Los virus no son estáticos, cambian de acuerdo con las condiciones a las que están sometidos y el virus del SARS-CoV-2 no es la excepción. Desde su aparición ha sufrido mutaciones que, en algunos casos, transforman la velocidad de su propagación o la forma de manifestarse en los humanos, entre otros. A estos cambios considerables se les llama variantes y vienen siendo monitoreadas por científicos de todo el mundo, pues podrían representar un riesgo adicional para la salud pública.
Las variantes
Desde finales del 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) empezó a clasificar las variantes detectadas en todo el mundo en dos categorías: las variantes de interés (VOI) y las variantes preocupantes (VOC). Esta clasificación se realiza con el objetivo de priorizar el seguimiento y la investigación a escala mundial de las potencialmente más riesgosas.
A mediados del 2021 el organismo internacional decidió clasificar estas variantes con el alfabeto griego en lugar del nombre del país en que fueron descubiertas para simplificar su denominación y eliminar estigmas hacia los países donde se reportaron originalmente.
Actualmente hay cuatro variantes preocupantes identificadas desde 2020: beta, hallada en Sudáfrica en mayo; alpha, en Reino Unido y precisada en septiembre; delta (India, octubre ); y gamma, en Brasil (noviembre). Además, hay otras siete variantes de interés a las que también se les hace seguimiento.

La variante delta
En el caso específico de la variante delta de la covid-19, de la cual “se ha visto que es más infecciosa, se ha diseminado más rápido”, de acuerdo con la viróloga María Fernanda Gutiérrez, profesora del Departamento de Microbiología de la Javeriana. “Sin embargo”, continúa, “no produce más mortalidad, responde igual a las pruebas de diagnóstico y parece responder igual a las vacunas”.
Los pronunciamientos del Ministerio de Salud de Colombia van en la misma dirección. Luis Alexander Moscoso, viceministro de Salud pública y prestación de servicios ha declarado en boletines de prensa que la variante original de la covid-19 tenía la capacidad para infectar a 2.2 personas en promedio; alfa y gama entre 4 y 5 personas, pero que los datos de Ministerio revelan que delta puede contagiar a 8 personas.
Según el viceministro, la variante delta será predominante en octubre.
María Fernanda Gutiérrez sostiene también que este es un virus con ácido nucleico RNA, y eso le permite mutar con mayor facilidad. Puesto que entre sus componentes no hay enzimas reparadoras que permitan corregir errores en el proceso de reproducción viral, “entonces los ‘virus hijos’ tienen varios errores que podían manifestarse en la aparición de nuevas variantes”, señala.
Varias investigaciones demuestran que la variante delta tiene una velocidad de propagación superior a las demás del SARS-CoV-2, siendo entre 40 % y 60 % más transmisible. El Centro Provincial de Control y Prevención de Enfermedades de Guangdong en China, reporta que delta tiene un
periodo de incubación más corto, cuatro días en promedio (comparado con los seis de las otras variantes). Además, las cargas virales (la cantidad de virus en la persona infectada) llega a ser mil veces mayor que en otras variantes.
Esto preocupa a los científicos y médicos, pues hay mayor cantidad de virus y se transmite mucho más rápido. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, advirtió que se ha confirmado la presencia de la variante delta en más de 104 países, y también señaló que pronto será la variante dominante en el mundo. Aunque no es más mortal que las otras, el incremento de contagios podría saturar servicios médicos y aumentar el número de las hospitalizaciones y muertes.
El Instituto Nacional de Salud informó que el pasado 24 de julio se detectó el primer caso de un paciente con la variante delta en Colombia. Sin embargo, especialistas como Manuel Franco, inmunólogo y profesor del Instituto de genética humana de la PUJ, creen que es posible que haya llegado antes. “Lo que pasa es que nosotros tenemos sistemas de seguimiento diferentes. El Instituto ha hecho un esfuerzo aplaudible, pero de todas formas no es lo suficientemente amplio para hacer un seguimiento más preciso” dice Franco.
#BoletínDePrensaINS Durante la vigilancia genómica rutinaria realizada por el INS, uno de los 19 laboratorios de la red de vigilancia genómica ubicado en la ciudad de Cali @icesi @UnivalleCol, detectó la presencia de la variante Delta en el país.
Ingresa para conocer más👇 pic.twitter.com/QWLlsSurzh— Instituto Nacional de Salud🇨🇴 (@INSColombia) July 24, 2021
¿Por qué surgen las nuevas variantes?
Un virus es una partícula de código genético (ADN o ARN) encapsulado en proteínas y no tienen la capacidad de replicarse por sí mismos, así que necesitan infectar células para usar sus componentes y reproducirse.
Es justamente en esa interacción que tanto célula como virus sufren cambios. El virus puede dañar o matar las células que infecta (que es lo que causa las enfermedades en muchos casos) y a su vez, podría desarrollar cambios que generan nuevas variantes. Para los expertos esto es un proceso normal.
“Evolutivamente los organismos vivos estamos hechos para adaptarnos a sobrevivir. Si el sistema inmune del huésped susceptible pelea contra el virus, este va a cambiar para subsistir. Las mutaciones y las variantes son lo esperado”, explica Franco, profesor y líder del Semillero de Investigación en Inmunología de la Pontificia Universidad Javeriana. “Estamos en una pelea con el virus y él ha estado luchando por vivir. ¿Cómo lo hace? Pues cambiando”, agrega.
