Categoría: Paz y conflicto

Los golpes, el escarmiento físico y las humillaciones, que eran vistas por los padres o cuidadores como una opción para educar a los hijos, no han desaparecido. Investigadores insisten en que los castigos severos acarrean graves secuelas en el desarrollo y la salud mental que pueden prolongarse hasta la adultez.

Tras la firma del Acuerdo de Paz, la sociedad colombiana ha tenido que enfrentarse a dinámicas de inclusión y perdón. Para las mujeres que se desmovilizaron este reto parece ser más complejo pues el desarme implicó replantearse su posición como madres, víctimas y desmovilizadas.