Desde el lunes 1 de junio se inició la flexibilización de la cuarentena indicada por el presidente Iván Duque en el marco del aislamiento por la COVID-19. El mandatario indicó que se permitiría la salida de los mayores de 70 años, quienes podrán realizar actividades al aire libre tres veces a la semana durante 30 minutos y con todos los protocolos de seguridad. También extendió el aislamiento obligatorio para los mismos hasta el 31 de agosto.
Estas medidas suscitan diversas preguntas frente a la autonomía decisoria de los adultos mayores en estas circunstancias. Esto es analizado por el profesor de la facultad de Psicología de la Universidad Javeriana, Sergio Trujillo García, quien reflexiona sobre los retos a los que se enfrenta la sociedad con la llegada de la COVID-19 desde una mirada del comportamiento humano. Este especialista lleva más de 20 años trabajando con ancianos en diferentes hogares de Bogotá y municipios aledaños, y al ser el director de la práctica en el énfasis de Inclusión Narrativa con sus estudiantes de últimos semestres, ha tenido la oportunidad de entrevistar a muchas personas mayores, para así comprender sus posturas.
Para este psicólogo es importante aclarar que a la hora de tomar decisiones que afecten a las personas mayores se deben tener en cuenta sus perspectivas y sentimientos, abrir espacios de conversación donde ellos hagan parte de la toma de medidas que los involucren. “Nada sobre nosotros sin nosotros” es un dicho común que fundamenta esta idea, es primordial que no se decida nada sobre ellos, nada que los afecte a ellos, sin que sean tenidos en cuenta, explica.
También considera las diferencias que separan a cada adulto mayor y en ese proceso atenuar los estereotipos que se generan alrededor de ellos. “En nuestra sociedad hay unos prejuicios acerca del envejecimiento que nos hacen pensar que toda persona mayor está enferma, se está deteriorando y se va a morir; toman vejez y enfermedad como si fueran sinónimos”, comenta. Aunque efectivamente hay ancianos que dependen de otros para vivir en la cotidianidad, hay muchos que son autónomos y por lo tanto no se puede juzgar a los unos por los otros. “En un extremo estarían los adultos mayores dependientes, en el otro los adultos mayores autónomos, y en la mitad distintos grados de independencia. Cuando hablamos de trabajar con ellos no podemos tomar decisiones que los cubran a todos porque son muy diferentes, cada uno tiene unas particularidades muy especiales y tomar decisiones pensando en que todos son iguales es erróneo y arbitrario”, complementa Trujillo García.
Según cifras del Ministerio de Trabajo, un tercio de los adultos mayores en Colombia necesitan de sus actividades laborales para conseguir dinero y solo uno de cada tres logra pensionarse, lo que significa que muchos de ellos dependen económicamente de su autonomía laboral para tener acceso a una vivienda, servicios de salud, alimento, etc. Por esta razón, al decir que esta decisión se toma por el bienestar de los ancianos, no se reconoce que muchos de ellos no solo tienen la autonomía para salir, sino que además lo necesitan. “El derecho a la decisión, a la organización o a buscar de alguna manera mejorar la calidad de la vida a través del ejercicio de la libertad, es fundamental para los viejos y las viejas”, afirma el especialista.
En ocasiones se genera un paralelo con los niños, no solo porque se da una infantilización de los ancianos con apodos como “el abuelito” o “la ancianita”, lo cual limita su autonomía e invalida la capacidad que tienen de tomar decisiones sobre su propia vida, como sucede con los menores de edad. “Cuántas veces los padres de familia maltratan a los pequeños, pero les dicen que es por su propio bien y se tienen que aguantar. Lo mismo pasa con algunas de las decisiones para los adultos mayores, en los que ellos deben pensar que como lo están haciendo ‘por su propio bien’ entonces deben obedecer, pero al hablar con ellos están inconformes, les argumentan que como son más vulnerables están buscando la calidad de sus vidas, entonces es por su bienestar que lo hacemos, pero la realidad es que muchos de ellos quisieran vivir menos tiempo con tal de vivir bien”, complementa el investigador.
Además de esto, el Ministerio de Salud ha encontrado que a la fecha el grupo de los mayores de 70 años infectados por la COVID-19 en el país equivale alrededor del 10%, lo cual demostraría un efecto positivo de la cuarentena, sin embargo, las cifras de estrés, depresión y ansiedad en esta población se han disparado principalmente por el aislamiento, ya que muchos de ellos estaban acostumbrados a llevar vidas activas y a tener visitas frecuentes de sus familiares mientras que ahora se limitan a estar encerrados.
