Este siglo ha traído consigo numerosas condiciones y retos ambientales. Sin embargo, es indudable que la pandemia generada por el SARS-CoV-2 ha cambiado nuestra relación como humanidad con el medio ambiente. En Colombia, el año 2022 ha representado numerosos movimientos políticos, académicos y comunitarios dentro de esta materia.
Pesquisa Javeriana se puso en la tarea de seguir las huellas de cada uno de los retos, avances y el contexto ambiental que ha acompañado a la nación durante este año.
El medio ambiente en la agenda política
Ya pasaron más de siete meses desde que La Haya determinó la responsabilidad de Colombia en la violación de los límites marítimos frente a Nicaragua según el último fallo de La Haya La discusión sobre estos límites marítimos no es algo nuevo, sino que data del año 1928, cuando se firmó el Tratado de Esguerra, que determinó la pertenencia del archipiélago de San Andrés a Colombia, pero no dictó los límites marítimos entre ambas naciones.
En el fallo de este año solo hubo dos puntos positivos para Colombia: la no indemnización en términos económicos y el reconocimiento de la posibilidad de proteger el patrimonio cultural en la Zona Contigua, este último constituye el único derecho ganado.

En medio de todo se encuentra la biodiversidad del archipiélago, que posee el 76 % de los arrecifes de coral y la tercera barrera de coral más grande del mundo, además de ser el segundo lugar con mayor diversidad y abundancia de tiburones de arrecife. El alto estado de conservación de este lugar se debe, en gran parte, a la Reserva de Biósfera Seaflower, que se encontraba en zona económica exclusiva de Colombia, pero ahora tiene la mitad de su área en mar nicaraguense.
Si bien esta situación constituye una dificultad para la conservación ambiental de la zona, se abren las puertas a la creación de Gran Seaflower, una reserva transfronteriza que involucre a todos los estados fronterizos de la zona y permita afianzar los procesos de conservación de todo el Caribe Suroccidental. Si esta idea prospera, brindará una propuesta de desarrollo a numerosas comunidades.
Otro suceso que marcó un cambio en temas ambientales fue la elección de Gustavo Petro como nuevo presidente, por eso Pesquisa Javeriana les puso la lupa a sus primeros 100 días de gobierno. El primer punto importante fue la ratificación del Acuerdo de Escazú, que a pesar de haber sido firmado en el 2020, aún necesitaba la aprobación del Congreso de la República para ratificarlo.
Como explica la profesora Natalia Gómez Peña, el acuerdo busca “fortalecer la implementación de los estándares de democracia ambiental para lograr el derecho a un ambiente sano” y es un instrumento clave para sentar bases regionales para la regulación ambiental que además brinda mecanismos de cooperación internacional para la implementación y seguimiento de estos compromisos.

Este cambio de rumbo en las decisiones ambientales lo confirmó el discurso del presidente Gustavo Petro en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático —COP27— llevada a cabo en Sharm el-Sheij, Egipto, entre el 6 y el 18 de noviembre, donde presentó su propuesta de ‘decálogo’ para que los países actúen frente al compromiso de reducir los gases de efecto invernadero y generen nuevos enfoques sobre el cuidado del medio ambiente.
En esta conferencia, Petro se comprometió a invertir 200 millones de dólares al año por los siguientes 20 años para conservar la Amazonía; propuso dejar de financiar economías de hidrocarburos y valorizar las ramas de la economía descarbonizada, así como un programa de cambio de deuda por investigación en la adaptación y mitigación del cambio climático en países en desarrollo.
Diálogos entre académicos y comunidades
La crisis climática ha resaltado nuevamente la necesidad del diálogo interdisciplinario para buscar soluciones que puedan aplicarse realmente en el territorio. En Pesquisa Javeriana exploramos las formas en las que el conocimiento académico y tradicional pueden aliarse para conocer los retos a los que se enfrentan las comunidades y cómo afrontarlos.
El artículo Campesinos y científicos: dos sabidurías para enfrentar el cambio climático, que ganó el primer puesto del Premio de Periodismo sobre cambio climático Ángela Restrepo Moreno en la categoría de fotografía, ofrecido por la gobernación de Antioquia, muestra un íntimo retrato de los campesinos y sus cultivos, resaltando el valor de su conocimiento y los avances científicos para lograr su soberanía alimentaria y revivir sus antiguas dietas de cubios, rubas e ibias, entre muchos otros tubérculos nativos.

Esta recuperación de los tubérculos tradicionales que se cultivaban en las cordilleras fue el enfoque de una visita de Pesquisa Javeriana al laboratorio de papas nativas de Carmen de Carupa, Cundinamarca, donde las campesinas Marcela Pinilla y Diana Rincón, junto a los profesores javerianos María del Pilar Márquez, Adriana Sáenz y Wilson Terán, investigan formas de hacer rentables los cultivos de estos tubérculos ancestrales.
Pesquisa en el agua
La pérdida de ecosistemas terrestres y marinos es quizás uno de los más complejos, pues el calentamiento global, la contaminación, la deforestación, las desigualdades sociales, entre muchos otros factores, modifican los paisajes y cambian nuestra relación con la naturaleza.
En el mar, las temperaturas crecientes y la acidificación causada por la contaminación están matando a los arrecifes de coral, ecosistemas que albergan un cuarto de toda la biodiversidad marina, y de los cuales depende la seguridad alimentaria de al menos mil millones de personas.
La restauración de corales brinda una respuesta a esta crisis, pero dos expertos le contaron a Pesquisa Javeriana que no es tan simple como sembrar millones de corales, también es necesario mitigar las causas que los afectan, aumentar la escala de la restauración y convertirla en un negocio sostenible para las comunidades (lea la historia completa aquí).

Los manglares están estrechamente ligados a los arrecifes, ya que sirven como guarderías para la vida marina, pero se enfrentan a los mismos problemas. En la Ciénaga Grande de Santa Marta, los manglares están desapareciendo y las personas de los pueblos palafitos, que salen todas las mañanas a pescar entre las raíces de los mangles, se están quedando sin sustento.
Periodistas de Pesquisa Javeriana recorrieron la ciénaga acompañados de Javier de la Cruz y Jesús Serrano, dos habitantes de la zona que decidieron ponerse en la tarea de recuperar sus manglares a través de viveros, donde cultivan miles de plantas de distintas especies de mangle con la esperanza de devolverle la vida a su hogar.
Este trabajo se realizó con el apoyo de la beca Unidos por los Bosques de la FCDS y ganó el primer puesto en la categoría de aporte al medio ambiente del Premio Porvenir a la Sostenibilidad 2022, de la Universidad de Antioquia y Seguros Porvenir.