La OMS ha declarado que, con el tiempo, se producen este tipo de cambios y que en la mayoría de casos tienen poco o nulo efecto sobre las propiedades del virus. Sin embargo, algunos de ellos pueden modificar características como su facilidad de propagación, la gravedad de la enfermedad que produce o la eficacia de su tratamiento médico, y es allí donde se prenden las alarmas.

¿Las variantes afectan la efectividad de las vacunas?
Probar la efectividad de las vacunas toma tiempo. Aun así, diferentes investigaciones parecen demostrar buenos resultados de las vacunas frente a delta. “Hay estudios en Inglaterra que muestran que las vacunas de Pfizer y de AstraZeneca continúan protegiendo contra infección severa, es decir, hospitalización o muerte inducida por la variante delta a muy buenos niveles”, afirma el inmunólogo.
Precisamente, el más reciente estudio publicado por el Public Health England (PHE) de Reino Unido, muestra que las segundas dosis mantienen buenos resultados de protección frente a delta, incluso en un país donde esta variante ya es dominante. Para el caso de Inglaterra la efectividad de la vacuna de Pfizer contra hospitalización fue de 96% y del 93% en Israel. La segunda dosis de AstraZeneca tuvo una efectividad de 92% en Inglaterra.
Por su parte, una reciente investigación de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos muestra que la vacuna de Moderna mantiene la protección contra Delta por al menos 6 meses.
Los científicos apuntan a la vacunación como la mejor opción para contener el virus, incluidas las nuevas variantes.
“Sin duda alguna los países en donde no hay vacunación es de donde salen las variantes. Si el virus encuentra un medio en el que se puede multiplicar fácilmente, habrá mayor probabilidad de generar variaciones. Por eso es importante vacunarnos”, dice la profesora Gutiérrez. “Si el virus infecta un individuo protegido, lo normal es que la protección adquirida destruya al virus”, agrega.
Sin embargo, el profesor Franco pone sobre la mesa la posibilidad teórica de que las vacunas mal administradas puedan aumentar la generación de nuevas variantes. “Teóricamente, las vacunas pueden ayudar a generar variantes, especialmente si no se aplican a unas dosis adecuadas”, manifiesta. Aunque hasta el momento no hay estudios contundentes al respecto, el mundo científico está enfrentando un fenómeno nuevo y se debe seguir haciendo seguimiento cuidadoso al virus. Por ahora los expertos recomiendan que las personas reciban cuanto antes las dosis completas.
“Ahora veremos que los más afectados serán los menores de 40 años. Algunos pensarán que es que el virus mutó y que ahora infecta a los jóvenes, pero se debe a que los mayores ya están vacunados, a ellos los afectará mucho menos”, explica Gutiérrez.
La viróloga también enfatiza en la necesidad de esperar nuevos hallazgos científicos. “Las vacunas hasta ahora están terminando de demostrar su eficacia. Tanto así que algunas casas farmacéuticas ya están hablando de una posible tercera dosis porque se han dado cuenta que la eficacia de las vacunas no es tan alta como estaba esperando”.
Shabir A. Madhi, decano de la facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Witwatersrand, en Sudáfrica, escribió recientemente para la revista The Conversation que el 97 % de personas que terminan hospitalizadas o muertas a causa de la covid-19 en Reino Unido no estaban vacunadas.
Resalta el decano que la mutación del virus ha sido tan rápida que delta es dos veces más transmisible que el virus original. Este hecho hace que la inmunidad de rebaño, de la que tanto se ha hablado, sea un escenario cercano poco probable según las nuevas evidencias científicas.
Por su alta transmisibilidad habría que vacunar al 84 % de la población mundial (más o menos al mismo tiempo) para que sea posible la inmunidad de rebaño, explica el médico sudafricano. Sin embargo, la desigual distribución de los biológicos en el mundo muestra, según Our world Data, que solo el 23,6 % de la población mundial ha sido vacunada. En los países de bajos ingresos solo el 1,3% de la población ha recibido al menos una dosis.
Si bien las vacunas siguen siendo la mejor herramienta para enfrentar los casos graves de la enfermedad, las disparejas cifras en la vacunación mundial hacen que el decano afirme que no sería posible erradicar el virus, y que habría que estar hablando de cómo convivir con él.
Tanto Franco como Gutiérrez hacen el llamado a continuar con los protocolos de bioseguridad, de vacunar a la mayor cantidad de gente posible y que las decisiones estatales se tomen basados en la mejor evidencia científica posible. “Tenemos que acostumbrarnos a que no tenemos verdades absolutas. Hoy sabemos una cosa, pero mañana la información científica puede dar resultados distintos y debemos adaptarnos a eso”, finaliza Franco.
3 comentarios
Según lo anterior la vacuna de sinovac no tiene eficacia ?
Hay que revacunar con Pfizer y AstraZeneca a los adultos vulnerables que fueron vacunados inicialmente con Sinovac.
Aunque veo que se escriben varias contradicciones, por ej: dicen que con la delta muere menos gente, pero que la delta ha aumentado la hospitalización y muertes. Y así varias contradicciones. Pero de todas maneras es interesante las conclusiones que aún no existen la verdad absoluta, esto es muy preocupante.