En Colombia hay alrededor de 220 reumatólogos para atender a más de 51 millones de habitantes. Una cifra preocupante si se tiene en cuenta que, de acuerdo con la Sociedad Colombiana de Reumatología, uno de cada cuatro adultos padece alguna enfermedad reumática.
Con ese dato en mente, el médico javeriano Daniel Fernández Ávila lideró durante seis años un proyecto investigativo que dio como resultado la creación de un algoritmo para que los médicos generales, quienes tienen el primer contacto con el paciente, puedan diagnosticar este tipo de enfermedades.
El algoritmo procesa la información de exámenes de laboratorio, imágenes diagnósticas y el síntoma del dolor articular, y ayuda al médico a identificar de manera temprana a quienes padecen enfermedades reumáticas para así garantizar tratamientos más oportunos y reducir la carga que recae en los pocos especialistas del país en este campo.
Un algoritmo es la secuencia de pasos que se llevan a cabo para solucionar un problema. Puede ser tanto de aplicación matemática como cotidiana, es decir, un algoritmo es tanto las instrucciones para armar un mueble o una biblioteca, como el procedimiento computacional para diagnosticar enfermedades reumáticas.
Para probar la efectividad de este desarrollo participaron 39 reumatólogos de 18 países de Iberoamérica pertenecientes a la Liga Panamericana de Asociaciones de Reumatología (PANLAR). Todos eran líderes académicos en sus regiones, estaban vinculados a una universidad como profesores e hicieron parte de un ejercicio de consenso conocido como el método Delphi, que duró ocho meses.
¿Qué son las enfermedades reumáticas?
Son aquellas que afectan los huesos, las articulaciones, los músculos y los tendones, patologías que generan ausentismo laboral, afectan la calidad de vida, aumentan la mortalidad de los pacientes y le cuestan cientos de millones de pesos al sistema de salud, según Fernández Ávila, quien también es profesor de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana y jefe de la Unidad de Reumatología del Hospital Universitario San Ignacio.
De acuerdo con la Cuenta de Alto Costo (fondo colombiano de enfermedades costosas), la artritis reumatoide es una de las enfermedades más caras para el sistema de salud colombiano, junto al VIH, al cáncer, la hepatitis C, la hemofilia y la enfermedad renal crónica.

¿Cómo ayuda el algoritmo a identificar enfermedades reumáticas?
El algoritmo ya fue puesto a prueba por 224 médicos no reumatólogos de Tunja, Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali a través de un experimento clínico aleatorizado —una rigurosa metodología con la que también se comprueba la efectividad de los medicamentos—.
Para ello se crearon dos grupos de 112 personas y cada uno de ellos recibió las mismas historias clínicas de pacientes con dolor articular diagnosticados con alguna enfermedad reumática. La diferencia era que solo un grupo analizaba los casos usando el algoritmo.
Los médicos que usaron el algoritmo tuvieron una efectividad superior al 90 % en el diagnóstico, mientras que el otro grupo solo alcanzó el 60 %.
“Con eso demostramos que el algoritmo tiene una proporción importante de mejoría y clasificación de los diagnósticos correctos”.
Daniel Fernández
La lupa sobre 4 enfermedades reumáticas
El algoritmo en el que trabajó el médico javeriano se enfoca en el diagnóstico de la artritis reumatoide —enfermedad autoinmune que genera dolor e inflamación de las articulaciones, especialmente en las manos y los pies—, el lupus eritematoso sistémico —enfermedad autoinmune que puede afectar las articulaciones y cualquier órgano o tejido del cuerpo—, la espondiloartritis —grupo de enfermedades reumáticas que usualmente causan dolor lumbar—y la artrosis —enfermedad crónica degenerativa asociada al envejecimiento—.
De acuerdo con Fernández, “la artritis o el lupus elevan significativamente el riesgo cardiovascular, por lo que estos pacientes generalmente mueren por infartos o trombosis cerebral”, explica.
