Mantener la temperatura global por debajo de los 2 ºC y hacer lo posible para que no supere los 1,5 ºC. Estos parámetros, propuestos en los Acuerdos de París de 2015, se han convertido en verdaderos mantras contemporáneos para los políticos, los ambientalistas y las organizaciones civiles de todo el mundo. No obstante, la realidad parece no coincidir con las promesas y los compromisos a los que se llega en las asambleas internacionales. De hecho, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estima que, a este paso, la temperatura de la Tierra aumentará en un 2,7 ºC para el fin del siglo.
Esta crítica situación se ve reforzada por la falta de políticas efectivas, la desinformación de los ciudadanos y la falsa concepción de que esta es una problemática reciente. La lucha por la conservación y la recuperación del medio ambiente tiene una historia rica y extensa, y en ella han puesto su esfuerzo y su vida un gran número de personas que se han encargado de denunciar los abusos y los excesos que se cometen contra el clima, la fauna y los recursos naturales en todo mundo.
El caso colombiano no es la excepción, y esto queda demostrado en el reciente libro de Maryluz Vallejo Mejía, Una historia todavía verde, publicado por la Editorial Pontificia Universidad Javeriana. Esta obra recoge la singladura de los periodistas, naturalistas, líderes sociales, ecologistas, religiosos y publicaciones periódicas que han marcado la historia ambiental del país y que han influido en la implementación de políticas ambientales, el seguimiento de su cumplimiento y la denuncia de aquellas actividades y proyectos que han intentado explotar y lucrarse de la enorme diversidad nacional.
Luego, se centra en la labor incansable del padre Enrique Pérez Arbeláez, uno de los exponentes más destacados del periodismo ambiental en Colombia, a quien la autora considera su padre fundador. Por medio de sus denuncias en su columna de El Tiempo, su trabajo como botánico y sus múltiples viajes y proyectos en defensa del medio ambiente, el padre Pérez Arbeláez marcó toda una generación de periodistas y científicos que se encargarían de velar por la conservación de los recursos naturales en Colombia.
La segunda mitad del siglo XX se caracteriza por la consolidación del periodismo investigativo ambiental, gracias al trabajo de Daniel Samper Pizano y Alberto Donadio en la Unidad Investigativa de El Tiempo; a la tribuna y los diversos escritos de Álvaro Torres Barrero; a varios artículos de la revista Alternativa; a las campañas conjuntas en defensa de los ríos Magdalena y Amazonas, de la sierra de la Macarena y del Parque Natural de Salamanca; y a un creciente número de denuncias públicas en contra del tráfico de fauna, la contaminación ambiental y el uso de pesticidas venenosos.
Al terminar el siglo XX y empezar el XXI, esta historia de Maryluz Vallejo rescata las nuevas voces del periodismo ambiental en el país, trasladando su investigación del discurso histórico a un escenario contemporáneo en el que entrevista a los periodistas Olga Cecilia Guerrero Rodríguez, Ruby Marcela Pérez Jiménez, Pablo Correa Torres y Tatiana Pardo Ibarra.
Este libro termina con una advertencia, pues la lucha contra el cambio climático y por la conservación de los recursos naturales no solo no ha terminado, sino que se está perdiendo. En uno de los países más biodiversos del mundo, las políticas de doble filo, los ‘micos’ legales y los contratos multimillonarios parecen a veces tomar la ventaja, por lo que el trabajo de los periodistas ambientales y de las asociaciones civiles y la presión popular son vitales. Tal vez así podremos admirar las maravillosas fotografías tomadas por el padre Pérez Arbeláez que se encuentran al final del libro y sentir orgullo frente a lo que se ha conservado y no nostalgia por aquello que ya no se podrá recuperar.