En esa medida el investigador aclara que la posición del gobierno de aislar a los mayores de 70 años no sucede desde una mirada egocéntrica, simplemente están operando desde una perspectiva diferente mediante la cual consideran esta opción como la más efectiva. Sin embargo, esto no significa que sea la mejor para el mantenimiento de la calidad de vida de todos los ancianos. Por esto, las últimas decisiones del gobierno colombiano resultan alentadoras para los adultos mayores, pues procuran respetar su autonomía y darles la posibilidad de salir de cada cierto tiempo con todos los cuidados recomendados. “Medidas que atenúan, pero no satisfacen el respeto por su dignidad, pues incluso comentan, como nuestro Rector de la Javeriana, que no ellos no son mascotas ni rebaño y que pueden autorregularse”, complementa Trujillo García.
Incluso dos de los afectados por la medida fueron el ex candidato presidencial Humberto De La Calle, y el ex alcalde de Cali, Maurice Armitage, quienes con otras personalidades interpusieron una tutela que busca tumbar esta medida de forma definitiva pues como se lee en la misma, estos decretos “están basados en un paternalismo inaceptable que no emplea con el conjunto de la población, por lo cual lo que se busca lograr con la medida no es válido y por lo tanto es inconstitucional, el aislamiento obligatorio para la población mayor de 70 años es una medida discriminatoria y desproporcionada.”
Como explica el investigador, “esta nueva decisión rebaja un poco una tan autoritaria como la anterior, y aunque crearon el decreto con la mejor intención de aplanar la curva y mitigar la pandemia, ciertamente en su momento se creó, no solo de manera inconsulta, sino que particularmente estricta para las personas mayores, para quienes es doloroso que los jóvenes tomen decisiones sin consultarlos y esto logra afectarlos en el largo plazo,” reconoce.
Por esta razón el psicólogo extiende una invitación a ser empáticos como sociedad con los adultos mayores, tener la posibilidad de ponernos en los zapatos del otro y de esa manera ir construyendo un diálogo para llegar a acuerdos que beneficien a todos por igual. “No es que haya una imposibilidad de comunicación, sino que se puede construir a través de la escucha activa y una mirada empática que favorezca la comprensión de la vida de los ancianos”, finaliza Trujillo.
7 comentarios
Me gusto este artículo tengo una pregunta mi papá tiene 75 años tiene unas pequeñas molestias de salud pero se vale bien por si solo
Mi pregunta es obligatorio sacarlo un fin de semana o en cualquier momento de la semana aunque en la comisaria quedo que eran los fines de semana el vive con mi hermana mayor nosotros le damos una mensualidad pero mi hermana no quiere que lo saquemos entre semana y no lo deja opinar a él
Las personas de la tercera edad están obligadas a salir a trabajar para cumplir su tiempo para la pensión o se pueden quedar en su casa.
Discriminación sólo por edad de adulto mayor requiere según bloque de constitucionalidad mínimo norma de carácter legal y no administrativa de policía. El motivo bien intencionado no está ponderando adecuadamente los otros derechos constitucionales fundamentales de dignidad humana que se ven afectados. Convierten al ser humano en un medio y no en un fin y le arrebatan la esencia de su indiviudualidad irrepetible de persona humana que es la capacidad de decidir sobre sí mismo. Es decir le niegan su autonomía. Preocupa que la Academía no lo haya siquiera cuestionado¿.Dejó de ser autónoma?
Un importante porcentaje de los mayores de 70 años son empresarios, generan trabajo, son fuente para la economía de país pero sus gobernantes colombianos los desprecian bajo el argumento de protegerlos como si no tuviésemos criterio para protegernos de una infección. Si un alto porcentaje de muertos por OVID-19 está en este grupo etario es por culpa de los más jóvenes que los han contaminado y es a ese grupo donde debería estar centrada la disciplina preventiva
Toda la razon. eL GOBIERNO CON BUENA INTENCIÓN viiola derechos constitucionales y de tratados de derechos humanos al hacerlo por acto administrativo.
Hola. Aquì en España, en estos dìas de Covid19, son frecuentes “las llamadas a la responsabilidas de los jòvenes” desde las autoridades ya que, transmitiendo esta zoonosis sin en % sufrirla tanto, no se observa que respeten medidas de protecciòn frente a contagios. Si no fuese que las sociedades occidentales basasen su producciòn en edades inferiores a 60, la producciòn frente a la vida en riesgo, serìa como planteamiento de prevenciòn, màs lògico pero tan cruel como encerrar otro grupo social cualquiera, encerrar a los q contagian y son asintomàticos q al revès.
Planteo esa paradoja preventiva mèdica, no como propuesta social de salud pùblica, màs si no como revulsivo dialéctico ya que, tras esta pandemia, que para mi es un como un aereolito que nos roza la Tierra y nos permite vernos en èl como conjunto humano, mucho de lo que acontece, se explica màs desde la existencia mayor o menor de la solidaridad, de unos u otros valores humanos que desde la epidemiologìa.
Gracias y saludos. Vicente.
Estoy de acuerdo, con la inconformidad, tengo 74 años, trabajo con adultos mayores y uno de los temas que estamos trabajando es la independencia,la autonomía y la dignidad que perdemos por el trato como niños entre otros.