Por eso la importancia de la identificación temprana de enfermedades como la artrosis. “Si no se diagnostica a tiempo y no se trata bien, puede llevar a torcerle las manos al paciente hasta el punto en que no puede usarlas. Esto le cuesta mucho al sistema de salud porque sería una persona incapacitada que no puede volver a trabajar”, agrega el médico reumatólogo.
Una ayuda para reducir el déficit de reumatólogos
Daniel Fernández, quien cuenta con maestría y doctorado en Epidemiología Clínica de la Javeriana, recuerda que cuando se graduó de Medicina en la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, de Boyacá, nunca tuvo una rotación de reumatología. “No había ni un solo reumatólogo en todo el departamento, hoy en día hay dos”, dice.
A esta ausencia de profesionales le adjudica el subdiagnóstico. “No damos abasto para atender a toda la población y somos pocos los que estamos vinculados con la academia, lo que hace que la formación en los pregrados sea deficiente en esa área”.

Esto se debe, según él, a que son muy pocas las facultades que le prestan una atención particular a esta especialidad médica debido a que hace parte del mismo semestre en el que se enseña medicina interna. “Se dictan especialidades como cardiología, nefrología, neumología, endocrinología y muchas más, entonces la reumatología la dejan ahí en un rinconcito porque no son enfermedades tan frecuentes, pero tienen un impacto importante tanto a nivel económico como en la calidad de vida de los pacientes”.
Lo que ha visto desde su experiencia es que como el médico general tiene tan poco contacto con la reumatología, lo que suele suceder cuando no conoce muy bien los síntomas es que remite a los pacientes a otras especialidades como ortopedia, fisiatría, medicina familiar o medicina interna, “que si bien son especialistas en su área, el enfoque en el dolor articular no es su fuerte y por eso se les pueden pasar diagnósticos”.
De hecho, según varios estudios mencionados por Fernández en uno de sus artículos científicos, el diagnóstico correcto por parte de médicos de atención primaria no excede el 50 %.
Una vida con visión
Este algoritmo, que fue el trabajo doctoral de Daniel Fernández, ha sido publicado en revistas internacionales como Clinical Rheumatology y Rheumatology International y se suma a Reumapp, una aplicación móvil que creó hace siete años y que provee servicios de educación médica para la atención de enfermedades reumáticas. “Es la aplicación de reumatología en idioma español más descargada en el mundo. Tiene 20.000 usuarios activos todos los días”, agrega.
En esta plataforma también se aloja el algoritmo, sin embargo, aún está en desarrollo la fase de implementación de inteligencia artificial. “Incluimos una herramienta digital que alimentará el algoritmo con mucha información de casos reales para que empiece a aprender y a reconocer los patrones de presentación de las enfermedades reumáticas y así predecir un diagnóstico cuando se tienen determinadas características clínicas en un paciente”.
Por ejemplo, “si el algoritmo recibe información de una mujer de 25 años con dolor e inflamación en las manos, que no mejora con antiinflamatorios, que presenta un brote en la cara, tiene úlceras orales y los dedos le cambian de color, lo que hace es analizar esas características clínicas revisando diferentes ramas para identificar que, probablemente, es un lupus con compromiso articular”, puntualiza. Fernández.
Entre más datos recoja el algoritmo, más efectivo será al relacionar las historias clínicas nuevas con casos similares que se han determinado en el pasado
Esta innovación ha logrado importantes reconocimientos: ganó un premio de investigación de la Universidad de los Andes y en 2021 consiguió una mención de honor de la Academia Nacional de Medicina.
“Se ha convertido en una herramienta educativa que ha trascendido las fronteras. Además de Colombia, he visto en varios eventos internacionales que algunos colegas lo presentan y lo usan en sus universidades. Y no solo países de habla hispana, sino también en otras regiones del mundo”.
Fernández cree que entre más doctores empleen esta herramienta, más positivo será el impacto en los pacientes, pues un diagnóstico temprano tiene relevancia en la instauración de tratamientos oportunos y en la disminución de secuelas.