiva capacitación es un factor que podría demorar el proceso de vacunación.
En la última conversación del foro La vacunación, un asunto de todos, se analizaron los desafíos para convertir el Plan Nacional de Vacunación en un proceso masivo, seguro y sencillo en el que se tengan en cuenta los retos en la capacitación del talento humano para hacer más eficiente el proceso que conlleve a la inmunidad de rebaño.
“El proceso de vacunación es el pilar de la reactivación económica y por eso debemos entenderlo como el proyecto de país que tenemos a corto plazo”, aseguró Mauricio Serra, gerente ejecutivo de Compensar y uno de los panelistas invitados.
Logística para las nuevas vacunas
La implementación de la fase 1 de vacunación estuvo dirigida a personas mayores de 80 años y al personal médico de primera línea. Esta apuesta tuvo como objetivos reducir la mortalidad, disminuir la incidencia de casos graves y proteger el talento humano. Julio Castellanos, director del Hospital Universitario San Ignacio y panelista del foro, analizó los requerimientos en la logística de esta primera fase.
Primero señaló que el proceso estuvo determinado por el laboratorio que produce la vacuna. “En esta pandemia hubo un nuevo requerimiento para la vacunación y fue la ultracongelación del biológico a -70°, diferente a la refrigeración normal de -20°”. Esto implicó la modificación y ampliación de la infraestructura para manejar los dos tipos de almacenamiento.
De igual forma, el médico Castellanos resaltó que fue necesario capacitar al talento humanopersonal para la manipulación de estas nuevas vacunas durante los días siguientes a su descongelación, además de su aplicación en dosis únicas (monodosis) y en dos dosis (multidosis).
Según el experto, debido a la velocidad en el desarrollo de las vacunas, se introdujo una última etapa de seguimiento y control a efectos secundarios de las personas vacunadas. Esta exigencia involucró por primera vez realizar agendamientos en un plan de vacunación masivo para evitar aglomeraciones.
Dificultades en la distribución de las vacunas
De manera paralela a la logística técnica condicionada por las casas farmacéuticas, Castellanos analizó otros elementos que también determinaron la lentitud en la velocidad de vacunación.
Los sistemas de vacunación deben tener un sistema de registro. Para el caso colombiano, el Ministerio de Salud y Protección Social dispuso el Programa Ampliado de Inmunización (PAI Web 2), un software de uso exclusivo de las entidades de salud. Sin embargo, “tenemos un lío con la articulación de la cantidad de la información donde se está almacenando. Se ralentiza y se vuelve inestable la plataforma. A eso hay que sumarle el consentimiento informado extra que tiene la aplicación de esta vacuna”, aseguró el director del HUSI.
También se adicionaron una serie de requisitos de opinión. Estos incluyen la posibilidad de filmar el proceso y la obligación de preparar la vacuna bajo la supervisión del paciente y su acompañante.
Al respecto, el doctor Mauricio Serra, quien ha tenido a su cargo la logística de los puestos de vacunación Compensar, indicó que los puntos a resolver de manera inmediata tienen que ver con la puesta en línea para la gestión de la inestable plataforma Pai Web 2, con la nivelación de la cobertura fuera de las ciudades y el fortalecimiento en la articulación público-privada.
¿Y la capacitación del personal de salud?
Los errores en el proceso de vacunación, como la pérdida de las 7.020 dosis de Pfizer puede generar desconfianza, además de preguntas sobre quiénes administran la vacuna, o quiénes coordinan los equipos de vacunación y qué tan capacitados se encuentran.
Otra de las panelistas, Pilar García, directora de la carrera de Enfermería de la Javeriana, aseguró que el talento humano tiene que apropiarse del Plan Nacional de Vacunación. “Debe haber un conocimiento específico y en permanente actualización de cada vacuna, además de un conocimiento de la cadena de frío”.
Resaltó que es necesario preparar al personal de salud y los diferentes actores en la cadena de distribución de las vacunas para identificar y atender los eventos adversos que puedan presentarse durante el seguimiento y vigilancia posvacunación.
“Han sido capacitados profesionales y auxiliares de enfermería. Se han unido otros profesionales que hacen parte del equipo de salud. Pero hay que robustecer el personal”, afirmó García.
Ya comenzó la etapa tres de vacunación y para los expertos participantes del panel es necesario capacitar otros profesionales de la salud, especializados o no, estudiantes de las carreras de salud y hasta personas con conocimientos en primeros auxilios.
“El déficit de personal de enfermería en Colombia es grave y ocurre desde hace varios años. Nos puede llegar a pasar lo que sucedió con las unidades de cuidados intensivos (en donde se ha alertado por la insuficiencia de profesionales capacitados para asistirlas). El factor crítico no es la disponibilidad de cama, el ventilador o los medicamentos sino es el personal. El factor crítico es el talento humano”, concluyó Castellanos.